Por primera vez en medio siglo, no es un estadounidense ni un británico quien conducirá el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Esta vez, se trata de una figura del Sur y del mundo musulmán: el turco Kemal Dervis.
La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó, con el voto conforme de los 191 países miembros, a Dervis como administrador del PNUD, el primero en la historia de la agencia que procede de un país en desarrollo que recibe su asistencia.
El nuevo jefe del PNUD fue ministro de Finanzas de Turquía —a él se atribuye la salida de la crisis económica de 2001, la peor en la historia de ese país— y vicepresidente del Banco Mundial.
Su designación es una positiva señal de cambio en la ONU, dijo la diplomática salvadoreña María Gallardo Hernández, presidenta de la junta ejecutiva del PNUD.
Para los que estamos activamente involucrados en consultas hacia una organización más democrática, transparente y responsable, este nombramiento nos da muchas esperanzas hacia el futuro, agregó.
De acuerdo con la tradición de la ONU, los responsables de las agencias de desarrollo —sus jefes, segundos y directores de áreas importantes— son estadounidenses, británicos, japoneses, holandeses, noruegos, daneses o suecos. Es decir, ciudadanos de los principales siete países donantes.
El argumento para eso era que solo ellos podían ayudar en la recaudación de dinero para sostener agencias como el PNUD, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) o el Programa Mundial de Alimentación (PMA), que subsisten con las contribuciones voluntarias como único medio de financiación.
Hasta hace poco, las designaciones de alto nivel en la ONU se decidían a puertas cerradas.
Pero el secretario general del foro mundial, Kofi Annan, llamó en abril a aspirantes para cuatro puestos, los de jefes del PNUD, la Oficina de Servicios de Supervisión Interna, la Oficina de Asistencia a los Refugiados Palestinos y el Alto Comisionado para los Refugiados.
La falta de transparencia en las designaciones de la ONU en el pasado encubrió muchos problemas, incluía la insistencia de los países poderosos en que se designara a para varios puestos a sus ciudadanos , dijo Phyllis Bennis, del académico Instituto de Estudios Políticos.
El mayor abusador, en ese sentido, fue Estados Unidos, que se atribuía la titularidad de Unicef, el PMA y la Oficina de Servicios de Supervisión, además de otros cargos poderosos pero menos visibles, explicó Bennis a IPS.
Desde su fundación en 1947, la dirección ejecutiva de Unicef ha sido cubierto solo por estadounidenses: Maurice Pate, Henry Labouisse, James Grant, Carol Bellamy, y, desde el lunes, Anne Veneman, ex secretaria (ministra) de Agricultura del gobierno de George W. Bush.
Mientras, la administración del PNUD se ha rotado entre británicos y estadounidenses desde la fundación de la agencia en 1950. El saliente, Mark Malloch-Brown, es de Gran Bretaña. = 05061944 ORP007 NNNN ZCZC ORP008 QD SERVESP. ROMAIPS WD IP DV ML NACIONES UNIDAS: El Norte pierde tradicional cargo clave(2-E)
Dervis, además de ministro de Finanzas en Turquía, ocupó hasta ahora un escaño parlamentario por el centroizquierdista Partido Republicano Popular (CHP), opositor al hoy gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP).
Ancestros del hoy funcionario internacional, originario de la isla de Buyukada, cerca de las costas de Estambul en el mar de Mármara, se hicieron cargo de las finanzas del Imperio Otomano. Su padre es turco, y su madre, alemana. Estudió en la Escuela de Economía de Londres y en la estadounidense Universidad de Princeton.
Considerado un socialdemócrata moderado, Dervis es uno de los dirigentes políticos seculares más populares de Turquía. También es bien visto en Washington, luego de pasar dos décadas trabajando para el Banco Mundial. Por otra parte, su esposa es de nacionalidad estadounidense.
Como ministro, le tocó sortear una gravísima crisis, para lo cual negoció un enorme paquete de asistencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial proponiendo un severo programa de reformas económicas que incluyó un radical recorte de gastos estatales.
Ese programa marcó, según muchos economistas, el comienzo de la recuperación de la economía turca.
Los esfuerzos de Annan por imponer un proceso de selección transparente y verdaderamente internacional para los altos funcionarios de la ONU va en la dirección correcta, según Bennis.
Pero no queda claro el alcance de este compromiso. Preguntar a los países miembros que postulen a sus candidatos es un avance importante, pero no asegura por sí solo la honestidad, transparencia y amplitud en el proceso de designación, agregó.
La ONU debe cubrir con los mejores y más brillantes los cargos que requieren sensibilidad política y una visión que trascienda el interés de los países para mejorar el mundo, dijo a IPS Don Kraus, vicepresidente ejecutivo de Ciudadanos por Soluciones Globales, organización humanitaria con sede en Washington.
De todos modos, los países miembros tienen también una responsabilidad, dijo. No pueden esperar que sigan sus propios intereses a costillas de la ONU, consideró Kraus. (
