EEUU-MÉXICO: Milicia fronteriza promete volver en octubre

– El Proyecto Minuteman, cuyos voluntarios patrullaron el mes pasado la frontera de Estados Unidos con México en busca de inmigrantes indocumentados, prometió regresar en octubre, esta vez con decenas de miles de miembros.

Esta milicia actuó en el estado de Arizona, y contó con declaraciones de apoyo del gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, y con amplia cobertura en los medios de comunicación estadounidenses.

Se trata de una red de individuos y organizaciones, muchas de ellas armadas, que convocaron a voluntarios para vigilar el pasaje de inmigrantes indocumentados. Los organizadores indicaron que más de 1.600 personas respondieron al llamado.

Sin embargo, la evidencia recabada por autoridades de México y de Estados Unidos indica que lo voluntarios de Minuteman no sumaron más de 100, la mayoría jubilados, y que no contaron con aviones o helicópteros. Otras estimaciones pusieron la cifra en 400.

”Hemos demostrado que ciudadanos comunes en sillas plegables pueden cerrar el tráfico ilegal”, informó el grupo en una declaración. ”No nos detendremos; no seremos frenados. Continuaremos asegurando nuestras fronteras hasta ser relevados por nuestras fuerzas armadas y nuestra Guardia Nacional”.

El Proyecto Minuteman ha irritado las relaciones entre Estados Unidos y México, pero no es el único elemento de fricción.

La forma en que trata el sistema penal a las personas de origen mexicano —en especial la pena de muerte— y la renovación de las advertencias del Departamento de Estado (cancillería estadounidense) a los viajeros acerca de la violencia en las ciudades mexicanas añadieron tensión al vínculo.

Ante un auditorio de estudiantes de toda América en la Universidad de Texas en la ciudad de Edinburg, el canciller mexicano Luis Ernesto Derbez atribuyó el surgimiento de los Minutemen a la frustración de sus integrantes.

La policía y las patrullas fronterizas estadounidenses han manifestado su temor de que los Minutemen perturben sus operaciones, y organizaciones de defensa de los derechos civiles movilizaron a sus propios voluntarios para vigilar a las milicias.

Al fin y al cabo, no se registraron grandes incidentes, si bien agentes de la gubernamental Guardia Fronteriza lamentaron que los Minutemen hubieran desactivado, sin advertirlo, sensores y alarmas dedicados a rastrear a inmigrantes ilegales.

Pero el gobernador Schwarzenegger dijo a una radio de Los Angeles que las milicias estaban haciendo un trabajo ”fenomenal”, y que les daría la bienvenida a California. Antes, había dicho a la prensa que la frontera con México debía ”sellarse”, verbo que más tarde corrigió a ”asegurarse”.

Schwarzenegger actúa para frenar la caída de su popularidad, según Marc Cooper, del Instituto para Justicia y Periodismo de la Universidad del Sur de California. ”Es, probablemente, un mal consejo de algún asesor que entró en pánico”, dijo.

”Es una estrategia riesgosa, y casi condenada al fracaso”, añadió el experto.

Pero los Minutemen, criticados incluso por el presidente George W. Bush, han recibido una cobertura generalmente favorable en los medios de comunicación, que publicaron miles de artículos al respecto.

Es que la idea de un duelo del lejano oeste en el sur de Arizona del siglo XXI es demasiado como para resistirse a ella, dijo Cooper. ”Nadie en los medios quería decirle a su jefe que no había cubierto lo que pasó en la frontera”, afirmó.

Por otra parte, esa misma cobertura obvió, en general, la conexión entre varias organizaciones patrocinantes de los Minutemen y grupos supremacistas blancos.

El cofundador del Proyecto Minuteman, Chris Simcox, editor de un periódico de Tombstone, en el estado de Arizona, es también fundador de la organización de defensa Civil Homeland Defense Corps (Cuerpos Civiles de Defensa de la Patria).

Joe McCutchen, un piloto retirado de 73 años que pasó tres semanas en el desierto de Arizona como Minuteman, escribió hace dos años una carta al diario Southwest Times Record de Fort Smith, Arkansas, en que afirmaba que ”el gobierno central, los bancos, los medios y los espectáculos son controlados por los judíos”, quienes también ”poseen el sistema monetario mundial”.

Schwarzenegger podría contar con su propia milicia ”fenomenal”. Los Amigos de la Patrulla Fronteriza, organización de voluntarios de California integrada por 30 policías, militares y pilotos retirados, anunciaron su intención de realizar su ”vigilia” en agosto.

La organización es encabezada por Andy Ramirez, líder de Save Our State (Salvemos a Nuestro Estado), que participó en la exitosa campaña para impedir por ley la entrega de licencias de conducir a inmigrantes ilegales.

El Proyecto Minuteman, que toma su nombre del grupo de milicianos de Massachusetts que en el siglo XVIII lucharon por la independencia, despertó temores tras prometer que en abril vigilaría la frontera entre Arizona y el estado mexicano de Sonora con más de 1.000 voluntarios, la mayoría con experiencia militar y al menos 20 piloteando diversas aeronaves.

Su misión, según dijeron, era detener a los inmigrantes indocumentados para entregarlos a la patrulla fronteriza de Estados Unidos.

En México, el gobierno de Vicente Fox, el parlamento y las organizaciones defensoras de los derechos humanos rechazaron su presencia y demandaron frenar su accionar.

Por Arizona ingresan gran parte de los inmigrantes a Estados Unidos. Informes oficiales indican que cerca de la mitad de los poco más de un millón de mexicanos detenidos por la Patrulla Fronteriza en 2004 habían cruzado por la frontera de ese estado.

El estadounidense Salvador Zamora, portavoz de la Patrulla Fronteriza en Washington, expresó su temor ante la posibilidad de que los Minutemen causaran algún problema, pero hasta ahora lo único que ha mostrado es que se trata de personas que se divierten como en un día de campo, apuntó.

Los vigilantes, tal como se autodenominan, pasan las horas del día sentados, charlando o jugando cartas entre ellos. Las pocas armas que tienen, están guardadas casi todo el tiempo, según se informó.

Minuteman es una más de las varias organizaciones y personas contrarias a los inmigrantes que actúan en el área fronteriza de Estados Unidos con México. Se trata de unos pocos individuos a quienes las organizaciones no gubernamentales piden controlar.

Ranch Rescue, Civil Homeland Defense y American Border Patrol son los nombres de algunos de los grupos con actividad esporádica en varios de los estados del sur de Estados Unidos.

A bordo de vehículos todo terreno o a caballo, vestidos como militares o al uso de las zonas rurales del lugar (vaqueros), sus integrantes persiguen a inmigrantes en zonas desérticas, las menos vigiladas por la policía, para, literalmente, cazarlos y luego entregarlos a la Patrulla Fronteriza.

”Estos grupos generan tensiones sobre el problema de la migración y no ven o no entienden que se trata de un fenómeno que requiere una solución integral, como una ley que legalice a los extranjeros que ya están en este país (Estados Unidos)”, opinó la directora de operaciones de la no gubernamental Red de Acción Fronteriza, Nahyeli Mendivil.

Unos 400.000 mexicanos logran cada año burlar los controles migratorios cada vez más estrictos de Estados Unidos e integrarse al sistema productivo de ese país, mientras más de un millón fracasan y regresan a sus lugares de origen.

En la actualidad viven en Estados Unidos 39,9 millones de personas nacidas en América Latina o descendientes de inmigrantes de esa procedencia. De ese grupo, unos cinco millones carecen de documentos migratorios en regla.

México demanda un acuerdo que regularice la permanencia de los emigrantes mexicanos indocumentados en Estados Unidos, pero Washington advierte que sólo promoverá un esquema basado en permisos temporales de trabajo.

*/Atención editores, este despacho corrige varios párrafos de la nota transmitida el miércoles 4, a la hora 20.45 GMT/

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