Varios gobiernos se preparan para tomar nota de las propuestas que representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) emitirán en la capital de Finlandia, en una conferencia de tres días que comenzará este miércoles.
Más de 600 activistas de 70 países estarán reunidos en la Conferencia Helsinki 2005, bajo la consigna "Movilizando la voluntad política", con la intención de sentar las bases de un proceso de globalización más inclusivo y equitativo.
Pero funcionarios de varios gobiernos también seguirán de cerca las recomendaciones de las ONG, reunidas en el marco del Proceso de Helsinki sobre Globalización y Democracia.
Se trata de un proceso lanzado por los gobiernos de Finlandia y Tanzania cuyo objetivo es cerrar la brecha entre el Sur en desarrollo y el Norte industrial a través de un diálogo sin exclusiones y orientado a la acción.
"Además de la conferencia de ONG y la sociedad civil, hemos traído a los gobiernos amigos del Proceso de Helsinki", dijo a IPS el canciller finlandés Erkki Tuomioja.
Entre esos gobiernos figuran los de Argelia, Brasil, Canadá, Egipto, España, Gran Bretaña, Hungría, India, Malasia, México, Sudáfrica, Tailandia y Tanzania.
"Para ser completamente francos, la Conferencia de Helsinki es propicia al palabrerío. Pero seguiremos de cerca las discusiones que se susciten y recogeremos cualquier idea útil y concreta", aseguró Tuomioja.
Ya hubo intensas discusiones entre ONG y representantes de gobiernos sobre un programa de diez puntos que los activistas se aprestan a aprobar.
"Ya hemos preparado, a alto nivel oficial, algunos de los ítems en los que trabajaremos juntos, basados sobre las propuestas del informe del grupo de Helsinki, y confiamos en que habrá este viernes una declaración conjunta sobre cómo pretendemos trabajar en estos asuntos", dijo Tuomioja.
Un ejemplo mencionado por el ministro finlandés es la propuesta de convención internacional sobre comercio de armas pequeñas y ligeras, "que son realmente las armas de destrucción masiva si se toma en cuenta la cantidad de muertes que ocasionan ".
El tráfico de armas no tiene regulación adecuada, "y queremos trabajar en un tratado que haga plenamente transparentes las transferencias, también con la idea de limitarlas y teniendo un criterio más estricto relacionado con los derechos humanos", afirmó.
Los gobiernos y las ONG han estado trabajando juntos en esta cuestión. "La Unión Europea discutió el asunto en su última reunión. Los británicos quieren avanzar, y nosotros hemos realizados una serie de seminarios", dijo Tuomioja.
¿Qué lleva a Finlandia, un país con no más de 5,2 millones de habitantes, a tomar la iniciativa en estos asuntos?
El Proceso de Helsinki tuvo origen en un foro para considerar el problema de los derechos humanos en la hoy disuelta Unión Soviética. Hoy, la atención se concentra en una gama más amplia de asuntos.
Finlandia, que tiene 1.300 kilómetros de frontera con Rusia, continúa preocupada por las restricciones de los derechos civiles en ese país.
"Algunos acontecimientos recientes no han sido positivos, y estamos preocupados, pero la situación es muy diferente en comparación con la de hace 20 años. Ese tipo de Rusia no regresará. No creemos que Rusia sea una amenaza militar, pero la inseguridad es siempre una amenaza en cualquier caso", afirmó Tuomioja.
De todos modos, Finlandia trata de atender los problemas de la inseguridad más allá de Rusia. "Debemos ser activos en las operaciones de mantenimiento de la paz en conflictos distantes", dijo el canciller.
Helsinki ha enviado gran cantidad de soldados a misiones de paz en todo el mundo, y estado activamente involucrado en procesos de paz lejanos como Sri Lanka e Indonesia.
Mientras esté en el ejercicio de la Unión Europea el año próximo, Finlandia será sede de la mayor conferencia internacional sobre Asia de la historia.
"Nos mueven intereses propios. No puede dividirse la seguridad en el mundo de hoy. Obviamente, por razones históricas estamos en el Báltico y las relaciones con Rusia y Alemania son importantes para nosotros. Pero esos países no son la amenaza militar que solían ser", dijo el canciller.
Finlandia también debe atender el tipo de amenazas que surgen de la situación en Afganistán. "Los conflictos sin resolver, allí o en cualquier parte del mundo, evolucionan hoy con mucha rapidez hacia desafíos mundiales", explicó.
El mundo dejó de lado a Afganistán durante 20 años, y durante ese lapso los grupos armados eran "financiados desde el exterior", pero "nadie se interesó realmente hasta los atentados del 11 de septiembre de 2001, cuando resultó evidente que Afganistán se había convertido en una base para el terrorismo mundial".
Más allá del terrorismo, las nuevas amenazas a la seguridad "son cada vez más de carácter no militar", según Tuomioja.
Entre ellas, mencionó el síndrome respiratorio agudo severo y otras enfermedades contagiosas, así como el cambio climático. "Hemos visto lo que sucede en el Caribe y en Estados Unidos, y espero que eso abra los ojos a los estadounidenses", sostuvo.
Finlandia debe atender esos asuntos, según Tuomioja, porque "para fortalecer la seguridad de nuestra gente debemos hacerlo en un marco global y multilateral". (