La decisión del gobierno de Francia de condicionar la atención médica de los pacientes a su condición de residentes legales dejó sin derecho a tratamiento a unos 400.000 inmigrantes indocumentados.
El gobierno introdujo una nueva ley el 29 de julio que requiere a todos los inmigrantes que necesitan atención médica que presenten pruebas de su entrada legal al país.
Esta norma no sólo presenta un problema para los inmigrantes sin permisos de ingreso o de residencia, sino también para los médicos.
El gobierno ha puesto una pesada carga ética sobre el personal médico. En vez de dedicarnos a aquello que nos hemos consagrado, dar asistencia médica a los enfermos, tenemos que ver antes los documentos de identidad, afirmó el presidente de la Asociación de Médicos de Emergencia, Patrick Pelloux.
Por su parte, el presidente de la organización humanitaria Médecins du Monde (Médicos del Mundo), Francoise Jeanson, dijo a IPS que la atención médica debe ser la prioridad, y los controles administrativos sólo vienen luego del tratamiento.
El gobierno cree que esto debe ser al revés, añadió.
El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, dijo al anunciar la nueva ley que el fraude en el tratamiento médico es inaceptable.
Pero prácticamente todas las asociaciones médicas consideran que estos fraudes son marginales.
El costo de estos tratamientos no supera los 700 millones de dólares anuales, y representa menos de 0,5 por ciento del presupuesto médico total de Francia, explicó Jeanson.
Los inmigrantes que necesiten atención médica en hospitales públicos ahora deben presentar pruebas de que residen legalmente en Francia desde por lo menos tres meses. Antes, solamente tenían que firmar una declaración de identidad.
La nueva ley limita la asistencia médica gratis a personas que ganan menos de 690 dólares al mes y señala que los ingresos de los inmigrantes tienen que calcularse según su vivienda.
Esto es completamente ridículo, dijo a IPS Christophe Adam, de un centro de Médicos del Mundo en Bordeaux.
Yo tengo ahora mismo tres pacientes de Benín, incluyendo a una mujer embarazada, y que viven en un sótano abandonado. ¿Cómo puedo calcular sus ingresos de acuerdo con eso?, señaló.
La organización humanitaria Act Up, que ayuda a enfermos de sida (síndrome de inmunofeciencia adquirida), señaló que la nueva ley es parte de una campaña viciosa contra los inmigrantes.
La nueva norma está dirigida a los inmigrantes que padecen sida u otras enfermedades como la hepatitis y la tuberculosis, dijo a IPS un portavoz de Act Up.
En 2002, el primer año de gobierno de Jacques Chirac, 94 por ciento de los inmigrantes que pidieron residencia temporal en Francia la obtuvieron. Para 2004 la proporción cayó a 45 por ciento.
La residencia temporal es un documento clave para acceder a tratamiento médico gratis en una emergencia.
El permiso señala que el tratamiento gratuito está reservado para inmigrantes cuyos países de origen no cuentan con instalaciones médicas equivalentes a las existentes en Francia.
Con el objetivo de reducir el número de inmigrantes que se benefician de la atención médica en Francia, el gobierno elaboró una lista de países, sobre todo de África subsahariana, que considera con un satisfactorio nivel de atención médica.
De hecho, lo que el gobierno francés está haciendo es obligando a los enfermos a que vuelvan a sus países de origen a pesar de la carencia de tratamientos adecuados que hay allí, dijo Pelloux.
Las consecuencias de esta ley pueden ser mortales, alertaron activistas.
Nosotros ya hemos dicho que el gobierno desde hace dos años está negando atención médica a muchas personas gravemente enfermas, pese al hecho de que el acceso al tratamiento en sus países de origen no mejoró para nada, señaló en un comunicado el Comité Médico para Personas Exiliadas y con Pedidos de Asilo. (