METAS DEL MILENIO-MÉXICO: Más planes para los mismos pobres

– Activistas creen que el anuncio de nuevos programas para asistir a los 52 municipios indígenas más pobres de México es mera propaganda, pues 30 años de políticas sociales no dejaron más que un impacto marginal en la vida de los que no tienen casi nada.

En un acto oficial, el presidente Vicente Fox y gobernadores de los estados con municipios más pobres, anunciaron este martes un frente común para cambiar la situación de unas 600.000 personas de esas comunidades, la mayoría en zonas montañosas del sureste del país.

El programa incluye asistencia en educación, salud, empleo, nutrición, construcción de caminos, agua potable y electricidad.

Casi 100 por ciento de la población es indígena en esos lugares. La mitad no percibe ningún ingreso, y el resto no llega a ingresar 100 dólares mensuales.

Sin embargo, la asistencia social funciona allí desde los años 70. "Lejos de mejorar su situación, es mucho peor ahora, lo que indica que las estrategias fueron erradas, clientelistas, politizadas y plagadas de corrupción", dijo a IPS el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera.
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La organización trabaja en las montañas del estado de Guerrero, hogar de Metlatónoc, el municipio más pobre de este país.

Según Barrera, los programas "son ideados sin consultar a los nativos ni considerar su cultura, con ideas asistencialistas y bajo el esquema de ayudas individuales y a veces a cambio de apoyo políticos".

"Estos son programas lanzados para los medios de comunicación, para hacerse propaganda con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero en la realidad no funcionan, lo hemos visto", añadió en diálogo telefónico desde Guerrero.

En Metlatónoc más de 70 por ciento de la población es analfabeta, un panorama similar al de los otros distritos en los que la mitad de la población habla sólo lenguas indígenas. El vecino es Coicoyán de las Flores, penúltimo en el índice de los municipios más pobres.

El anuncio de Fox aparece pocos días después de que agencias de la ONU e informes del gobierno reportaron una reducción de la pobreza en este país, aunque advirtieron la persistencia de la indigencia en algunos lugares.

El informe sobre desarrollo humano realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo indicó en julio que los municipios indígenas presentan grados de subdesarrollo similares a los países más pobres de África.

En 104 millones de habitantes, hay unos 10 millones de indígenas, y la gran mayoría de ellos viven en la pobreza.

Según estimaciones oficiales, 75 por ciento de la población indígena no concluyó la enseñaza básica (duplicando la proporción nacional) y más de 30 por ciento es analfabeta, tres veces el promedio nacional.

Esta situación "nos pega" en los promedios de pobreza y desarrollo humano, pero eso va a cambiar aunque tome tiempo, dijo Xóchitl Gálvez, jefa de la gubernamental Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.

Sin embargo, en la relación del gobierno con los aborígenes pobres "todo se reduce hoy a programas diseñados desde el centro sin tomar en cuenta las demandas y planteamientos de los pueblos", estima Tlachinollan.

"Lo más indignante es que el combate a la pobreza se ha reducido a fertilizantes químicos, a la entrega de picos y palas, a despensas y pagos caritativos, que lo único que han hecho es hacer más dependientes a las familias indígenas de la mano caritativa de los gobernantes en turno", señaló un comunicado de la organización.

Esto "socava la vida al interior de las comunidades porque se individualizan los apoyos, causando mayores conflictos internos y fragmentando la organización comunitaria", añade.

Cincuenta y dos programas se aplicaron desde 2001 a los 52 municipios, con impacto marginal. Por eso, ahora la estrategia es integrar esas iniciativas y sumar esfuerzos de los gobiernos estaduales y municipales, explicó Gálvez.

La proporción de la indigencia se redujo en México de 16,2 por ciento a 11,7 por ciento entre 1992 y 2004, mientras la pobreza cayó de 44,2 a 37 por ciento en el mismo período, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Brasil, Ecuador, México, Panamá y Uruguay son los países de la región que están bien encaminados para cumplir la meta de reducir a la mitad la proporción de hambrientos e indigentes antes de 2015, según la Cepal. Sólo Chile cumplió ya con ese objetivo.

Se trata del principal propósito de los ocho acordados en septiembre de 2000 por la comunidad internacional para abatir la pobreza y las desigualdades en todo el mundo.

Los datos del gobierno mexicano indican que la pobreza extrema, que según la medición nacional incluye a las personas con ingresos de 52 dólares por mes en zonas rurales y de 70 dólares en las ciudades, cayó de 20,3 por ciento en 2002 a 17,3 por ciento en 2004.

El gobierno atribuye la reducción a la estabilidad económica, pero sobre todo a "Oportunidades", un programa que entrega fondos y ayuda alimentaria y de salud a 25 millones de personas con un costo de 9,5 millones de dólares diarios.

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