Expertos de la sociedad civil relativizaron las expresiones alarmantes de la OMS respecto de la posible propagación de una letal epidemia mundial de la llamada gripe del pollo.
Klaus Stohr, coordinador del programa mundial de la gripe del pollo de la OMS (Organización Mundial de la Salud), había señalado que son preocupantes los resultados de las observaciones realizadas pro los científicos en los sitios de Asia donde han reaparecido los brotes de la enfermedad.
Las pautas de los episodios observados en los últimos 18 meses inducen a un aumento creciente de nuestras preocupaciones, dijo Stohr. Entre esos acontecimientos mencionó primero el contagio del virus a los humanos, la transmisión a otros mamíferos y la diseminación en otros países.
La tendencia toma rumbo hacia determinada dirección y los últimos descubrimientos verdaderamente no alivian nuestras preocupaciones, precisó. Los técnicos de la OMS mencionaron también la posibilidad de que esa epidemia cobre en todo el mundo la vida de millones de personas.
En cambio, el experto Satya Sivaraman, del Movimiento de Salud para los Pueblos (MSP), estimó que en la cuestión de la epidemia de la gripe del pollo hay mucho pánico. Creo que es necesario adoptar una posición mucho más equilibrada, recomendó en una declaración a IPS.
El MSP, que se identifica como una coalición mundial de personas social y políticamente progresistas y de grupos y movimientos dedicados a trabajar por la salud y los derechos básicos de la gente más desprotegida, organiza la segunda asamblea de salud para los pueblos, que se realizará del 17 al 22 de julio en la ciudad de Cuenca, en Ecuador.
Stohr admitió las dificultades para predecir el curso futuro de la enfermedad, aunque subrayó que el virus nos ha dado muchas, muchas sorpresas. El único rasgo claro que estamos observando es que el virus cambia muy rápido, dijo el jueves en Ginebra.
Con esos fundamentos, el funcionario de la OMS justificó el anuncio de que no sabemos si la epidemia ocurrirá la semana próxima o el año que viene, o tal vez la epidemia sea producida por otro virus.
Sin embargo, otro colega de la OMS, Guenael Rodier, responsable de vigilancia de enfermedades transmisibles, estimó que las conclusiones de la investigación sobre el desarrollo de la gripe del pollo se encuentran en una zona gris.
Rodier entiende que los elementos disponibles no aportan pruebas en ninguna dirección, pero hay elementos suficientes para inquietarse ante la posibilidad del riesgo creciente de la transmisión de hombre a hombre, comentó.
Empero, Sivaraman recordó que el temor a la gripe del pollo guarda relación con otra enfermedad que casi por la misma época causó preocupación también en Asia, como es el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS).
Los dos brotes infecciosos son obviamente peligrosos y poco conocidos. Por ahora se encuentran bien localizados y se desconoce aún si pueden transmitirse por el mundo con celeridad. Si se propagaran a gran velocidad, impedirían que la OMS dispusiera de tiempo para estudiarlas, para preparar documentos y lanzar advertencias, observó el activista.
La perspectiva de una epidemia de gripe del pollo ha sido comparada con la súbita expansión de la gripe española, en 1918, que causó unos 40 millones de decesos, recordó Sivaraman. De allí proviene todo el pavor actual, dedujo.
El representante del MSP, que asiste a la Asamblea Mundial de la Salud, reunida en Ginebra hasta el 25 de mayo, dijo que abriga muchas dudas acerca de los temores despertados por las posibilidades de las epidemias de las dos enfermedades.
La asamblea discute, entre otros temas, la aprobación de un nuevo Reglamento Sanitario Internacional, en el que se incluyen directrices para enfrentar epidemias eventuales y se recomienda a los gobiernos un control estricto del estado sanitario.
Sivaraman juzgó que esa propuesta es una buena idea. Sin embargo, en un sentido más amplio, me parece que la versión de esas enfermedades esta muy vinculada a la manía persecutoria de los estadounidenses con respecto al terrorismo biológico, dijo.
Desde los comienzos de la década del 90, Estados Unidos está tratando de convencer al mundo de que es posible el terrorismo biológico. Nadie le cree y la proliferación que existió en Iraq fue causada por las compañías estadounidenses, precisó.
Primero con el brote de ántrax, luego el de SRAS y ahora con la gripe aviar, se crea ese estado de ánimo, agregó.
Sin embargo uno de los resultados de esa campaña, tal vez no buscado, son las restricciones a los movimientos de personas. Si se habla con un médico europeo, él dirá la tuberculosis ha regresado a Europa a causa de los inmigrantes. Lo mismo valdrá para la expansión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), originada por los inmigrantes. Se vinculan las migraciones con las enfermedades, describió.
En ese plano, la OMS juega un papel bastante negativo, porque hay mucho dinero para estos temas. Estados Unidos aportará grandes recursos para financiar proyectos dedicados a estos peligros de epidemias, interpretó Sivaraman.
El experto del MSP criticó el sensacionalismo de algunos medios de comunicación al tratar los brotes de las enfermedades. Como ejemplo, citó los artículos que aparecen con frecuencia dedicados a alertar sobre las mutaciones de los virus de males como el SRAS y la gripe aviar.
La cuestión es que todos los virus mutan con el tiempo, sostuvo. La gripe común del año pasado no es igual que la de este año, explicó.
Al respecto, ese tipo de gripe común se cobra sólo en Estados Unidos cada año la vida de 26.000 personas, mientras que las muertes ocasionadas por el SRAS no superan las 800 en cinco o seis años, afirmó
Por esas razones, Sivaraman aconsejó desalentar el pánico y asumir una posición más equilibrada ante los peligros de las epidemias.
La OMS informó de los casos humanos de fiebre aviar registrados en Vietnam desde diciembre. En total, sumaron 49 enfermos, 17 de los cuales fallecieron. El último caso en ese país fue consignado el 17 de abril.
En todos los países asiáticos donde aparecieron los brotes ûVietnam, Tailandia y Camboya— se elevaron a 97 los casos verificados desde enero de 2004. De ellos, 53 murieron.
En Vietnam, el más afectado por esta enfermedad, se registraron durante el mismo período 76 casos, con 37 fallecimientos, mientras que en Tailandia fueron 17 los casos y 12 los decesos. (