El rechazo al extremismo islámico y a la violencia crece en los países musulmanes, mientras cae la popularidad del saudita Osama bin Laden, líder de la red terrorista Al Qaeda, concluyó una encuesta internacional.
No obstante, Bin Laden sigue gozando de cierto respaldo en Jordania y Pakistán, según el estudio del Proyecto Pew de Actitudes Mundiales (PGAP, por sus siglas en inglés).
La encuesta indica que una creciente mayoría de personas en naciones predominantemente musulmanas ûen especial Marruecos, Líbano, Jordania e Indonesia— cree que la democracia puede funcionar bien en sus países y que —a excepción de Líbano y Turquía— es bueno que haya una gran influencia del Islam en la vida pública.
El estudio, realizado antes de los ataques terroristas del 7 de este mes en Londres, en los que más de 50 personas murieron y cientos resultaron heridas, señala además que la mayoría de los habitantes de América del Norte y de Europa —exceptuando a Alemania y Holanda— tienen una visión positiva de los musulmanes.
No obstante, hay una creciente preocupación sobre el extremismo islámico sobre todo en Alemania, España, Francia, Holanda, India y Rusia
La encuesta, presentada el jueves con el título Extremismo islámico: preocupación común para la población musulmana y occidental, fue realizada a 17.000 personas en Alemania, Canadá, España, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Holanda, India, Indonesia, Jordania, Líbano, Marruecos, Pakistán, Polonia, Rusia y Turquía.
El PGAP tiene sede en Washington y está copresidido por al ex secretaria de Estado (canciller) estadounidense Madeleine Albright y el ex embajador de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas John Danforth.
El mismo instituto divulgó el mes pasado un estudio de actitudes hacia Estados Unidos. Según este trabajo, con la excepción de India, Indonesia y Rusia, la imagen de Washington cayó en todo el mundo en especial luego de la reelección del presidente George W. Bush en noviembre.
La encuesta divulgada el jueves reveló que en los países de mayoría musulmana crecen los temores de que el extremismo islámico derive en la violencia, en la reducción de las libertades personales, en divisiones internas y en el fracaso económico. Sin embargo, la mayoría están de acuerdo en que el Islam debe tener un papel más influyente en sus países..
En las naciones de mayoría cristiana, por otro lado, se asocia por lo general al extremismo islámico con los musulmanes que viven en Occidente y no se integran a la sociedad, sino que, por el contrario, adquieren un sentido más fuerte de su identidad islámica. Esto causa especial preocupación en Alemania, Francia y Holanda.
El estudio también constató diferencias de apreciación entre los musulmanes sobre el significado de extremismo islámico. Algunos lo definieron como una actitud violenta de influencias no musulmanas y otros consideran que deriva de una aplicación estricta de la sharia o ley islámica.
La preocupación por el extremismo islámico es mayor en Marruecos, Pakistán y Turquía. También entre los cristianos de Líbano, pero no entre los musulmanes del mismo país.
La mayoría de los libaneses y jordanos encuestados señalaron que las políticas y la influencia de Estados Unidos son las principales causas del extremismo islámico en sus países, mientras que los marroquíes y pakistaníes atribuyeron el fenómeno a la pobreza y la falta de empleos.
El último estudio del PGAP constató que el apoyo al terrorismo y a otras formas de violencia disminuyó en el mundo islámico desde 2002, cuando se elaboró la primera encuesta.
Por ejemplo, la proporción de encuestados para quienes la violencia contra civiles está justificada en ciertos casos cayó de 73 a 38 por ciento entre los libaneses musulmanes, de 33 a 25 por ciento entre los pakistaníes y de 27 a 15 por ciento entre los indonesios.
Sin embargo, en Turquía se mantuvo en 14 por ciento de los consultados y en Jordania aumentó de 43 a 57 por ciento.
En relación con Bin Laden, 60 por ciento de los jordanos encuestados dijeron tener cierta o mucha confianza en el máximo jefe de Al Qaeda como líder mundial, contra 55 por ciento de la última encuesta. En Pakistán, el respaldo al hombre más buscado por los servicios de inteligencia estadounidenses pasó de 45 a 51 por ciento.
Sin embargo, en los demás países predominantemente musulmanes estudiados, la imagen de Bin Laden cayó drásticamente. En Indonesia, por ejemplo, pasó de 58 a 35 por ciento, y en Marruecos de 49 a 26 por ciento.
La encuesta también constató que en Occidente se tiene una mejor opinión de los musulmanes que la que tienen los habitantes de países islámicos de los cristianos y judíos.
El porcentaje de occidentales que dijeron tener una opinión muy o bastante favorable de los musulmanes varió entre 40 por ciento en Alemania y 72 por ciento en Gran Bretaña.
Cincuenta y ocho por ciento de los jordanos e indonesios consultados dijeron tener una visión favorable de los cristianos, una visión compartida por un tercio de los marroquíes y más de un quinto de los turcos y pakistaníes. La excepción fueron los libaneses, 91 por ciento de los cuales dijeron tener opinión positiva de aquellos que profesan la fe cristiana.
Más de 85 por ciento de los consultados en países occidentales dijeron tener una opinión muy o bastante favorable de los judíos. Sólo 18 por ciento de los turcos encuestados compartieron esta visión, el mayor porcentaje entre los países de mayoría musulmana.
Trece por ciento de los indonesios, ocho por ciento de los marroquíes y cinco por ciento de los pakistaníes dijeron tener buena opinión de los judíos, mientras en Jordania y Líbano el rechazo a los judíos es universal, concluyó el informe.
Ante la pregunta de cuál religión es la más violenta, 61 por ciento de los canadienses y 88 por ciento de los holandeses respondieron el Islam. En los países musulmanes, la mayoría respondió el judaísmo.