Grupos de la sociedad civil de Kenia apuntarán todas sus baterías contra una enmienda de la Constitución que fortalece los poderes del presidente y que será sometida a consulta popular en noviembre.
El texto reformado, aprobado el 21 de julio en el Parlamento por 102 votos contra 16, había sido propuesto a inicios del mes pasado en una reunión entre varios legisladores celebrada en la oriental ciudad costera de Kilifi.
El ahora llamado borrador de Kilifi fue elaborado para reemplazar a otra versión de la Carta Magna impulsada el año pasado en la Conferencia Constitucional Nacional (NCC) y que hoy es conocida popularmente como el borrador Bomas.
Este nombre deriva del edificio donde se reunió la NCC para debatir el documento. Bomas of Kenya es un centro cultural en las afueras de Nairobi.
Mientras el proyecto de Bomas instaura el cargo del primer ministro y le asigna gran parte de los poderes que hoy ostenta el presidente, el borrador de Kilifi fortalece la figura presidencial y, aunque también propone el puesto de primer ministro, le concede poca autoridad.
El proyecto de Kilifi fue el que obtuvo finalmente la sanción parlamentaria y el que será sometido a consulta popular en noviembre, luego de una campaña de información pública.
Derrotaremos (al borrador Kilifi) en el referendo. Somos capaces de movilizar a la población keniata a través de un programa de educación cívica paralelo que comenzará en agosto, señaló el activista Ng'ang'a Thiong'o, del Movimiento Popular, una alianza de organizaciones defensoras de los derechos humanos que se oponen a la reforma constitucional.
Una vez que informemos a la población sobre las fallas del proyecto, estará en posición de votar con sabiduría, dijo a IPS.
Las bases del proyecto Bomas fueron establecidas por la Comisión de Revisión de la Constitución de Kenia, creada en 2000 para reunir las inquietudes de la población e incluirlas en un proyecto de la Carta Magna aprobada vigentes desde 1963, cuando este país se independizó de Gran Bretaña.
El trabajo elaborado por la Comisión fue presentado luego a la NCC.
Los miembros de la Comisión, que viajaron por todo el país, descubrieron que muchos ciudadanos querían limitar las funciones del presidente, quizás como una reacción a los abusos de poder del ex mandatario Daniel Arap Moi (1978-2002).
La decisión de reemplazar el borrador Bomas fue motivada luego por una fuerte lucha de poder entre el Partido Democrático Liberal, liderado por Raila Odinga, y el Partido de la Alianza Nacional de Kenia, del presidente Mwai Kibaki. Ambos conforman la gobernante Coalición Nacional del Arco Iris.
A Odinga se le habría prometido el puesto de primer ministro consagrado en una futura Constitución luego de la victoria de la Coalición en las elecciones de diciembre de 2002.
Por eso, ahora el partido de Odinga quiere debilitar el poder del presidente para ganar más espacio de acción, pero Kibaki no lo resigna.
El gobierno está destruyendo este camino (el planteado por el proyecto Bomas) porque tiene en la mira las próximas elecciones. Todo se trata de la reelección de Kibaki, dijo a IPS el analista político Mutahi Ngunyi, del instituto independiente Series on Alternative Research in East Africa.
Los próximos comicios en este oriental país africano de 32 millones de habitantes se realizarán en 2007.
El Parlamento aprobó el borrador Kilifi luego de dos días de largos debates y de violentas manifestaciones en las calles de Nairobi.
Al menos una persona murió —según se informó, un hombre que aprovechó las protestas callejeras para saquear comercios—- y varias resultaron heridas en enfrentamientos con la policía. Más de 20 fueron detenidas, entre ellas varios líderes de grupos de la sociedad civil.
Los manifestantes intentaban trasladarse al Parlamento para pedir a los legisladores que rechazaran el borrador Bomas, pero la policía cerró todas las calles de acceso al edificio.
Los parlamentarios aprobaron el proyecto de Kilifi en los términos de la Ley de Consenso, aprobada el año pasado pese a las fuertes protestas populares. La ley les concedió el derecho a enmendar partes del proyecto de Bomas.
Antes, los parlamentarios sólo podrían aceptarlo o rechazarlo en forma íntegra.
Si la reforma constitucional es aprobada en el referendo, entrará en vigor en diciembre. (