El escrutinio de las elecciones nacionales de Etiopía se dirige hacia un conflictivo final, pues los dos principales sectores opositores se niegan a aceptar por buenos los resultados provisionales oficiales que dan la mayoría al oficialismo.
La Coalición para la Unidad y la Democracia (CUD), principal agrupamiento opositor, amenazó con boicotear la próxima sesión parlamentaria y con realizar protestas si no se investigan sus denuncias sobre irregularidades en 139 distritos electorales.
La CUD, que se considera ganadora de las elecciones del 15 de mayo, también acudió a los tribunales para impedir que la Junta Nacional Electoral publicara los resultados preliminares cuestionados, que favorecen al oficialismo.
Por otra parte, exigió a la justicia que levante la prohibición de celebrar manifestaciones públicas en Adis Abeba recientemente dictada por el gobierno del primer ministro Meles Zenawi.
Pero observadores internacionales afirmaron que los comicios fueron libres y justos, si bien un equipo de la Unión Europea observó luego que el retraso en los circuitos de votación podía haber propiciado abusos.
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Los resultados trascendidos el fin de semana indicaban que el gobernante Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF) había conquistado la mayoría absoluta de los escaños parlamentarios, alrededor de 300.
La oposición ni siquiera habría alcanzado un tercio de los votos en el legislativo, necesarios para bloquear ciertas leyes o, al menos, reclamar concesiones al gobierno.
Según las cifras conocidas en la noche del martes, la CUD y las también opositoras Fuerzas Democráticas Unidas de Etiopía (EUDF) sumaron una representación parlamentaria sin precedentes de 175 escaños, entre ellos hasta 23 correspondientes a la capital.
Si obtenemos al menos un tercio de los escaños, podremos negociar. Con una mayoría oficialista de dos tercios, el parlamento se limitará a poner un sello sobre las decisiones del gobierno. Estoy cansado de eso, dijo a IPS el vicepresidente del EUDF, Beyene Petros.
Para aprobar cambios constitucionales se requieren dos tercios de los votos parlamentarios. Y es preciso contar con un tercio para iniciar un debate.
Es demasiado pronto para pronosticar qué leyes intentará promover o bloquear la oposición, según Beyene, pero los problemas urbanos son una gran preocupación, adelantó. Otra cuestión importante es la propiedad de la tierra donde se realizan cultivos de subsistencia.
No hablamos de una nueva ley agraria, pero ¿esos agricultores tienen algún título sobre el pedazo de tierra que trabajan? Esas cosas deben analizarse, advirtió Beyene.
Aun si la oposición no lograra un tercio de los escaños, su último avance electoral fue notable. En el parlamento saliente, el EPRDF controlaba 88 por ciento de los 547 lugares.
La ministra de Información Netsanet Asfaw admitió este miércoles la escala de la victoria opositora en Adis Abeba y en otros distritos, pero lo atribuyó a la insatisfacción por la pobreza del país más que a la adhesión que pudieran haber logrado esos partidos.
El desempleo pudo haber sido uno de los factores. No es tan alto como en otros países, pero lo tenemos. Hemos tratado de crear puestos de trabajo, pero eso no significa que corramos tan rápido como quiere la gente, dijo Asfaw.
La Junta Nacional Electoral, responsable por supervisar las elecciones del mes pasado, acordó a comienzos de esta semana integrar un comité con representantes de todos los partidos para investigar las denuncias de irregularidades.
Pero una repetición del acto electoral en determinado distrito puede ordenarse sólo si se estima que las irregularidades cometidas pueden haber sido decisivas en el resultado, dijo el presidente de la Junta, Kemal Bedri.
La CUD aplaudió la formación del comité. Pero también aclaramos que no aceptaremos ningún intento de mantener el poder por medio de la fuerza. Nos prepararemos para tomar todo tipo de medidas pacíficas y legales para impedirlo, dijo el vicepresidente de la coalición opositora, Berhanu Nega.
Una de las opciones en nuestro arsenal pacífico es decidir si seremos o no parte de un gobierno tan ilegal, aunque es muy temprano para tomar una decisión, sostuvo.
También se analiza la posibilidad de convocar a huelgas, cerrar escuelas y bloquear el comercio o el transporte.
Aún restan por adjudicar 15 escaños. La votación en la región meridional de Somali, que tiene 23 lugares en el parlamento, se postergó a agosto.
Las autoridades electorales prevén contar con el resultado definitivo el 8 de junio, una vez que hayan sido investigadas las denuncias de irregularidades.
El nuevo parlamento deberá elegir al jefe del gobierno, responsabilidad que, según todos los pronósticos, volverá a recaer sobre Zenawi.