Cada vez más niños y niñas rusos nacidos con el virus del sida son abandonados en orfanatos u hospitales, mientras sus madres sufren discriminación, incluso de los propios médicos.
Según los últimos datos, más de 20 por ciento de las rusas portadoras del virus de inmunodeficiencia humana (VIH, causante del sida) que dieron a luz en febrero abandonaron a sus bebés.
La mayoría de los médicos creen que la incidencia del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) en Rusia es mucho mayor de lo que se reconoce oficialmente.
La organización internacional Human Rights Watch (HRW), con sede en Nueva York, señaló que los niños y niñas con sida muchas veces deben ser separados de los adultos, "no porque sean peligrosos para la sociedad, sino porque ésta es peligrosa para ellos".
"Mantenerlos todos juntos es una forma de protegerlos", según la organización, que, no obstante, expresó preocupación por la situación en Rusia.
La cultura del miedo al VIH también ha aislado a las mujeres afectadas. Muchas deciden ocultar su diagnóstico a sus compañeros de trabajo, amigos e incluso familiares, por miedo a la discriminación.
"La ley rusa protege de la discriminación a todas las personas con VIH, pero el gobierno ha ignorado muchas veces la que sufren estas mujeres y sus hijos", indicó a IPS la directora ejecutiva de la División de Derechos de los Niños y Niñas de HRW, Lois Whitman.
"El estigma del VIH/sida los sigue a todas partes: en el trabajo, en la escuela, en la clínica del barrio e incluso en sus propios hogares", añadió.
Muchas mujeres enfermas sufren discriminación de parte de los propios médicos y de las enfermeras, que en algunos casos les niegan tratamiento, mientras sus hijos son rechazados en las escuelas.
Los niños y niñas abandonados, por lo general, terminan en orfanatos especiales para menores infectados con VIH o en salas aisladas de un hospital.
La presidenta de la Comisión para Asuntos sobre Mujeres, Niños y Familia de la Duma (cámara baja del parlamento), Ekaterina Lakhova, señaló que muchos rusos no se dan cuenta de sus prejuicios hacia los portadores de VIH.
"Mientras los políticos y los activistas por los derechos humanos hemos logrado un considerable avance en la lucha por la integración y el bienestar de nuestras mujeres, niños y niñas, todavía hay personas que siguen dividiendo a la sociedad. La situación podría empeorar más de lo que creemos", dijo la legisladora a IPS.
"Es una locura que estas personas sean echadas de sus empleos, se les anulen sus acuerdos de alquiler o reciban atención inadecuada luego de que los médicos se enteran de que tienen VIH", señaló.
"Romper la confidencialidad puede distorsionar la vida de estas personas, obligándolas a buscar nuevos empleos, nuevas escuelas y nuevas casas", añadió.
Por su parte, la directora regional de la internacional Fundación Este-Oeste para el Sida, Julie Dixon, alertó que la creciente cantidad de madres con VIH podría convertirse en un grave problema social si el gobierno no actúa cuanto antes.
"La discriminación con frecuencia las disuade de buscar la información adecuada sobre las formas más efectivas para tratar la enfermedad, de buscar el apoyo de otras en situación similar y de pedir atención médica", dijo a IPS.
"Además, la discriminación les obliga a vivir en la clandestinidad, cuando deberían demandar un trato igualitario y una aceptación general de la población. Esto puede afectar negativamente el desarrollo de los niños y niñas, tanto social como psicológicamente", agregó.
"Los rusos creen que el virus no se originó en su país, y por eso cualquiera que lo contrae se convierte en un marginado", explicó a IPS el director de programas de la organización no gubernamental Socios Transatlánticos Contra el Sida, Alec Khachatrian.
"Estas mujeres tienen los mismos derechos y se les tiene que dar acceso a todo lo estipulado por las leyes. No son criminales", afirmó.
Khachatrian se opone al aborto como solución. "Las mujeres con VIH deben ser bien recibidas y se les debe respetar su privacidad. Se tienen que encontrar formas de integrarlas a la sociedad", añadió. (