El Ministerio de Educación de Rusia lanzó un sitio web con miras a conectar familias extranjeras en buena posición económica con niños rusos candidatos a adopción, debido a la reducción de las adopciones en un tercio en lo que va de este año.
Unos 700.000 niños y niñas viven en orfanatos de Rusia en condiciones deplorables y con escasas probabilidades de ser adoptados, según el Ministerio. La caída de las adopciones responde a una ola de acusaciones de políticos y medios de prensa sobre el tráfico y abuso de menores por parte de extranjeros.
El nuevo sitio web forma parte de una campaña publicitaria que incluye avisos de televisión, con miras a contrarrestar esas acusaciones y encontrar hogares para esos niños en el extranjero, dado que los rusos son cada vez más renuentes a adoptar.
Con demasiada frecuencia, los huérfanos son utilizados en campañas políticas inescrupulosas, lamentó el ministro de Educación, Andrei Fursenko. Los niños que sufren no deberían ser objeto de tales especulaciones, agregó.
El sitio, en idioma ruso, contiene información sobre leyes de adopción, orfanatos y agencias que facilitan adopciones, y una lista de más de 260.000 niños disponibles para adopción inmediata.
De 24.770 niños adoptados el año pasado, 38 por ciento fueron acogidos por extranjeros y 28 por ciento por rusos, según el sitio. El restante 34 por ciento fue adoptado por padrastros y madrastras.
La población rusa disminuyó en las últimas décadas debido a la baja natalidad, la alta mortalidad y la alta emigración. Además, el cambio del socialismo a la economía de mercado provocó un aumento de la pobreza, y muchos niños nacieron con problemas médicos debido al deterioro de la salud pública.
Las familias rusas son renuentes a adoptar niños por causa del estigma social heredado de la era soviética.
El director del Programa por los Derechos del Niño del Grupo de Helsinki en Moscú, Boris Altshuler, lamentó que los organismos estatales encargados del bienestar infantil no hayan mejorado la condición de los niños huérfanos.
Ha habido un aumento drástico del número de huérfanos. Cada año, unos 110.000 niños pierden a sus padres y muchos más son abandonados, dijo Altshuler a IPS.
Los orfanatos públicos no dan abasto. La atención institucional de niños huérfanos y discapacitados es uno de los mayores desastres sociales del país, afirmó.
Según expertos rusos, no se realiza una preparación psicológica adecuada de las personas que van a adoptar niños con problemas de salud o de comportamiento, ni se hace un seguimiento de la atención del niño una vez adoptado.
Ekaterina Lajova, presidenta de la Comisión sobre Familia, Mujer e Infancia de la duma (cámara baja legislativa), dijo a IPS que muchos directores de agencias de adopciones están motivados por el afán de lucro y tienden a ignorar los procedimientos legales y la seguridad de los niños adoptados.
Todo es dinero, dinero, dinero. Una vez que se llevan al niño a Estados Unidos, nadie controla sus derechos ni su desarrollo, afirmó.
Desde 1990, unos 60.000 niños rusos fueron adoptados por extranjeros, más de la mitad de éstos estadounidenses. Sin embargo, la cantidad de adopciones cayó en un tercio en lo que va de este año.
Alexander Vershbow, embajador de Estados Unidos en Rusia, dijo que de acuerdo con las normas internacionales y bajo las actuales circunstancias, la adopción internacional sigue siendo una de las mejores soluciones para este problema, aunque se debe promover la adopción de niños rusos por familias rusas.
En cualquier circunstancia, los procedimientos deben ser legalmente impecables y transparentes, declaró Vershbow en una mesa redonda sobre derechos humanos, en Moscú.
Para asegurar el bienestar de los adoptados, deben celebrarse acuerdos bilaterales con los países donde más se adopta niños rusos (Estados Unidos, Canadá, Italia, España) para asegurar un control, dijo a IPS una fuente de la cancillería.
El fiscal general ruso Vladimir Ustinov presentó esa iniciativa en respuesta a informes sobre creciente violencia contra niños adoptados por ciudadanos extranjeros.
Un informe oficial sugiere que 13 niños rusos adoptados fueron asesinados por sus padres extranjeros en los últimos años. De esos casos, 12 tuvieron lugar en Estados Unidos. Y éstas son cifras oficiales, dijo un portavoz de la cancillería.