El Foro Progresista Global (GPF, por sus siglas en inglés) intentará en su segunda reunión desde este viernes en Milán, Italia, potenciar a las fuerzas sociales y políticas de ese signo para contrarrestar los efectos negativos de la globalización.
El GPF, iniciativa del Partido de los Socialistas Europeos, el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo y la Internacional Socialista, se propone desarrollar una agenda sobre asuntos entre los que figuran el comercio, el sida y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con énfasis en África.
Varios miles de representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG), partidos políticos, instituciones internacionales y sindicatos se reunirán con el objetivo de rear una "alianza progresista" que influya en "el debate político global" y contrarreste "el impacto del ultraconservadurismo religioso y el extremismo del libre mercado en la política internacional".
Julian Scola, portavoz del Partido de los Socialistas Europeos en el Parlamento Europeo, manifestó a IPS que el GPF también representa una manera de resistir contra la política mundial moldeada por "el terrorismo y el miedo, el unilateralismo militar, los problemas raciales y étnicos y fuerzas antiprogresistas".
"Muchos trabajan por una globalización más orientada hacia lo humano, pero el GPF es la única iniciativa que busca una amplia alianza de progresistas", dijo Scola.
Con la reunión de dos días —que se realizará poco antes de la cumbre de la ONU en Nueva York, del 14 al 16 de este mes—, los progresistas se proponen "reformar la globalización creando comunidades progresistas globales para el cambio".
Los delegados debatirán cómo pueden actuar juntas las fuerzas internacionales de ese signo para asegurar "la democracia, la paz duradera, la prosperidad sustentable y la justicia social para todos".
"Queremos fortalecer la red global entre las principales fuerzas de centroizquierda", dijo a IPS Poul Nyrup Rasmussen, presidente del Partido de los Socialistas Europeos y del GPF.
"Reunimos a gente que quiere una globalización mejor que la guiada por el mercado, hoy vigente", agregó.
Rasmussen opinó que el foro también se opondrá a los intentos de Estados Unidos por que la comunidad internacional deje de lado los Objetivos de las Naciones Unidas para el Desarrollo para el Milenio, acordados por una cumbre mundial en 2000.
Entre esas metas figuran la reducción a la mitad de la población que padece hambre y pobreza en todo el mundo, así como alcanzar la educación primaria universal y reducir dos tercios la mortalidad infantil.
"La comunidad progresista no puede aceptar que Estados Unidos bloquee los Objetivos del Milenio", dijo. "Esperamos que este sea el primer paso para fortalecer y ampliar el Consejo de Seguridad de la ONU y la creación de un consejo de desarrollo de la seguridad humana."
La Organización Mundial de Comercio (OMC) es otra área donde el GPF se propone impactar.
"Hace tiempo que la OMC volvió su atención sobre cómo el comercio puede afrontar la pobreza y mejorar las condiciones laborales de los explotados", señaló a IPS Harlem Désir, vicepresidente del Partido de los Socialistas Europeos y del foro.
"El trabajo decente y el abordaje de la pobreza son temas que los progresistas pondrán sobre la mesa en las conversaciones de la OMC en Hong Kong", dijo.
La conferencia ministerial de la OMC, que se celebrará en diciembre, podrían fracasar si no hay un fuerte impulso por parte del Norte industrial, opinó.
El foro también lanzará una nueva iniciativa, "África21", que involucra a dirigentes políticos y a organizaciones civiles y sociales.
"Esta será una campaña dedicada a ayudar a África sobre una base permanente", expresó Rasmussen. "Queremos formar una red fuerte, vinculada con Internet y con el Foro Social Mundial para que podamos continuar nuestro trabajo con África de manera permanente".
Désir afirmó que todos estos temas requieren un movimiento social fuerte. "Como familia socialista, queremos lanzar un nuevo modo de pensamiento y de acción política. Nadie puede actuar efectivamente cuando está solo; debemos actuar a un nivel internacional nuevo y complejo".
Giampiero Alhadeff, secretario general de Solidar, una red de ONG sobre desarrollo con sede en Bruselas, impulsará la necesidad de hacer que el trabajo decente sea la fuerza conductora de la globalización.
"Para nosotros, esto significa que todas las políticas deben ser medidas en términos de su impacto sobre el empleo, la seguridad social, la igualdad entre hombres y mujeres, el acceso a servicios públicos de calidad y el derecho de los trabajadores", dijo a IPS.
"A través de los años, en las ONG y los movimientos sociales hemos hecho campaña para cambiar el actual modelo de globalización", indicó. "Hemos hecho alianzas con sindicalistas, con las iglesias y con los partidos políticos. El GPF está haciendo que el debate dé un paso adelante involucrando a los líderes políticos en un debate cercano con todos nosotros".