Funcionarios y empresarios de Estados Unidos salieron en defensa de la OMC, ante la propuesta de retirar al país del cuerpo rector del comercio mundial formulada por dos legisladores, uno de ellos perteneciente al riñón del presidente George W. Bush.
De aceptarse la iniciativa, se cerrarían mercados para los trabajadores y agricultores estadounidenses dependientes de la continua liberalización comercial, dijo el vicerepresentante comercial de este país, Peter Allgeier, ante un comité legislativo el martes.
De retirarse Estados Unidos de la OMC (Organización Mundial del Comercio), se encenderían conflictos persistentes que distorsionarían la economía mundial más allá de lo imaginable, sostuvo Allgeier.
La iniciativa partió de los representantes Ron Paul, del gobernante Partido Republicano y procedente del estado de Texas, el mismo en que fue gobernador el presidente Bush, y Bernard Sanders, independiente y del estado de Vermont.
Ambos presentaron en marzo un proyecto de resolución para que Estados Unidos retirara su adhesión al acuerdo de Marrakesh, por el cual se creó la OMC, cuerpo de 149 países que arbitra en disputas comerciales y canaliza las negociaciones para liberalizar y estimular el intercambio.
Legisladores estadounidenses cuestionan a la OMC por entender que sus decisiones perjudican a la economía y a los trabajadores de este país.
La OMC, fundada hace 10 años, representa el trabajo de las últimas seis décadas para instaurar un sistema de comercio mundial basado sobre reglas, consideró Allgeier.
Las críticas se refieren, además de los supuestos perjuicios a la economía estadounidense, a los ambiguos resultados obtenidos por los países pobres de la liberalización comercial.
La OMC no implica éxito para todos, según un informe del Instituto Kenan de la Empresa Privada, perteneciente a la estadounidense Universidad de Carolina del Norte.
Aunque la organización multilateral con sede en Ginebra ayudó a mejorar el estado de derecho en todo el mundo y alentó a muchos países a adoptar políticas comerciales transparentes y basadas sobre el libre mercado, tuvo algunos puntos débiles en su gestión, según el informe.
El principal fracaso de la OMC fue su incapacidad de reducir los elevados subsidios y aranceles agrícolas de Estados Unidos y la Unión Europea, agrega el Instituto Kenan.
Los países en desarrollo consideran que las ofertas de reducción de subsidios y aranceles del mundo rico son demasiado bajas y superficiales, mientras sufren en sus propios mercados la inundación de productos baratos del Norte a expensas de la agricultura del Sur.
El informe considera que la OMC no cumple con su objetivo de albergar negociaciones exitosas. Ha estado estancada como vehículo para las negociaciones comerciales, dice el documento.
La organización no es inclusiva tampoco, según el estudio. Los miembros no han hecho lo suficiente para ayudar a los países en desarrollo a beneficiarse de la liberalización comercial.
Los autores del informe lo atribuyen al hecho de que la OMC debe insumir muchos esfuerzos en disciplinar a sus integrantes, incluidos Estados Unidos y la Unión Europea, que mantienen políticas distorsionantes del comercio, como los subsidios.
Estados Unidos participó en más disputas resueltas en la OMC que cualquier otro país, y ganó la mayoría, pero no ha cumplido con las decisiones en su contra.
La semana pasada, Estados Unidos, temeroso por el crecimiento de sus importaciones desde China, impuso cuotas temporarias sobre productos como ropa de algodón y ropa interior, medida que, según Beijing y buena parte del mundo en desarrollo, contradice las normas de la OMC.
Allgeier negó el martes que la decisión signifique que Washington da la espalda a la OMC.
Empresarios estadounidenses que procuran beneficiarse más del libre comercio mundial también rechazan las críticas a la OMC.
El gobierno y el Congreso legislativo deberían oponerse vigorosamente a la propuesta de retirar a Estados Unidos de la OMC, dijo el portavoz de la poderosa Asociación Nacional de Manufactureros, Dwight Messinger.
No soy un abogado comercialista. Soy un empresario, y puedo decirles que, a causa del sistema comercial basado sobre reglas, las barreras han caído a lo largo de los años. De todos modos, mi empresa aún afronta tarifas y barreras comerciales demasiado altas en demasiados países, sostuvo Messinger.
Podríamos vender más si los costos comerciales fueran menores, y si otros países no levantaran una barrera encima de la otra, agregó.
Las exportaciones manufactureras crecieron 65 por ciento entre 1994 y 2004, y las agrícolas, 38 por ciento, según la oficina del Representante Comercial. Las ventas de artículos de tecnología de avanzada se incrementaron 67 por ciento y representan un cuarto del total de exportaciones.
También el Buró Granjero Estadounidense y la Coalición de Industrias de Servicios salieron en defensa de la OMC.
Todos los integrantes del sistema mundial de comercio tienen algo en juego en el futuro de la OMC. Pero es Estados Unidos el que tiene más para ganar, y por lo tanto debemos participar activa y vigorosamente en la OMC, dijo Norman Sorensen, presidente de la Coalición. (