– Ousmane Sy dio nuevas esperanzas al continente africano con la exitosa implementación de su programa de descentralización en Malí, según el jurado que le asignó este año el Premio Internacional Rey Balduino de Desarrollo.
Sy recibió este martes el premio, creado en 1978 con el nombre del rey de Bélgica para honrar cada dos años a una persona u organización que realice una contribución sustancial al desarrollo del Hemisferio Sur y a la solidaridad entre países industriales y en desarrollo.
La Fundación Rey Balduino reconoció al atribuir el premio a Sy, él mismo un experto en desarrollo, su papel vital en la conquista de un futuro de paz, estabilidad y prosperidad para África.
El comité que premió a Sy lo describió como hombre de visión, pionero de acciones en materia de gobernanza en África. Con sus ideas sobre descentralización, este experto fue una figura clave en la reforma de la administración de Malí.
Cofundador de la Red por la Gobernanza en África, creada en 1994 para intercambiar experiencias entre los países occidentales del continente, Sy utilizó la tradicional trama de comunicaciones entre los ancianos de los 11.000 poblados de Malí para construir un consenso hacia sistemas de gobierno democráticos y sustentados localmente.
La descentralización involucró la creación de entidades subnacionales —regiones, distritos y poblados— gobernados con autonomía por concejos electos. Las privatizaciones y la liberalización comercial han acompañado este proceso en los años 90.
Cuando Sy comenzó su tarea en 1993, Malí tenía apenas 13 municipalidades. Hoy, son 703.
En un proceso de descentralización participativa, al que se sumó la organización de elecciones transparentes, Sy lanzó campañas aplaudidas por su originalidad, y que crearon, según el panel que lo premió, un ambiente conducente a una mejor administración pública y a una mayor estabilidad, dos condiciones cruciales para el desarrollo.
El director del Programa Conjunto de las Naciones Unidas contra el VIH/Sida (Onusida), Peter Piot, dijo el martes que el trabajo de Sy era la prueba de que África puede producir respuestas viables a sus propios problemas.
Ousmane Sy es una inspiración para todos los africanos, sostuvo Piot.
Sus propuestas tuvieron un impacto positivo inmediato en la vida diaria de Malí. Mujeres y niños pasan menos tiempo caminando en busca de agua gracias a la creación de servicios en muchas municipalidades. Antes, muchos niños y niñas quedaban sin ir a la escuela por esa causa.
Al mismo tiempo, se crearon centros municipales de salud para combatir la elevada mortalidad infantil.
Sy sostuvo que los africanos deben reflexionar sobre el modo en que manejan sus sociedades, y crear instrumentos nuevos.
África debe imperativamente encontrar medios de gobernanza basados sobre los valores y principios africanos, cumpliendo, al mismo tiempo, los requisitos del mundo moderno, dijo el activista al recibir su premio en Bruselas.
Más allá de la organización de elecciones democráticas y de la lucha contra la corrupción, la descentralización produjo una nueva visión en la idea de gobernanza, agregó.
Hasta que se lanzó el proceso, la mayoría de la población percibía la gobernanza como una noción extremadamente artificial, porque el ejercicio del poder y la administración de la democracia a nivel nacional estaban concentrados en unos pocos cientos de personas, explicó.
Sy insistió en que la descentralización posibilita consolidar el proceso democrático al ampliar su base. La descentralización dinamiza la economía al trasladar la toma de decisiones políticas mucho más cerca de los agentes locales, sostuvo.
Ahora, los que toman las decisiones nacen y se crían en la localidad, no son más personas designadas por el gobierno central. Las autoridades locales también afrontan el desafío de los idiomas regionales. La descentralización ha actuado como reconocimiento de la diversidad lingüística y cultural, afirmó Sy.
El experto dijo que se ha pasado la vida combatiendo el afropesimismo.
A pesar de las imágenes negativas y los titulares que surgen de África, las cosas han comenzado a cambiar. Una nueva generación de africanos sienten que pueden dejar atrás el pasado de colonización y malos gobiernos, señaló.
Es tiempo de asumir la responsabilidad de organizar un futuro posible construido sobre modelos políticos que funcionen. África ahora encuentra respuestas a esas preguntas que la han bloqueado por tanto tiempo.
Sy mantiene el optimismo sobre la posibilidad de más avances en Malí y de un cambio real en todo el continente.
Trabajo para seguir ofreciendo esperanzas, para demostrar a los africanos que África puede cambiar. Asumir la responsabilidad de nuestro propio futuro es el único camino hacia adelante, porque ése es el modo de luchar contra la mala gobernanza que frena todo progreso en tantos de nuestros países.
Para mí, encontrar la estabilidad gubernamental es una de las tareas más importantes de África.