SALUD-ASIA: Guerra del antigripal entre Norte y Sur

La carrera entre Asia sudoriental y países ricos por acaparar las limitadas existencias de Tamiflu, única medicina capaz de frenar una epidemia de la mortal gripe del pollo, podría tener consecuencias funestas para ambos competidores.

La disparidad quedó en evidencia por la rapidez con que el mundo rico, encabezado por Estados Unidos, usó fuerte sumas de dinero para adquirir grandes cantidades de un medicamento que, según las autoridades mundiales de la salud, es el antigripal más potente de la actualidad.

Además de asegurarse suficientes dosis de Tamiflu para dos millones de tratamientos, Washington negocia un contrato para comprar aun más partidas del medicamento a Roche, la compañía farmacéutica suiza que lo produce, según distintas versiones.

Otros países ricos como Gran Bretaña, Francia y Noruega también habrían ordenado gran cantidad de dosis del antigripal, suficientes como para tratar a entre 20 y 40 por ciento de sus poblaciones.

Esas compras desconciertan a expertos en salud del Sur en desarrollo, en particular del sudeste asiático —cuna de la cepa H5N1 del mortal virus de la gripe del pollo—, dado que ninguno de esos países ricos sufren el mal, como sí lo padecen Vietnam, Tailandia, Camboya e Indonesia.
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”Los países occidentales acaparan el medicamento y le niegan así el acceso a los países en desarrollo que más lo necesitan”, dijo el secretario (ministro) de Salud de Filipinas, Francisco Duque. ”Los países pobres somos, una vez más, expulsados del campo de juego.”

Filipinas, que ha visto cerca de sus fronteras la epidemia de gripe del pollo (también llamada influenza aviar) desde su estallido en enero de 2004, procura tener un mayor acceso al Tamiflu.

”Apenas tenemos un poco del medicamento en nuestros botiquines”, explicó Duque. ”Necesitamos más, pero estamos muy debajo en la lista de órdenes de compra.”

Poco antes, se había expresado en el mismo sentido el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Lee Jong-wook. Los países ricos, dijo, no deberían preocuparse solo de la salud de sus ciudadanos excluyendo a los de otros países, dijo en Bangkok.

Esa política, advirtió Lee, podría ser contraproducente, pues el virus no respeta las fronteras. La OMS cuenta con una cantidad de Tamiflu suficiente apenas para tratar a 125.000 pacientes y prevé aumentar esa cantidad a un millón de dosis, sostuvo.

Tailandia, con frecuencia considerada líder en materia de salud pública de Asia sudoriental, cuenta apenas con 22.000 dosis.

Duque y Lee participaron en Bangkok en una conferencia internacional que concluyó el jueves sobre medidas de prevención sanitaria. Las deliberaciones se concentraron en la gripe del pollo, dado que el virus H5N1 podría dar origen a una pandemia de gripe en el futuro inmediato.

Desde que la gripe del pollo comenzó a propagarse por la región, casi 60 personas murieron a causa de la variedad humana de la enfermedad, tras tener contacto con aves infectadas. Vietnam sufrió 40 muertes, Tailandia, 12, Camboya, cuatro, e Indonesia, tres.

Los casos informados por los gobiernos a los registros de la OMS fueron 112, lo cual deja como saldo una mortalidad superior a 50 por ciento. Al menos 140 millones de aves murieron o fueron sacrificadas a causa del virus desde enero de 2004.

La OMS y muchos expertos están alerta ante la posibilidad de que una nueva mutación del virus mate a millones de personas en todo el planeta, tal como sucedió en 1918 con la pandemia de gripe que acabó con 50 millones de vidas en todo el mundo.

Los especialistas atribuyen el riesgo a la falta de una vacuna preventiva y de una respuesta natural en el organismo humano para combatir el virus.

El sudeste asiático representa aproximadamente un cuarto del comercio mundial de pollo, con China y Tailandia como principales exportadores, según datos de la agencia.

Los países en cuyos corrales se ha registrado la presencia del virus de la gripe del pollo son Camboya, China, Corea del Sur, Indonesia, Japón, Laos, Pakistán, Vietnam, Tailandia y Taiwán.

La gripe del pollo, también conocida como ”influenza aviar” o ”avícola”, afecta a todo tipo de ave. En los seres humanos infectados, los primeros síntomas son fiebre y tos, así como descenso de la presión arterial y del nivel de glóbulos rojos. En última instancia, pude desarrollarse neumonía.

Las aves sufren enrojecimiento de los ojos y daños al hígado. La enfermedad, conocida desde hace unos 100 años, traspasó en 1997 la frontera de las especies al contagiar a la humana.

Algunas cepas son de elevadísima mortalidad, pero la actual, causada por el virus H5N1, es la peor de todas, dada su gravedad y su capacidad de adaptación genética.

Al detectarse en 1997 los primeros casos humanos y la muerte de seis de las 18 personas que contrajeron la enfermedad, el gobierno de Hong Kong dispuso el sacrificio de todas sus aves de corral —entonces, 1,5 millones en total—, lo que insumió tres días.

La OMS informó que el virus puede sobrevivir en el aire en temperaturas frías. En el agua, soporta hasta cuatro días a 22 grados y hasta 30 a cero grado. La agencia también calculó que un gramo de estiércol de pollo puede contener suficientes virus como para infectar a un millón de aves.

La OMS ha manifestado preocupación por la posibilidad de que el mal mate a millones de personas si su virus se combina con cepas del de la gripe humana.

El cerdo, animal que sufre tanto los embates de la gripe del pollo como la humana, podría operar como laboratorio donde se registraría la mutación. De ese modo, la gripe del pollo podría ser contagiosa de ser humano a ser humano, indicó la OMS.

Pero, por el momento, los infectólogos han detectado escasas evidencias de una mutación en ese sentido. ”Hubo una evolución sutil del virus, pero era algo que esperábamos”, dijo a IPS un investigador del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.

Expertos en salud pública consideran que los preparativos para afrontar otra pandemia como la de 1918 son radicalmente diferentes de todo lo conocido hasta ahora en la materia.

La gestiones para almacenar grandes cantidades de antigripales es ”realmente prevención de epidemias”, dijo el representante de la OMS en Tailandia, William Aldis. ”Es una idea nueva y radical.”

”El propósito del almacenamiento es acumular suficiente cantidad del medicamento en un lugar como para 'quemar' el virus, y somos capaces de hacerlo en su fuente”, aseguró Aldis.

Pero para lograrlo, el sudeste asiático necesita entre tres y cinco millones de Tamiflu, dijo a IPS el director de la División de Epidemiología del Departamento de Control de Enfermedades de Tailandia, Kumnuan Ungchusak.

”Si estalla la epidemia, esta región será la más afectada”, advirtió. ”Se propagará rápidamente a través de los modernos medios de transporte, al contrario de pandemias anteriores, cuya diseminación insumió de uno a dos meses.”

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