El ex congresista republicano y pensador conservador estadounidense Newt Gingrich volvió al ruedo: adaptó sus viejas propuestas de gobierno y las difunde en todo el país, al parecer con el objetivo de postularse a la presidencia en 2008.
Casi 10 años después de haber sido elegido hombre del año por la revista Time, Gingrich realiza una gira para promover su libro Ganando el futuro: Un contrato con Estados Unidos para el siglo XXI.
Se trata de las mismas propuestas que promocionó durante su revolución republicana, una campaña para los comicios legislativos de 1994. Ese año, el entonces opositor Partido Republicano se quedó con la mayoría de la Cámara de Representantes por primera vez en 40 años. Gingrich fue elegido presidente del cuerpo.
Reducir el déficit público, aumentar el gasto militar, recortar los impuestos para las clases medias, endurecer la lucha contra el crimen y restablecer los valores tradicionales en torno a la familia, la moral y la religión eran las ideas centrales de su revolución. Nada de eso suena muy distinto a lo que promocionó su correligionario, el actual presidente George W. Bush.
En su nuevo libro, que estuvo por unos días en la lista de más vendidos del diario The New York Times, también propone elevar el nivel de la educación, redoblar la lucha contra el terrorismo y privatizar el sistema de jubilaciones.
También incluye algunas críticas a las medidas tomadas por Bush en Iraq.
Gingrich parece tener intenciones de postularse para las próximas elecciones presidenciales. Aunque no lo anunció oficialmente, dijo a la prensa días atrás que tenía la experiencia suficiente como para asumir el mando del país.
Pero su controversial forma de hacer política puede ser el principal escollo en su carrera.
El mes pasado, el ex presidente de la Cámara de Representantes volvió a hacer afirmaciones polémicas. En una aparición en el canal Fox News, dijo que varios terroristas responsables de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington pudieron haber ingresado en territorio estadounidense a través de Canadá.
Pocas horas después de esas declaraciones, el embajador canadiense en Estados Unidos, Frank McKenna, le envió una carta de protesta. Uno portavoz de Gingrich luego declaró que el ex senador lamentaba profundamente el error.
Gingrich tiene la imagen de ser una persona inescrupulosa y ambiciosa, y eso afecta sus pretensiones.
El sitio en Internet America Online realizó en abril una encuesta sobre sus posibilidades de llegar a la presidencia. Si bien no tienen valor estadístico, los resultados fueron muy sugerentes.
Sesenta y tres por ciento de las 42.000 personas que contestaron las preguntas dijeron que no lo votarían nunca y que sus antecedentes en la Cámara de Representantes lo perjudicaban.
Sin embargo, hubo muchos casos de triunfos inesperados en la política estadounidense. Uno de ellos es el del ex presidente Richard Nixon (1969-1974).
Fue protagonista de una serie de polémicas siendo vicepresidente, durante la administración de Dwight Eisenhower (1953-1961), y anunció su retiro de la política tras perder en las elecciones para gobernador del occidental estado de California en 1962. Sin embargo, se presentó en los comicios presidenciales de 1968 y ganó.
Obligado a renunciar seis años más tarde por el escándalo de Watergate, cuando se comprobó la responsabilidad de su gobierno en el espionaje al cuartel general del opositor Partido Demócrata, dedicó el resto de su vida a mejorar su imagen, y en cierta medida lo logró. Tras su muerte, en 1994, siguió siendo elogiado por muchos.
Gingrich representa un estilo de política polémico y agresivo. Hagan cosas que puedan estar mal, pero hagan algo. Uno de los grandes problemas del partido es que no los estimulamos a hacer cosas desagradables, le habría dicho en 1991 a un grupo de jóvenes políticos republicanos, según informó la prensa entonces.
Fue criticado en 1994 por haber citado en un discurso el delicado caso de Susan Smith, una mujer del estado de Carolina del Sur (sudeste) que había ahogado a sus dos pequeños hijos.
El caso de la madre que asesinó a sus dos hijos en Carolina del Sur nos hace reflexionar a cada estadounidense sobre cuán enferma está la sociedad y sobre cuánto debemos cambiar. Yo creo que las personas quieren cambiar, y la única forma de lograrlo es votar a los republicanos. Ese es el mensaje de los últimos tres días, dijo en vísperas de las elecciones legislativas.
En 1997, Gingrich se convirtió en el primer presidente de la Cámara de Representantes en ser censurado y multado por falta de ética, luego de haber dado un curso en una universidad del sudoriental estado de Georgia, que sus rivales consideraron de política partidaria. Gingrich reconoció su error y además admitió haber brindado información falsa a la Comisión de Asuntos Éticos que siguió su caso.
Tras su renuncia del cuerpo legislativo, se vinculó con los dos centros académicos derechistas más importantes del país, el Instituto de la Empresa Estadounidense y el Instituto Hoover.
En 1999, fundó el Grupo Gingrich, que según su sitio en Internet es una firma consultora y de comunicaciones que se especializa en el cambio. El grupo creó, en 2003, el Centro para la Transformación de la Salud, un plan que busca reformar el sistema sanitario del país con la ayuda del sector privado.
Gingrich se ha desempeñado también como analista político para el canal Fox News.
El ex congresista, al igual que muchos conservadores estadounidenses, por lo general vincula sus posturas políticas con sus creencias religiosas.
Debemos primero dejar en claro que nuestros derechos vienen de nuestro Creador, y que un país como Estados Unidos, que ha dejado de lado a Dios en la esfera pública, es un país camino a la decadencia y la derrota, escribió en su último libro.
A fines de febrero, luego de varios años de ausencia en la escena, Gingrich habló en un desayuno de trabajo auspiciado por la revista Christian Science Monitor, de la protestante Iglesia de la Ciencia Cristiana.
El líder republicano se refirió a la importancia de la fe en la sociedad estadounidense.
Como historiador puedo hablar con autoridad sobre cómo fue escrita la Declaración de la Independencia, cuál era la postura de Thomas Jefferson y cuán bueno es para las familias estadounidenses ir a Washington y comprobar cuán cierto es que los padres fundadores estaban comprometidos con la idea de que nuestros derechos vienen de Dios, señaló.
El líder de la revolución republicana parece determinado a iniciar una carrera hacia la Casa Blanca con una agenda basada en los tradicionales valores de la derecha cristiana y en propuestas económicas conservadoras.