Anhalí alista el disfraz de demonio que lucirá este sábado en la Marcha del orgullo por la capital mexicana, en la que se espera participen unos 60.000 homosexuales, lesbianas y transexuales. Es el mejor momento del año, dice ella, quien nació hombre y ahora viste, vive y actúa como mujer.
La movilización, que recorrerá las principales calles hasta terminar en una plaza céntrica donde se realizará un festival artístico, verá a Anhalí bailar al ritmo de música tecno, pese a lamentar que este año no la acompañará su amigo Pablo, quien tras sufrir episodios de discriminación decidió emigrar a Estados Unidos.
Este desfile de música y baile, que se realiza desde hace más de 10 años en la capital de México, es una de las pocas oportunidades para que la comunidad homosexual exprese en un ambiente festivo demandas como el respeto a las preferencias sexuales, derecho a contraer matrimonio con personas de igual género y apoyo médico para cirugías de cambio de sexo.
Una encuesta realizada en mayo por la Secretaría de Desarrollo Social y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación indicaron que 94,7 por ciento de quienes son parte de las llamadas minorías sexuales se sienten discriminados en México.
Según diversas investigaciones, entre cinco y 10 millones de los 105,3 millones de mexicanos tienen preferencias homosexuales.
La discriminación hacia esos grupos se traduce en ocasiones de crímenes. Alrededor de 30 homosexuales son asesinados cada año en México por el hecho de tener esa preferencia.
Desfilaré sobre una tarima (montada sobre un automóvil) para mostrarme tal cual soy: una mujer en un cuerpo de hombre, pero no por eso menos persona, señaló Anhalí a IPS.
Cánticos como detrás de los balcones se esconden maricones, detrás de las persianas se esconden las lesbianas, acompasarán el desfile en que también participarán docenas de personas heterosexuales solidarias con las demandas de las minorías.
El Estado y los políticos deben escuchar la manifestación del próximo sábado y realizar las reformas legales que garanticen los derechos de quienes no son heterosexuales, declaró Mario Arteaga, presidente del Comité Orgullo México, uno de los organizadores de la marcha.
No se trata simplemente de reconocer los derechos de alguna minoría más o menos escandalosa, se trata de elevar la calidad misma de nuestra democracia, sostuvo.
En mayo y junio, el gobierno de Vicente Fox difundió por los medios de comunicación una campaña con mensajes dirigidos a impulsar la aceptación y el respeto hacia la diversidad sexual.
La igualdad comienza cuando reconocemos que todos tenemos derecho a ser diferentes y Por un México influyente, tolerante y plural, fueron frases que acompañaron la campaña, que fue duramente criticada por la cúpula de la Iglesia Católica y grupos conservadores, para quienes algunos de los mensajes difundidos promovían la homosexualidad.
En el estudio realizado por el gobierno en mayo con 1.482 entrevistas realizadas a diversas minorías se indica que 94,7 por ciento de los homosexuales consultados, 94,4 por ciento de los discapacitados, 94,2 por ciento de las mujeres, 90,8 por ciento de los indígenas, 88,4 por ciento de los ancianos y 80,4 por ciento de practicantes de minorías religiosas señalaron que en México hay discriminación hacia ellos.
En esa investigación, 71 por ciento de los homosexuales entrevistos respondieron que su mayor sufrimiento proviene de la discriminación.
Además, 54,5 por ciento dijo sentirse rechazado por la sociedad, 43 por ciento opinó que tiene menos oportunidades de estudiar que una persona no homosexual y 72 por ciento manifestó que es le es difícil conseguir trabajo por tener preferencias sexuales distintas.
Cerca de 45 por ciento señaló también que en su familia lo han querido obligar a desistir de su preferencia sexual.
En la Marcha del orgullo se entregarán volantes para demandar que los legisladores aprueben un proyecto de ley, congelado desde 2003, que reconocería plenos derechos a uniones entre homosexuales.
También pedirán que se aclaren todos los crímenes cometidos contra homosexuales y que las personas transexuales, que requieren una reasignación quirúrgica de sexo", se les ofrezca esa intervención como parte de los paquetes básicos de salud que brinda el Estado.
La no gubernamental Comisión Ciudadana Contra Crímenes de Odio por Homofobia afirma que desde 1995 a 2003 fueron ejecutadas 290 personas por odio homofóbico, 275 de las cuales eran hombres. Sólo en la capital fueron cometidos 126 crímenes, y la mayoría siguen impunes.