El presidente George W. Bush sugirió que Amnistía Internacional es un instrumento de terroristas, luego de que la principal organización de derechos humanos del mundo criticó el panorama en los centros de detención de Estados Unidos en el extranjero.
Desde que Amnistía presentó su último informe anual el jueves, una sucesión de altos funcionarios del gobierno estadounidense, así como sus simpatizantes derechistas apostados en medios de comunicación, fustigaron a la organización con sede en Londres.
Activistas consideraron que se trató de un esfuerzo orquestado para desacreditar a todas las organizaciones independientes preocupadas por la situación de los derechos humanos.
"Parece una campaña. Hubo ruido de tambores desde que Amnistía publicó el informe. Parece un intento de silenciar a los críticos", sostuvo Reed Brody, de Human Rigths Watch.
El propio Bush lanzó la última invectiva este martes, en una conferencia de prensa en la Casa Blanca. "Estoy al tanto del informe de Amnistía Internacional, y es absurdo. Estados Unidos es un país que promueve la libertad en todo el mundo", declaró.
Washington investigó "cada queja contra (sic) los detenidos (…) de manera transparente", dijo.
"Parece como si (Amnistía) basara algunas de sus decisiones sobre la palabra y acusaciones de personas que fueron mantenidas en detención, personas que odian a Estados Unidos, personas que han sido entrenadas en algunos casos para desensamblar (sic). Eso significa no decir la verdad. Y por eso es un informe absurdo. Es sólo eso", concluyó.
La reacción de Bush fue casi idéntica a la del vicepresidente Dick Cheney, difundida el domingo por la cadena televisiva de noticias CNN.
"Si Amnistía Internacional sugiere que de algún modo Estados Unidos es un violador de los derechos humanos, francamente no lo tomo en serio", dijo Cheney.
"Francamente, me ofendió. Creo que (…) Estados Unidos hizo más que ninguna otra nación en la historia del mundo por el avance de la causa de la libertad, y ha liberado más gente de la tiranía durante el siglo XX y hasta hoy ", opinó.
En cuanto a las acusaciones de maltrato de detenidos, Cheney argumentó: "Si se los rastrea, en casi cada caso, resultan ser quienes estuvieron adentro y luego fueron liberados hacia sus países de origen y ahora venden mentiras sobre el modo en que fueron tratados."
Al igual que Bush, la secretaria de Estado (canciller) Condoleeza Rice calificó de "absurdo" el informe de Amnistía. Mientras, el presidente del Estado Mayor Conjunto, general Richard Myers, sostuvo que era "absolutamente irresponsable".
Por otra parte, agregó Myers, el centro de detención en la base naval estadounidense en Guantánamo, Cuba, es una "instalación modelo" donde los prisioneros son tratados "humanamente".
Las acusaciones específicas fueron efectuadas por la secretaria general de Amnistía, Irene Khan, en la presentación del informe anual de la organización sobre la situación de los derechos humanos en el mundo.
Khan se refirió a la red de centros de detención establecidos por Washington en territorio extranjero como "el gulag de nuestros tiempos", en alusión al sistema carcelario y de labores forzadas que existió en la hoy disuelta Unión Soviética.
El diario The Washington Post, habitualmente defensor de las organizaciones de derechos humanitarios, cuestionó la caracterización de Khan por entenderla contraproducente.
Mientras, The Wall Street Journal, cuyos editorialistas están alineados con las posturas del gobierno de Bush, la consideraron "un signo más de la degradación moral de Amnistía Internacional".
La organización con sede en Londres es un "grupo de presión altamente politizado" cuyas últimas acusaciones "respaldan la propaganda afín a Al Qaeda".
The Wall Street Journal también fustigó en su momento al Comité Internacional de la Cruz Roja por criticar el trato deparado por Estados Unidos a sus detenidos en el marco de su guerra contra el terrorismo.
"Una organización 'de derechos humanos' que no puede distinguir entre los campos de la muerte de Stalin y los centros de detención para terroristas que mataron a civiles no puede ser tomada en serio", según el diario.
Pero Amnistía se mantuvo en sus trece. "En Guantánamo, Estados Unidos operó una prisión aislada donde las personas son confinadas arbitrariamente, mantenidas prácticamente incomunicadas, sin acusación, juicio o acceso al debido proceso", sostuvo la organización.
"Ni un tribunal revisó la legalidad de un solo detenido en Guantánamo, a pesar de una sentencia en ese sentido de la Corte Suprema" de justicia estadounidense el año pasado, agregó.
"Guantánamo es apenas la parte visible de la noticia. Se acumula evidencia según la cual Estados Unidos opera, en Iraq, Afganistán y más allá, una red de centros de detención en que son mantenidas personas en secreto y fuera de cualquier marco legal adecuado", concluyó Amnistía Internacional. ***** +DERECHOS HUMANOS: Guantánamo es el nuevo Gulag, dice Amnistía (https://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=33969) (FIN/IPS/traen-mj/jl/hd ip sp ik/05)