Si alguna vez la música pudiera borrar la pobreza de la faz de la tierra, «Plegaria para mi hermano», la última composición del prestigioso músico indio Allah Rakha Rahman, haría el trabajo que los gobiernos del mundo aún no han logrado.
"¿Podrías escuchar alguna vez, podrías preocuparte alguna vez de decir lo que piensas? ¡Sólo por un minuto, sólo por un momento! Esta alegría está a tu alrededor. Muéstrame el amor que debemos hallar. ¿Estás buscando una razón para ser amable? Él dijo: reza por mi hermano".
Así dice la letra de la última composición de Rahman, conocido como "el Mozart de Madrás", su ciudad natal, hoy llamada Chennai, en el sur de India.
La canción fue escrita para la Cumbre Mundial 2005 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, que se realiza desde el miércoles y hasta este viernes en Nueva York.
La obra fue presentada primero en un concierto durante la Cumbre de los Pueblos Contra la Pobreza, que entre el 3 y el 4 de septiembre congregó a 12.000 personas de países asiáticos en la capital india para resaltar las causas de la pobreza y analizar cómo podrían ser eliminadas.
En esa ocasión, la famosa banda paquistaní Junoon y el grupo local Indian Ocean acompañaron a Rahman en la presentación de su himno.
La Cumbre de los Pueblos fue concebida como capítulo sudasiático del Llamado Mundial a la Acción Contra la Pobreza, la alianza que busca que los líderes mundiales cumplan con sus promesas y dar un gran paso adelante en el combate a la pobreza en 2005.
En ese foro, a la que asistieron delegaciones de Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka, Tailandia, Malasia y Nepal, las multitudes solicitaron que los gobiernos detengan la privatización de servicios básicos tales como la salud, el agua y la educación, y los provean en calidad de derechos a los ciudadanos, usando fondos que ahora son malgastados en la compra de armas.
Rahman describió su canción, que ya es un éxito, como "un llamado para terminar con la pobreza", especialmente del tipo que causa que grandes cantidades de población en India mueran innecesariamente de tuberculosis, a menudo dejando sin ayuda a familiares que dependían de ellos.
"Un tercio de las personas que mueren de tuberculosis en el mundo son indias, y esto me duele", dijo Rahman la semana pasada, cuando visitó Mangolpuri, una zona de tugurios en la parte occidental de esta capital en constante expansión, donde las enfermedades y la miseria coexisten con deslumbrantes complejos comerciales y casas lujosas construidas en arbolados bulevares.
Globalmente, cada año mueren dos millones de personas por tuberculosis, y 30 por ciento de la población de tuberculosos del mundo vive en India. "Hay una estrecha relación entre tuberculosis y pobreza", observó el músico.
Rahman se movió con facilidad a través de las multitudes de fanáticos, deteniéndose para hablar con pacientes de esa enfermedad que están bajo el tratamiento directamente observado, que asegura a las personas con el virus TB (causante de la tuberculosis), dosis diarias de un cóctel especial de medicamentos poderosos durante seis meses.
La celebridad internacional escuchó pacientemente las quejas, incluyendo las de Sahasi, una agencia de voluntarios que organizó el encuentro de Rahman con los pacientes tuberculosos, pero que ya no participa del control de esos tratamientos a causa de una nueva política. "Solíamos dar las dosis a los pacientes, pero ahora el gobierno quiere que sean tratados sólo en hospitales gubernamentales", explicó un voluntario.
En la apatía general de hospitales públicos se asegura que los pacientes abandonan el tratamiento, lo que constituye una tendencia peligrosa, porque entonces desarrollan rápidamente una variedad resistente a múltiples medicamentos, que es difícil de curar y suele convertirse en sentencia de muerte para los pacientes pobres.
Pero el siempre radiante Rahman, embajador internacional de la Sociedad Paremos la Tuberculosis, un programa de la Organización Mundial de la Salud, estuvo en Mangolpuri principalmente para lanzar en India una red de pacientes tuberculosos llamada "TB Sangharsh" ("combata el TB") que pueda hacer frente a la enfermedad en el tugurio.
"'TB Sangharsh' es la primera de su clase en este país y ha sido creada para que los pacientes puedan obtener tratamiento con o sin la ayuda de los hospitales del gobierno", dijo Sarla (nombre completo), quien lidera la campaña.
"'TB Sangharsh' ha sentado en Mangolpuri un ejemplo que quiero llevar a otras partes de India", expresó Rahman, agregando que más que nada había una necesidad de crear conciencia sobre qué es la tuberculosis y qué puede hacerse para detenerla, especialmente involucrando a los propios pacientes.
La nueva red trabajará estrechamente con organizaciones no gubernamentales y pacientes, y los aconsejará sobre diferentes clases de tratamientos disponibles, así como sobre la necesidad de cumplir con las terapias de manera ininterrumpida. La red también ayudará a contrarrestar el estigma asociado con la enfermedad en India.
En Mangolpuri, Rahman exhortó a las personas a solicitar tratamiento contra la tuberculosis como un derecho. "Su salud es importante no sólo para usted y su familia, sino para toda nuestra sociedad", fue su argumento.
Doscientas entidades nacionales e internacionales, incluyendo al Banco Mundial y a la Organización Mundial de la Salud, son parte de la Sociedad Paremos la Tuberculosis, lanzada en marzo de 2004 con el propósito de identificar globalmente a por lo menos 70 por ciento de los casos de tuberculosis infecciosa y lograr la cura de 85 por ciento para fines de 2005.
Rahman fue nombrado embajador del programa por su notoriedad y popularidad. Frecuentemente se hace tiempo en su ocupada agenda, que incluye composiciones para la enorme industria cinematográfica de India, para ir a barrios pobres y asentamientos y a cualquier otro lugar en el que ronde la tuberculosis, para de generar conciencia contra la enfermedad.