Desilusionados por el plan de reforma azucarera de la Unión Europea (UE), los líderes del Caribe tendrán este fin de semana su primer foro de alto nivel para considerar las consecuencias de esa medida para sus economías.
El futuro de la industria azucarera será uno de los temas centrales en la cumbre de la Comunidad del Caribe (Caricom) que se realizará en Santa Lucía del 3 al 6 de julio, luego de que la Comisión Europea -brazo ejecutivo de la UE- anunciara el 22 de este mes una propuesta de reforma de la política comercial del bloque europeo para el sector.
La reforma implica un recorte de 39 por ciento al precio mínimo de referencia del azúcar blanca importada por el bloque en los próximos cuatro años de sus ex colonias en África, el Caribe y el Pacífico, denominados países ACP.
Por otra parte, el precio de la remolacha azucarera se reducirá 42 por ciento. Ambos recortes se procesarán entre 2006 y 2008, y deberán ser aprobados antes de su implementación por el consejo de ministros de Agricultura y por el Parlamento Europeo.
Cuando entre en vigencia, el cambio implicará un costo a los países ACP de 483 millones de dólares anuales.
[related_articles]
Países productores de azúcar de África, el Caribe y el Pacífico consideran que la reforma propuesta por el ejecutivo de la Unión Europea (UE) para la política comercial del bloque en ese sector es demasiado profunda y acelerada.
La UE insiste en que las nuevas propuestas fortalecerán la competitividad del sector azucarero europeo, a pesar de que los productores del Caribe señalan que tendrán pérdidas superiores a 100 millones de dólares al año.
Bajo estas condiciones, las industrias azucareras en muchos países simplemente serán incapaces de sobrevivir, mientras que en otros productores, la así llamada reforma causará graves reducciones con desastrosas consecuencias socioeconómicas, advirtió el ministro de Comercio Exterior de Guyana, Clement Rohee, portavoz de Caricom en materia azucarera.
El gobierno de San Cristóbal y Nevis ya anunció que no producirá más azúcar para el mercado europeo, mientras que el ministro de Agricultura de Jamaica, Roger Clarke, alertó que la reducción de precios tendrá un impacto devastador en la industria azucarera local.
Para nosotros sé que va a ser devastador. Cualquier recorte tendrá efectos devastadores, dijo Clarke.
No es posible recortar los sueldos de los trabajadores, y los insumos no van a bajar de precio -de hecho, están subiendo—, por lo tanto creo que el futuro de la industria es muy oscuro, manifestó.
El acceso preferencial de los países ACP al mercado de la UE representa alrededor de 70 por ciento de los ingresos de sus sectores azucareros, pero ese régimen fue sentenciado a muerte en octubre pasado, cuando la OMC falló a favor de una demanda de varios países encabezados por Brasil.
La pérdida de privilegios que supondrá el pago de precios más cercanos a los del mercado tendría, según se prevé, un enorme impacto en la economía de muchos países ACP.
La propuesta azucarera del día 22 es la última en una larga serie iniciada en 2003 para acomodar el régimen del bloque a las reglas comerciales internacionales. Los programas de subsidio a la producción agrícola europea, que se remontan a los años 50, componen casi la mitad del presupuesto de la UE.
Como parte de su política de desarrollo internacional, criticada por discriminar a otros productores azucareros del sur, la UE paga precios por encima de los de mercado a varios países ACP.
La UE debió cambiar su política tras el éxito en octubre de una demanda presentada por Brasil y Australia, entre otros países, ante la OMC.
El comisario de Desarrollo y Ayuda Humanitaria de la UE, Louis Michel, admitió que la reforma propuesta por la Comisión Europea era un desafío serio para varios países ACP.
Pero el esquema de asistencia propuesto los ayudará a asegurar una transición sin sobresaltos en el marco de estrategias locales de desarrollo sustentable, consideró Michel.
La pérdida de privilegios en los precios para los países ACP tendrá, según previsiones de expertos y activistas, un fuerte impacto en países como Mauricio, Swazilandia, Fiji, Guyana y Jamaica, cuya economía depende en gran medida de sus exportaciones azucareras.
Ministros de los países ACP aseguran que la reforma, de ser aprobada, tendría un costo estimado para ellos de 487,6 millones de dólares anuales, una suma de grandes dimensiones si se tiene en cuenta que el ingreso por habitante de esas naciones es inferior a 2,4 dólares diarios.
La organización humanitaria Oxfam pretende que la UE pague a los productores ACP compensaciones por alrededor de 605 millones de dólares, pero la propuesta a estudio de la UE implica una compensación de sólo 48,4 millones para 18 países en 2006.
La Asociación Caribeña del Azúcar exhortó a toda la comunidad empresarial, organizaciones no gubernamentales, el movimiento sindical y el público en general a combatir la propuesta con uñas y dientes.
Debemos combatir la propuesta para lograr un acuerdo mucho más justo, en un período de transición más largo, instó el presidente de la Asociación, Ian McDonald.