NACIONES UNIDAS: Sociedad civil eleva su voz sobre la reforma

La seguridad, el desarrollo y la reforma de la ONU figuraron entre las prioridades en dos días de reuniones entre organizaciones de la sociedad civil en Nueva York, concluidas este viernes.

Pero la principal propuesta realizada por las 200 organizaciones no gubernamentales y 1.000 observadores en la audiencia realizada en la sala de sesiones de la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) fue la realización de consultas similares en las grandes conferencias internacionales.

Es de esperar que estas audiencias no serán un hecho aislado y que supondrán un avance en el vínculo entre la sociedad civil y los gobiernos ”a una modalidad de interacción más formal e institucionalizada”, dijo Renate Bloem, presidenta de la Conferencia de Organizaciones No Gubernamentales (CONGO).

”CONGO ha trabajado de manera intensa durante 57 años para fortalecer la participación de la sociedad civil en los foros de la ONU”, agregó la activista.

El informe del secretario general de la ONU, Kofi Annan, sobre la reforma del foro mundial establece que las metas de la organización ”solo pueden alcanzarse si la sociedad civil y los gobiernos están plenamente comprometidos”.

Antes de las grandes conferencias de la ONU, ”la Asamblea (General) podría instituir la práctica de mantener audiencias interactivas entre estados miembros y representantes de la sociedad que tienen la experiencia necesaria” sobre los asuntos que se traten, según Annan.

El informe publicado este año por Annan es la base de las deliberaciones que se desarrollarán en septiembre en el marco de la Asamblea General y a la que asistirán numerosos jefes de Estado y de gobierno.

Los representantes de las organizaciones no gubernamentales aportaron en Nueva York sus ideas y recomendaciones ”basados sobre experiencias de primera mano”, sostuvo Bloem.

”Espero que sus voces sean no sólo oídas, sino escuchadas, para que tengan un impacto sustantivo en el documento que aprobará la cumbre” de septiembre, agregó.

Pera Wells, secretaria general de la Federación Mundial de Asociaciones ONU, institución que defiende los principios del foro mundial, dijo: ”Hasta ahora, hay una sola referencia a la sociedad civil en el borrador que se prepara para la cumbre, y es muy débil.”

”Quisiéramos ver más referencias a la participación de la sociedad civil en el documento a ser considerado por los jefes de Estado”, añadió..

”Sentimos con fuerza que deberíamos ser incluidos en las negociaciones” previas a la sesión de la Asamblea General, ”no solo en audiencias separadas, sino en la conferencia consultiva y en las instancias anteriores que han sido muy exitosas para la ONU a lo largo de su historia”, consideró la activista.

”No queremos que las decisiones se tomen en pequeños grupos a puertas cerradas. Queremos que la ONU reinstaure un proceso de toma de decisiones abierto e inclusivo”, dijo.

Annan afirmó hace dos años que la ONU había llegado a una ”encrucijada”.

Acontecimientos recientes pusieron en cuestión el compromiso de los gobiernos con el desarrollo, la seguridad y los derechos humanos encarnado en la Declaración del Milenio, adoptada por unanimidad por la Asamblea General en 2000, advirtió, por su parte, la subsecretaria general Louise Frechette.

”Tenemos la oportunidad, con la próxima revisión de la Declaración del Milenio en septiembre, de unirnos para afrontar los desafíos colectivamente o arriesgarnos a un aumento de la tensión, el desorden y la inequidad”, dijo Frechette a los reunidos en las audiencias de la sociedad civil.

Si la cumbre de septiembre toman decisiones que ayuden a fortalecer la seguridad colectiva, si se obtienen los recursos para alcanzar los ocho Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio y si los gobiernos reconocen el carácter crucial de los derechos humanos y la reforma de la ONU, todo el mundo podrá beneficiarse, agregó Frechette.

”La voz de los representantes de la sociedad civil debe escucharse en ese proceso”, enfatizó.

Ana Nelson, del Grupo Internacional de Análisis y Prevención de Conflictos, consideró, en ese mismo sentido, que ”la participación de la sociedad civil no es más una opción, sino una necesidad”.

Las audiencias de la sociedad civil se realizaron mientras se desarrollan negociaciones reservadas entre los países de la ONU con miras a la Asamblea General, que realizará la revisión preliminar de las metas del milenio, entre las que figura la reducción a la mitad de la población pobre y hambrienta del mundo.

Gladman Chibememe, de la organización Africa 2000, reconoció el papel de la ONU en materia de derechos humanos, pero observó con preocupación que ”falta conexión entre los documentos y las acciones en el terreno”. (

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