Desde su inicio en 2000, grupos de autoayuda han resultado decisivos para que las mujeres de varias remotas aldeas indias del norte montañoso mejoraran su calidad de vida y ganaran poder, incursionando por primera vez en gobiernos tradicionalmente patriarcales.
Afrontar problemas como el analfabetismo femenino se volvió menos duro una vez que las mujeres de esta aldea del pintoresco estado norteño de Uttaranchal decidieron que esos asuntos estaban estrechamente vinculados a la holgazanería de la población masculina y a su aparejado hábito de beber alcohol.
Organizándose en un pequeño pero determinado grupo de autoayuda, las mujeres emprendieron la doble tarea de conseguir que sus hijas asistieran a la escuela, desafiando la opinión de los hombres, y de lanzar una agresiva campaña antialcohólica.
Así comenzaron a ingresar sin miedo en los hogares y a destruir recipientes y equipos para destilar bebidas alcohólicas caseras, y obligaron a sus parejas a tomar en serio sus dos propósitos: promover la alfabetización y prohibir el alcohol.
Cinco años más tarde, estas mujeres miran atrás con satisfacción y están prontas para cosechar los beneficios de librar del alcohol a la aldea de Naitri, y de ver a niños y niñas ir y volver alegremente a la escuela.
Las mujeres de Naitri juran que nada de esto habría ocurrido si no hubiera sido por la formación del grupo de autoayuda en 2000.
Este grupo se ha convertido en una fuerza tal que hoy prácticamente ha tomado el control del "panchayat" de la aldea (principal órgano de gobierno local) y su líder, Rampyari, planea postularse a las elecciones para "gram pradhan" (jefa de la aldea), algo que una mujer no hubiera imaginado pocos años atrás.
Arrancar ese bastión de poder y control patriarcal puso de manifiesto las agallas y perseverancia femenina ante la resistencia masculina, aunque también ayudó que una ley nacional reservara 33 por ciento de los escaños de los órganos locales de gobierno a candidatas mujeres.
De momento, las mujeres están ocupadas en la construcción de un edificio para albergar a este organismo. "Mientras nos encargamos de varios trabajos de desarrollo en la aldea, elevamos a las autoridades nuestra solicitud de una 'panchayat bhawan' (sede del panchayat)", dijo Rampyari, de 38 años, a IPS.
Los hombres de la aldea objetaron la construcción de un edificio que, para ellos, busca institucionalizar el nuevo poder de las mujeres.
"Nosotras, las mujeres, tenemos mucho poder. Necesitábamos un lugar donde pudiéramos reunirnos y discutir temas importantes que atañen a nuestra aldea, tales como la protección de los cultivos y mejores carreteras", señaló Rampyari.
Cuando la adquisición del predio para construir la sede se convirtió en una batalla entre los sexos, pues los hombres de las más de 100 familias que conforman la aldea se resistían, las mujeres elevaron su demanda al magistrado del distrito de Uttarkashi, un burócrata poderoso que representa al gobierno central.
"El magistrado del distrito falló a nuestro favor y ordenó que un inspector policial visitara nuestra aldea y se asegurara de que podríamos erigir el edificio sin problemas", dijo Rampyari. "Controlé personalmente la construcción, que se completó en unos 10 meses", agregó.
Las integrantes del grupo de autoayuda reunieron el dinero necesario para comprar el terreno y el gobierno aportó los 3.500 dólares necesarios para erigir una sede apropiada, con dos habitaciones.
La historia de Naitri es un ejemplo inspirador de cómo las mujeres pueden liberarse de ataduras culturales y tradicionales si se organizan para presionar por sus derechos. Pero no es un caso aislado en estas zonas.
En la cercana aldea de Kimi, un grupo de autoayuda integrado por 10 mujeres está trabajando con el panchayat para asegurarse de que labores de desarrollo en la aldea se lleven a cabo rápida y eficientemente.
"Nuestro grupo de autoayuda es un foro efectivo para discutir temas como la limpieza y el despeje de caminos, la provisión de agua, la recolección de forraje y otros asuntos comunitarios", explicó Lakshmi, de 55 años, presidenta del panchayat.
El grupo de autoayuda impone multas equivalentes a unos 40 centavos de dólar a los campesinos que permiten a su ganado pastar en tierras cultivadas y, de ese modo, afirma su autoridad. "El grupo nos ha dado tanto en términos de conocimiento y de ahorros. De otro modo, ¿quién se molestaría por nosotras, mujeres analfabetas de la montaña?", se preguntó Lakshmi.
El bloque de Naugaon (unidad administrativa básica) del distrito de Uttarkashi, en el cual se encuentran las aldeas de Naitri y Kimi, tiene una alfabetización de 41 por ciento de sus 56.000 habitantes, pero las mujeres alfabetizadas son sólo 6,8 por ciento del total de la población femenina.
"En nuestra época, a las niñas no se les permitía ir a la escuela. Nos decían que no era importante porque de cualquier modo nos casaríamos y seríamos enviadas a otra aldea. Pero hoy todas las niñas de la aldea van a la escuela", destacó Surjidevi, ex secretaria del grupo de autoayuda de Kimi.
El concepto de los grupos de autoayuda también ha sido decisivo para mejorar la situación económica de las mujeres en áreas rurales, dijo Chhaya Kunwar, coordinadora del Centro de Investigación Acción Himalaya, una organización no gubernamental (ONG) con sede en Dehradun, capital del estado de Uttaranchal.
El Centro ha trabajado durante varios años en pro del empoderamiento social, político y económico de las mujeres de la montaña, e inició en 2000 el proceso de creación de los grupos de autoayuda en Naugaon, Purola, Barkot, Bagasu y Rajgarhi, en el distrito de Uttarkashi.
En los últimos tres años, el Centro colaboró con el funcionamiento de 182 grupos de autoayuda en Uttarkashi, y Chhaya cree que se ha recorrido un largo camino hacia el cumplimiento de las Metas de Desarrollo del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), especialmente las relativas a conseguir una educación primaria universal, promoviendo la igualdad de género, y el alivio de la pobreza.
La ONU adoptó en septiembre de 2000 las ocho Metas del Milenio como una plataforma de desarrollo para llegar a 2015 con reducciones sustanciales de la pobreza extrema, el hambre y la desigualdad en todo el mundo.
No ha sido fácil el trabajo en estas zonas remotas del vasto subcontinente indio. "Creemos que cualquier éxito es resultado de un proceso lento y gradual de construcción institucional", dijo Chhaya.
El Centro tiene una estrategia paulatina de crear y fortalecer grupos de autoayuda, para luego pasar a la institucionalización.
"Se organizan sesiones de entrenamiento, exposiciones, interacción cara a cara con expertos, profesionales y funcionarios del gobierno para generar confianza en las mujeres, desarrollar sus cualidades de liderazgo y potenciar sus habilidades para administrar los grupos", relató Chhaya.
Algunas personas fueron entrenadas como motivadoras para ayudar en temas que, de no ser tratados delicadamente, podían resultar en la desintegración de los grupos de autoayuda, especialmente en sus etapas iniciales, cuando emergían los choques de ideas sobre algunos asuntos.
Las motivadoras jugaron un rol clave en el fortalecimiento de los grupos de autoayuda, recalcó Ameeta Kala, activista del Centro por más de ocho años.
Los obstáculos del proceso han sido muchos, por ejemplo, la no comprensión del funcionamiento del grupo, no actualizar las actas de las reuniones mensuales, no pagar en fecha las cuotas de algún préstamo, la poca disciplina y el desinterés, citó Ameeta.
Muchos grupos se fortalecieron porque fueron estimulados a realizar actividades para generar ingresos, basándose en recursos disponibles en el lugar.
El grupo de autoayuda de Naitri cuenta con un pequeño fondo común de 100 dólares en el banco local, además de un fondo rotativo de 300 dólares que habilita a sus integrantes a disponer de préstamos para emergencias como enfermedades, casamientos y compra de semillas para cultivar.
En Kimi, las habitantes son más ambiciosas, y su grupo de autoayuda ha empezado a presionar a las autoridades para establecer un dispensario médico en la aldea y tender más acueductos para mejorar el bienestar general y aumentar la productividad. (