La inversión extranjera directa (IED) creció en América Latina y el Caribe 44 por ciento en 2004, tras cuatro años de descensos consecutivos, señaló un informe de la Unctad difundido este jueves, un repunte que multiplica ganancias transnacionales en una región de inequidad y pobreza.
El aumento de la IED en la región, que recibió 68.000 millones de dólares en 2004, fue el segundo más importante del Sur en desarrollo, detrás de Asia y Oceanía, señala el Informe 2005 sobre Inversiones en el Mundo de la Unctad (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo), difundido de forma simultánea en Ginebra, Nueva Delhi, Nueva York y México.
Son buenas noticias para quienes hacen negocios transnacionales y multiplican su dinero, pero no para los 224 millones de pobres y 96 millones de indigentes de la región.
"La inversión extranjera en sí misma no promueve nada (en materia de desarrollo social), su papel es secundario" en ese sentido, dijo a IPS Tagi Sagafi-nejad, profesor de la Escuela de Administración de Empresas de la Universidad Internacional de Texas, uno de los encargados de presentar el informe de la Unctad en México.
Opinión similar expresó Cristina Casanueva, investigadora de la Universidad Iberoamericana de México y también expositora del estudio. "A la inversión extranjera no le importa la pobreza o si hay o no democracia en tal o cual país", señaló la observadora a una pregunta de IPS.
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Brasil y México fueron los más beneficiados de la región en materia de IED en 2004, con 52 por ciento del total. Se trata de los países más grandes y poblados, pero también los de mayor desigualdad social.
El efecto redistributivo de la IED depende directamente de las estrategias y regulaciones de cada país, apuntó Casanueva. No obstante, la inversión extranjera, "de la que ahora ya no hay como prescindir", crea empleos y recursos.
América Latina, la región del mundo con mayor brecha entre ricos y pobres, es un destino relativamente atractivo para la IED y comienza a ser origen de inversiones.
Entre las empresas que invierten en el exterior se cuentan las mexicanas Cementos de México y América Móvil y el consorcio estatal petrolero Petrobras, de Brasil, firmas que ya están entre las más grandes del mundo en desarrollo, indica la Unctad.
Las inversiones de empresas mexicanas y brasileñas fuera de sus territorios en 2004 sumaron 11.000 millones de dólares.
"Somos muy millonarios y muy buenos para recibir dinero extranjero, pero eso no nos sirve aún para abatir la pobreza, lo que es una paradoja", dijo IPS el consultor financiero mexicano Francisco Rivas.
Según el estudio del Banco Mundial, Desigualdad en América Latina y el Caribe ¿Ruptura con la historia?, el 10 por ciento más rico de la población de la región recibe entre 40 y 47 por ciento del ingreso total, mientras el 20 por ciento más pobre capta apenas entre dos y cuatro por ciento.
"América Latina sufre de una enorme desigualdad. El país de la región con la menor inequidad en los ingresos sigue siendo más desigual que cualquiera de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) o de Europa oriental", señala ese estudio.
"Se trata de un fenómeno invasor, que caracteriza a cada aspecto de la vida, como el acceso a la educación, la salud y los servicios públicos. El acceso a la tierra y a otros activos. El funcionamiento de los mercados de crédito y laborales formales, y la participación e influencia políticas", añade.
Es positivo que lleguen más inversiones extranjeras a la región, pero eso no indica que los países hayan "resuelto sus problemas relacionados con los escasos beneficios que reporta la operación de empresas transnacionales en su territorio", advierte la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En su reporte sobre inversiones 2004 difundido en marzo, esa agencia de la Organización de las Naciones Unidas indica que la región debería hacer esfuerzos adicionales por atraer inversiones extranjeras de mejor calidad.
Según la Unctad, los mayores incrementos de la IED en 2004, comparada con años anteriores, se registraron en Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México y Perú, mientras hubo descensos en Bolivia, Ecuador y Venezuela.
El aumento de la IED en la región está relacionado con una combinación de factores locales y mundiales, como el crecimiento económico global, la elevada demanda de productos básicos y la adopción de políticas favorables por parte de algunos gobiernos, señala la Unctad.
En el ámbito mundial, la IED sumó 648.000 millones de dólares, dos por ciento más que en 2003.
Para 2005 se esperan nuevos repuntes en las inversiones de América Latina y el Caribe, marcando así una tendencia distinta al periodo de estancamiento registrado entre 1999 y 2003, añade el estudio.
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