El precio del crudo cayó este viernes a su nivel más bajo en tres meses, 46,40 dólares el barril de 159 litros en el mercado de Nueva York, después de que el presidente de la OPEP y ministro de petróleo de Kuwait, Ahmad al-Sabah, aseguró que ese grupo de productores no avizoraba reducciones en su oferta.
Si la demanda global se mantiene en alza, nosotros nos mantendremos produciendo, independientemente del nivel de precios, dijo Al-Sabah, titular de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), que tratará el tema dentro de 20 días.
También Alí al-Naimi, ministro petrolero de Arabia Saudita, el mayor productor de la OPEP y del globo, dijo que no tenemos planes para reducir la producción, y es una decisión consciente para ayudar a construir inventarios (llenar los depósitos) en los países consumidores.
Esas declaraciones desanimaron las jugadas especulativas de este viernes en los principales mercados, que hicieron subir al crudo dulce ligero o West Texas Intermediate (WTI, marcador estadounidense) hasta 47,44 dólares el barril en Nueva York (57 centavos más que el jueves), que luego retrocedió hasta los 46,40 dólares.
En Londres, los cargamentos de crudo Brent del mar de Norte retrocedieron, pero en términos más moderados, unos 15 centavos de dólar por barril, hasta 48,02 dólares la unidad.
Los promedios semanales fueron de 48,20 dólares para el barril de WTI, 48,77 dólares para el barril de Brent, y 45,08 dólares para la cesta de siete crudos que utiliza la OPEP, informó el Ministerio de Energía de Venezuela.
Se trata de bajas de dos o más dólares con respecto a la semana anterior, y de dólar y medio con respecto a los niveles de mayo. Los precios se debilitaron principalmente por la percepción de una amplia disponibilidad de suministro para abastecimiento en el corto plazo, indicó el reporte semanal del ministerio venezolano.
Para un plazo más largo, la disponibilidad de petróleo no es excedentaria, lo que explica la intención saudita de ayudar a llenar los depósitos de los consumidores.
Para este año, la Agencia Internacional de Energía (AIE), que reúne a países industrializados, prevé una demanda global de 84,3 millones de barriles por día, casi 1,8 millones de unidades más que lo consumido por el planeta en 2004.
Pero en el cuarto trimestre de 2005, cuando se eleve la demanda de crudo por la llegada del invierno boreal, el mundo demandará 86,1 millones de barriles por día, que sólo se obtendrán si los pozos trabajan a reventar o si los consumidores drenan sus depósitos, lo que favorecería alzas en los precios.
Ante ese panorama, los operadores del mercado mantienen un ojo fijo sobre el nivel de existencias y sobre la capacidad de refinación —para producir gasolinas y destilados como el combustible de calefacción— de las refinerías en los países consumidores.
El nivel de inventarios es bueno, al menos en Estados Unidos, que devora uno de cada cuatro barriles de petróleo que produce el planeta. Tiene existencias de 334 millones de barriles, 35 millones más que hace un año, suficientes para 17 días de consumo.
En cambio, la capacidad refinadora en la gran cuenca del Atlántico se estrecha un poco. Las destilerías en Estados Unidos trabajan a 94 por ciento de su capacidad, contra menos de 92 por ciento hace un año, y Francia vivió esta semana problemas laborales en cinco de las seis refinerías que opera la corporación TotalfinaElf.
Después de que obreros responsables de refinar más de 900.000 barriles por día por cuenta de Totalfina paralizaron sus labores, la directiva de corporación aceptó este viernes abrir negociaciones con los sindicatos para el pago del trabajo en feriados.
Las dificultades en la manufactura de gasolina y otros derivados empujan al alza los precios del crudo porque las refinerías buscan compensar, con la ventaja de tener más existencias del producto bruto, las mermas de ingresos en el área de destilado.
Otro factor es que los países árabes moderados como Arabia Saudita y Kuwait no expresan la totalidad de opiniones de la OPEP, en donde los radicales sostienen la tesis de no producir más petróleo y más bien recortar la oferta para apuntalar los precios.
La OPEP está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, y produce unos 30 millones de barriles por jornada.
Seif al-Islam, hijo el líder nacional libio Muamar Gaddafi, dijo esta semana que para cumplir con las obligaciones financieras de su país —octavo productor de la OPEP— los precios del crudo deberían sostenerse sobre los 50 dólares por barril.
El ministro de Energía de Venezuela —tercer productor de la OPEP—, Rafael Ramírez, dijo que nosotros no somos partidarios de incrementar la producción. Nuestra posición en la próxima reunión de la OPEP va ser muy cautelosa respecto a la producción que está ahorita en el mercado, porque en este trimestre podría seguirse produciendo una baja de los precios.
Venezuela llevará a la reunión de la OPEP, el 15 de junio en Viena, la propuesta de no colocar más barriles en el mercado, dijo Ramírez. Una posible reducción es un tema que nosotros vamos a llevar a la mesa, agregó.