El Comité Internacional de la Cruz Roja rechazó un informe de los senadores republicanos de Estados Unidos que acusa a la organización de utilizar fondos de este país para hacer campaña en contra de los intereses nacionales.
Jakob Kellenberger, presidente de la organización humanitaria, afirmó que el propósito de los senadores parece ser desacreditar a la Cruz Roja con acusaciones falsas e infundadas.
El Comité Internacional de la Cruz Roja no está ni se siente por encima de las críticas, y está abierto a un diálogo constructivo con quienes opinan de modo diferente. Pero el diálogo no parece ser el objetivo de los autores de este informe, dijo Kellenberger.
El documento del Comité Político Republicano del Senado sostiene que la Cruz Roja perdió su camino y se alejó de la imparcialidad en que basa su reputación, y exhorta al gobierno de George W. Bush a reconsiderar su apoyo financiero a esa organización humanitaria internacional con sede en Suiza.
Estados Unidos financia 28 por ciento del presupuesto del grupo, y desde 1990 le ha aportado 1.500 millones de dólares.
Los senadores publicaron el informe tras una serie de críticas de la Cruz Roja al tratamiento de los prisioneros de Estados Unidos en Iraq, Afganistán y la base militar de Guantánamo, Cuba.
Una fuente del Senado negó que el informe estuviera motivado por el deseo de castigar a la Cruz Roja por denunciar el maltrato de los detenidos.
Este esfuerzo de (el gobernante) Partido Republicano sólo tiene sentido si se supone que la violación de derechos humanos y civiles, incluida la tortura, está incluida en los intereses de Estados Unidos, opinó Beau Grosscup, profesor de relaciones internacionales de la Universidad de California.
En tal caso, quienes como la Cruz Roja cumplen su mandato y su misión investigando y publicando sus hallazgos sobre abusos operan en contra de los intereses estadounidenses, dijo a IPS.
Pero la vasta mayoría de los ciudadanos de América del Norte y del mundo creen que corregir un problema mediante la denuncia de violaciones a los derechos humanos es algo positivo, agregó.
Aunque la Cruz Roja tiene una larga tradición de confidencialidad, el año pasado se filtraron pasajes de sus informes en los que criticaba el tratamiento de prisioneros en Iraq y Guantánamo.
El informe del Senado sostiene que la organización acusó injustamente a Estados Unidos de violar las convenciones de Ginebra.
Recientemente, también trascendieron detalles de un supuesto incidente entre personal de la Cruz Roja y militares estadounidenses, porque un trabajador de la organización comparó a los soldados con nazis.
El pasado noviembre, The New York Times publicó un memorando confidencial de la Cruz Roja en que la organización acusaba al ejército estadounidense de tácticas equivalentes a la tortura en el trato de prisioneros en Guantánamo. El Pentágono rechazó la acusación.
Por su parte, Kellenberger también negó las acusaciones contra su organización.
Contrariamente a lo que se dice en el informe, la Cruz Roja nunca comparó a soldados estadounidenses con nazis ni filtró a la prensa informes confidenciales presentados a autoridades de Estados Unidos, declaró.
Mientras, la Casa Blanca parece tomar distancia del informe del Senado. Un funcionario de la administración Bush dijo que el gobierno está preocupado por algunas posiciones adoptadas por la Cruz Roja desde que Estados Unidos invadió Afganistán en 2001 e Iraq en 2003, pero se negó a respaldar las conclusiones del informe.
Necesitamos a la Cruz Roja. Su personal trabaja en zonas de conflicto en todo el mundo y lleva a cabo actos heroicos en forma cotidiana, dijo la fuente.
¿Si nos preocupan algunos de los comentarios? Sí. Creemos que la relación funciona mejor cuando esas cosas se mantienen en tono confidencial, agregó.