Israel y Egipto tendrán que trabajar en conjunto para afianzar la seguridad en el denominado «corredor Filadelfia», una carretera de de 13 kilómetros entre territorio egipcio y Gaza.
Mientras los negociadores egipcios y palestinos esperan para agosto la retirada total de Israel del área, funcionarios israelíes insisten en conservar el control del corredor hasta que El Cairo pueda impedir el pasaje de armas a Gaza. Pero ya aceptaron que Egipto apueste a sus uniformados en la zona.
"Israel no dejará el corredor Filadelfia hasta que vea que el tráfico de armas y el terrorismo se terminarán", dijo el embajador de ese país en Egipto, Shalom Cohen.
La cuestión fue considerada en la última reunión entre el jefe de la inteligencia egipcia Omar Suleiman y el primer ministro de Israel, Ariel Sharon, y el canciller Silvan Shalom, el 15 de junio en Jerusalén.
Suleiman, Sharon y Salom acordaron el despliegue de 750 guardias de frontera egipcios en el corredor Filadelfia, según indicó una fuente diplomática sin identificar al diario independiente Al-Masry Al-Youn, de El Cairo.
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El experto en asuntos israelíes Emad Gad, del estatal Centro Al-Ahram de Estudioos Políticos y Estratégicos, confirmó que ambas partes habían alcanzado "un entendimiento", si bien no un acuerdo formal, en cuanto al despliegue de soldados egipcios en el área.
La zona en que se encuentra el corredor Filadelfia está desmilitarizada desde los acuerdos de paz egipcio-israelíes de 1979, que normalizó el vínculo bilateral.
En algunos contactos se sugirió que la medida requeriría alteraciones al acuerdo de paz alcanzado en Camp David con patrocinio del entonces presidente estadounidense Jimmy Carter, pero Gad consideró que la cantidad de guardias propuesta es "la máxima" admitida por el tratado.
"Más de eso habría obligado a cambiar el acuerdo", aseguró.
Mientras, Israel continuó manifestando su disconformidad con el tráfico de armas por la zona, y su temor ante la posibilidad de que Egipto sea incapaz de detenerlo.
El embajador Cohen reiteró la intención israelí de implementar la retirada (llamada por el gobierno de Sharon "proyecto para la desconexión de Gaza"), haya o no un acuerdo firme con Egipto en torno de la seguridad en el corredor Filadelfia.
"No hay contacto entre ambas cosas. Israel se retirará de Gaza de cualquier modo", dijo Cohen. "Finalmente habrá que hacer algo, pero no necesariamente antes de la desconexión." Gad indicó que Egipto rechazó la propuesta inicial de que Israel mantuviera el control del área fronteriza, e insistió en su retirada completa.
"Es un asunto delicado para los israelíes, según quienes Egipto no ha hecho lo suficiente para controlar el tráfico de armas. Pero si el área continúa en manos de Israel, habrá potencial para subsiguientes choques entre israelíes y palestinos", sostuvo.
"También sería un gran problema para la diplomacia egipcia. Después de todo, se trata de una frontera de Egipto, y no hay lugar allí para soldados israelíes", explicó.
En cuanto al proceso de paz en un sentido amplio, el gobierno de Sharon asegura que la inminente retirada y el acuerdo sobre la seguridad fronteriza entre Egipto y Gaza no son parte de la "hoja de ruta", programa formulado por Estados Unidos, la Unión Europea, la Organización de las Naciones Unidas y Rusia.
La "hoja de ruta" implica en una serie de pasos a dar alternativamente por Israel y Palestina y que culmina con una solución definitiva al conflicto consistente en la creación de un estado palestino independiente.
"La desconexión no es parte de la hoja de ruta y el primer ministro Sharon ha sido muy claro al respecto. La retirada de Gaza es unilateral. Si los palestinos trabajan en ciertas condiciones, como el desarme de las organizaciones combatientes, Israel entrará en la hoja de ruta. Pero la retirada es algo separado de eso", sostuvo Gad.
Observadores advierten que el unilateralismo de Israel tiene el cometido de eludir el diálogo directo y, por consiguiente, las concesiones.
"Los israelíes quieren evitar negociaciones directas con los palestinos tanto tiempo como sea posible", dijo Simon Kitchen, analista en cuestiones de Medio Oriente de Eurasia Group, firma consultora de riesgos políticos.
"Hay voluntad en dialogar sobre asuntos técnicos, como la seguridad, pero la hoja de ruta conduce a discusiones sobre cuestiones importantes como el estatuto final de Jerusalén y los asentamientos judíos", agregó Kitchen.
La relación con los palestinos a través de la futura frontera está recayendo más en el mandato del aparato de inteligencia egipcio que en el del Ministerio de Relaciones Exteriores.
"La retirada de Gaza es un asunto de inteligencia. No estamos negociando eso", dijo una fuente de la cancillería egipcia. Esto se debió, según Gad, a que Suleiman tiene "buenos contactos entre las facciones palestinas e Israel". (FIN/IPS/traen-mj/am/ss/ip mm/05)