La Unión Europea (UE) y Estados Unidos lanzaron este miércoles un pedido mundial de ayuda para Iraq, mientras la tensión aumenta en ese país del Golfo asolado por la incesante violencia.
Los 25 países de la UE dejaron de lado sus recientes diferencias —derivadas del proceso de aprobación del Tratado Constitucional del bloque y de la discusión sobre el presupuesto— para respaldar el esfuerzo internacional por la reconstrucción de Iraq.
La conferencia en Bruselas fue organizada en conjunto por el bloque europeo y Estados Unidos con la finalidad de recoger el apoyo de la comunidad internacional al flamante gobierno iraquí.
Entre los delegados de 80 países figuraron la secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Condoleezza Rice, y sus pares de todos los miembros de la UE y de China, Japón, India e Irán, así como el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan.
También participó en las deliberaciones una delegación iraquí de alto nivel encabezada por el primer ministro Ibrahim al-Jaafari.
La conferencia fue propuesta por el presidente estadounidense George W. Bush en febrero, cuando visitó Europa con el objetivo de reconciliarse con sus aliados transatlánticos tras los roces originados en 2003 por la invasión a Iraq.
La reunión fue pródiga en declaraciones y pobre en acciones, y reiteró actitudes controvertidas, como la negativa de Alemania y Francia, entre otros países, a aportar tropas para afianzar la seguridad en Iraq.
El éxito de la conferencia fue, en rigor, simbólico. El mero hecho de que 80 países se hicieran presentes para pronunciar votos por un Iraq seguro y próspero es una muestra de eso.
Annan dijo que la comunidad internacional "dio vuelta una página en Iraq", pero acotó que el proceso subsiguiente no será fácil y que los iraquíes deberán tomar control de su propio futuro.
"Esta conferencia marca un hito para Iraq", cuyo pueblo deberá "hacer carne este fuerte mensaje de apoyo", dijo el secretario general de la ONU a la prensa luego de la conferencia.
Los iraquíes verán en la reunión en Bruselas "un claro signo de que la comunidad internacional será su compañera determinada y dedicada en el duro camino que han emprendido", agregó.
"Por nuestras palabras y, lo que es más importante, por nuestros hechos debemos reafirmarles que no los abandonaremos", sostuvo Annan.
Por su parte, Rice anunció la constitución de una "nueva alianza internacional" en el proceso de reconstrucción, por el cual la comunidad mundial podría "apoyar al gobierno iraquí en tres importantes frentes: la reforma política, la restauración económica y el fortalecimiento de la seguridad dentro del estado de derecho".
La conferencia en Bruselas fue también propicia para que Iraq mejore sus relaciones con sus vecinos, incluidos dos grandes enemigos de Estados Unidos: Sira e Irán.
El primer ministro de Luxemburgo y presidente de turno de la UE hasta fin de mes, Jean-Claude Juncker, consideró que este acercamiento era una buena señal.
Por otra parte, "el hecho de que coorganicemos esta muy importante conferencia demuestra que, cuando se trata de asuntos sustanciales, Estados Unidos y la UE cooperan estrechamente", dijo Juncker.
La conferencia fue también considerada la primera oportunidad para que el gobierno de transición encabezado por Al-Jaafari explicara al mundo qué tipo de ayuda requiere Iraq, especialmente en seguridad y para la reconstrucción.
Más de 1.000 iraquíes y 120 soldados estadounidenses murieron asesinados desde que asumió el gobierno de Al-Jaafari en abril. Esta semana recrudecieron los ataques insurgentes.
"La seguridad en Iraq es una prioridad de la máxima importancia", dijo el líder chiita. "Queremos alcanzar la independencia económica y política y contar con fuerzas de seguridad competentes" sin caer en prácticas represivas, agregó.
La UE aspira a ayudar en el fortalecimiento de las instituciones del gobierno interino, de la seguridad y del estado de derecho, entrenando a unos 700 policías y algunos jueces.
El bloque también aspira a abrir una misión diplomática en Bagdad tan pronto como sea posible después de lanzar una política de "nuevo relacionamiento" con Iraq, anunció la semana pasada la comisaria de Relaciones Exteriores de la UE, Benita Ferrero-Waldner.
"Este es el comienzo de una nueva relación política con Iraq, y confío en que avanzaremos hacia una sociedad verdadera", dijo Ferrero-Waldner.
La de Bruselas no fue una reunión de donantes, pues en ella solo se consideraron mecanismos prácticos de apoyo político. Nuevas decisiones sobre asistencia financiera se adoptarán en una conferencia en Ammán el mes próximo. ***** +Unión Europea (http://www.europa.eu.int/index_es.htm) (FIN/IPS/traen-mj/sb/ss/ip ik/05)
