África subsahariana es la única región del mundo en desarrollo en que la escasez de alimentos ha empeorado sustancialmente en las últimas tres décadas, advirtió el Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias (IFPRI).
Según esta institución académica internacional con sede en Washington, África no logrará, al ritmo actual, alcanzar los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio, entre ellos reducir la población hambrienta y pobre a la mitad para dentro de 10 años.
Nadie se sorprenderá de que los países en desarrollo, especialmente los africanos, no estén en camino de cumplir las metas, indica un informe del IFPRI publicado este jueves.
Aunque la proporción de desnutridos en la población de África subsahariana se mantiene entre 33 y 35 por ciento desde 1970, la cifra absoluta ha aumentado dado el crecimiento demográfico de 88 a 200 millones entre ese año y 2001.
Este proceso está en claro contraste con el de otras regiones en desarrollo como Asia meridional y oriental, que realizaron significativos avances en el mismo periodo, según el estudio de IFPRI, titulado Mirando hacia adelante: Perspectivas de largo plazo para el desarrollo agrícola y la seguridad alimentaria de África subsahariana.
Muchos de los desafíos que afronta el sector agrícola africano tienen unas pocas causas profundas, entre ellas la mala administración política y económica, el inadecuado financiamiento de la agricultura, el mal manejo del agua y la falta de investigación y desarrollo.
África también debe atender las cuestiones climáticas, la geografía, factores socieconómicos como el sida, la pobreza, la equidad de género y la falta de disponibilidad de agua para consolidar la seguridad alimentaria, según el IFPRI.
El presidente del Consejo Económico y Social de la ONU (Ecosoc), Munir Akram, de Pakistán, dijo el mes pasado en conferencia de prensa que la creciente deuda ponía en peligro el éxito de la lucha contra el hambre en África.
Akram ubicó la deuda africana total en más de un billón de dólares, con unos 40.000 millones cancelados con las últimas medidas anunciadas por el Grupo de los Ocho países más industrializados del mundo.
Para 18 países, la condonación supone una mejora sustancial, pero otros 30 están aún bajo la carga de una pesada deuda, agregó.
El principal autor del informe del IFPRI, Mark W. Rosegrant, cree también que la carga de la deuda puede limitar los fondos para la inversión productiva en África.
El alivio de 40.000 millones de dólares es una bienvenida fuente de fondos que darán un impulso significativo a la agricultura y la seguridad alimentaria… si son bien invertidos, dijo Rosegrant a IPS.
Las prioridades identificadas en nuestro estudio incluyen investigación agrícola, caminería rural, irrigación, educacón, agua potable y salud, explicó.
Los jefes de Estado y de gobierno que asistirán en septiembre a las instancias inaugurales de la próxima sesión de la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en Nueva York darían un gran paso adelante si, al establecer nuevos mecanismos para cumplir las metas del milenio, toman esas prioridades en cuenta, dijo Rosegrant.
El compromiso con la liberalización comercial, que generaría 5.000 millones de dólares anuales en beneficio de África, podría concretarse en las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) con acuerdos que eliminen cuotas y aranceles para las exportaciones del Sur al mundo industrial, según el experto.
El objetivo de de la cumbre que se celebrará del 14 al 16 de septiembre es evaluar el avance hacia las metas del milenio fijadas por los 191 países de la ONU en 2000, también en una reunión de la Asamblea General en presencia de gran cantidad de jefes de Estado y de gobierno.
Entre las metas figura la reducción de la pobreza extrema y el hambre a la mitad, la educación primaria universal y la promoción de la igualdad de género y la autonomía de la mujer.
También incluyen la reducción de la mortalidad materna en tres cuartos, de la mortalidad infantil en dos tercios, y el combate al sida, la malaria y otras enfermedades. Las metas específicas deben cumplirse antes de 2015 y tienen como referencia los niveles de 1990.
Las prioridades marcadas por el IFPRI para que África subsahariana pueda reducir a la mitad su población hambrienta figuran la reducción de los aranceles y barreras comerciales impuestas por los países del Norte, de modo que los campesinos del continente puedan vender sus mercancías a los mercados internacionales.
También se requieren inversiones en infraestructura rural, educación y capital social, así como mejoras en el manejo de cosechas, tierras, agua e insumos y un aumento radical en la investigación agrícola.
Por último, el IFPRI considera prioritario invertir en el empoderamiento de las mujeres, que producen entre 70 y 80 por ciento de los alimentos de la región.
Los estudios indican que el rendimiento de los predios trabajados por mujeres son entre 20 y 40 por ciento de los cultivados por hombres. (