Apenas una semana después de que el gobierno de Estados Unidos se distanciara de la postura del televangelista Pat Robertson, quien llamó a asesinar al presidente venezolano Hugo Chávez, Washington autorizó a la organización caritativa dirigida por ese predicador a colaborar con las víctimas del huracán Katrina.
El 29 de agosto, el día en que Katrina impactó en el sudoriental estado de Louisiana, la Agencia Federal de Administración de la Emergencia (FEMA, por sus siglas en inglés) incluyó a Operation Blessing ("operación bendición"), de Robertson, en su lista de las 24 organizaciones humanitarias autorizadas para canalizar la ayuda a los damnificados.
Operation Blessing, que en el pasado había sido investigada por desviar las donaciones a intereses mineros en África de Robertson y a gastos políticos, fue ubicada en el tercer puesto de la lista, detrás de la Cruz Roja Internacional y de la red de bancos de alimentos America's Second Harvest ("segunda cosecha de Estados Unidos").
La organización de Robertson supera en la nómina a importantes grupos religiosos de asistencia estadounidenses, como Church World Services y Catholic Charities USA.
Portavoces del FEMA no supieron explicar por qué Operation Blessing aparece tan arriba en la lista, de la que había sido discretamente removida hace tres años cuando se conocieron las primeras denuncias sobre desvío de fondos.
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"Parece que fue puesta en una lista de grupos caritativos, muchos de los cuales integran la alianza Organizaciones Nacionales Voluntarias Activas en Desastres (NVOAD, por sus siglas en inglés)", que coordina las respuestas a las crisis, señaló el periódico The Congressional Quarterly, dedicado a informar sobre las discusiones en el Congreso legislativo.
Operation Blessing no integra la NVOAD, "pero debe haber obtenido el apoyo del FEMA a través de algún otro canal", añadió.
Por su parte, el periódico New York Daily News, en un artículo titulado "Desastre usado como recompensa política", sugirió que ese canal son los vínculos de Robertson con el gobernante Partido Republicano.
También señaló que la ubicación prominente de Operation Blessing en la lista del FEMA le asegura que circule en otras nóminas de agencias recomendadas para canalizar donaciones.
El gobierno del presidente George W. Bush redujo a la FEMA a una pequeña oficina dentro del Departamento de Seguridad Nacional luego de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Washington y Nueva York.
La agencia ha sido duramente criticada por su actuación antes, durante y después de Katrina.
Una de las mayores críticas a la FEMA es que sus principales puestos de dirección están ocupados por socios políticos republicanos, como su director, Michael Brown, con poca o ninguna experiencia en administración de desastres.
Robertson, quien procuró sin éxito ser candidato presidencial por el Partido Republicano en 1988, ha sido el principal representante de la derecha cristiana durante más de dos décadas como presidente de la Coalición Cristiana.
Con la ayuda de su asesor político Ralph Reed, la Coalición ganó mucho control en el sur, el medioeste y el suroeste durante los años 90.
Robertson, de 76 años, renunció a la presidencia de la Coalición en 2001.
Robertson y su compañero Jerry Falwell, fundador de la organización Mayoría Moral, desataron una polémica a fines de 2001 cuando atribuyeron los atentados del 11 de septiembre al liberalismo y la homosexualidad en Estados Unidos.
A pesar de la controversia, la Organización Sionista de Estados Unidos otorgó a Robertson el Premio de Amistad del Estado de Israel por su apoyo a la causa israelí.
El predicador evangélico discrepó a comienzos de año con Bush, cuando éste respaldó el llamado "plan de desvinculación" del primer ministro israelí Ariel Sharon, por el cual retiró sus tropas y a los colonos judíos de Gaza.
El mes pasado, Robertson sugirió en su programa televisivo "Club 700", por la cadena Christian Broadcast Network, que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos debía asesinar a Chávez porque estaba convirtiendo a Venezuela en "una plataforma para la infiltración comunista y el extremismo musulmán en todo el continente".
Robertson señaló que matar al mandatario venezolano sería "mucho más barato que comenzar una guerra".
"Tenemos la capacidad de sacarlo, y creo que ha llegado el momento de que ejercitemos esa capacidad. No necesitamos otra guerra de 200.000 millones de dólares para deshacernos de un dictador. Es mucho más fácil realizar una serie de operaciones encubiertas", agregó.
Sus afirmaciones provocaron de inmediato un escándalo internacional. Venezuela lo acusó de hacer "declaraciones terroristas" e incitar el odio, mientras que el Departamento de Estado calificó sus dichos de "inapropiados". Incluso varios líderes de la derecha cristiana se distanciaron de su postura.
"Ha traído la vergüenza sobre todos nosotros", dijo el presidente de la conservadora Convención Bautista del Sur, el pastor Albert Mohler.
Robertson luego ofreció una disculpa, señalando que "sacar" a Chávez no necesariamente significaba asesinarlo, sino también podía ser secuestrarlo.
Pero no sólo las declaraciones de Robertson debieron haber frenado la decisión de la FEMA de incluir a Operation Blessing en su lista.
The Congressional Quarterly informó que la organización cristiana, fundada en 1978, fue investigada en el oriental estado de Virginia a mediados de los años 90 por el desvío de donaciones para refugiados ruandeses a los negocios mineros de Robertson, que compartía con el entonces dictador de Zaire (ahora República Democrática del Congo), Mobutu Sese Seko.
La investigación terminó cuando el fiscal general de Virginia, que había recibido 35.000 dólares de parte de Robertson en apoyo a su campaña política, suspendió las acciones.
En 2002, Operation Blessing estuvo vinculada a varios proyectos para búsqueda y explotación de oro acordados entre Robertson y el dictador de Liberia, Charles Taylor.
Pero Taylor fue declarado criminal de guerra por el Tribunal Especial para Sierra Leona patrocinado por la Organización de las Naciones Unidas, y debió exiliarse en Nigeria. El propio Bush había pedido su renuncia, lo que provocó la molestia de Robertson.
"Estamos socavando a un presidente cristiano, bautista, para permitir que los rebeldes musulmanes tomen el país", dijo en su programa Club 700.
Robertson también tuvo problemas con la Comisión Federal de Elecciones, que demandó a su Coalición Cristiana en 1996 por promover en forma ilegal a varios candidatos republicanos, violando una ley de impuestos.
El televangelista ha advertido en más de una ocasión que el liberalismo y el secularismo en Estados Unidos recibirán castigos divinos en forma de huracanes y otros desastres.
En 1998 alertó que la sudoriental ciudad de Orlando, en el estado de Florida, podría ser destruida por celebrar el mes del orgullo gay.
"Ustedes están justo en el camino de peligrosos huracanes, y yo no agitaría esas banderas ante el rostro de Dios si fuera ustedes", afirmó entonces.
También se adjudicó haber salvado la ciudad de Virginia Beach —su sede de operaciones— de una serie de huracanes en 1985 y 1995, gracias al "poder de la oración".