Tras impulsar durante largos años el mercado mundial del acero con sus voluminosas importaciones, China se prepara para un nuevo papel como exportador neto de acero, que podría convertir la escasez del producto en sobreoferta y deprimir sus precios regionales y mundiales.
La producción de artículos de acero chinos superará este año el consumo, lo que aumentará las exportaciones y causará la acumulación de reservas, advirtieron observadores.
Planificadores económicos chinos temen que los productores nacionales sean culpados por la depresión de los precios y la quiebra de empresas a medida que esos productos comiencen a fluir en el mercado internacional.
Por esta razón, lanzaron medidas para frenar las exportaciones del metal y enfriar la sobrecalentada economía nacional, preparándose para un abarrotamiento de acero en el mercado mundial tan pronto como a fines de este año.
A partir del jueves 19, el gobierno prohibirá que fábricas nacionales elaboren productos de acero para clientes extranjeros con mineral de hierro importado.
La medida está de acuerdo con los controles macroeconómicos y las políticas de desarrollo industrial relacionadas, explicó el Ministerio de Comercio.
Actualmente, el comercio de hierro y acero procesados en China está libre de aranceles e impuestos al valor agregado.
La prohibición del procesamiento de hierro y acero es la tercera medida consecutiva adoptada por Beijing en menos de dos meses para frenar las exportaciones de acero, comentó el diario The China Daily.
El 1 de abril, China eliminó una rebaja impositiva de 13 por ciento a las exportaciones de barras de acero, y también recortó la rebaja de las exportaciones de ciertos productos de acero de 13 a 11 por ciento el 1 de mayo.
Ejecutivos de la industria también se proponen impedir que pequeños productores e importadores compren del exterior mineral de hierro, en apariencia para fortalecer su posición negociadora ante exportadores extranjeros que han aprovechado la enorme demanda china de esa materia prima y aumentado sus precios.
China, que en la última década registró un impresionante crecimiento económico, tiene una fuerte dependencia de las importaciones de hierro, por lo tanto el aumento de los precios de las importaciones incrementó la presión financiera sobre las empresas acereras.
En 2004, el país reemplazó a Japón como el mayor importador de hierro del mundo, al comprar 208 millones de toneladas, frente a 70 millones en 2000.
Las tres mayores exportadoras mundiales de hierro (BHP Billiton, Río Tinto y Vale do Rio Doce) aumentaron los precios de sus ventas a China en 71,5 por ciento.
Baosteel, la mayor fábrica china de acero, que negocia en representación de otras también, aceptó el aumento aunque implica pagar tanto como los fabricantes japoneses.
Expertos de la industria estimaron que actualmente hay 40 millones de toneladas de hierro acumuladas en puertos chinos, porque no existen medios de transporte disponibles para trasladarlas tierra adentro.
Debemos revertir la actual tendencia de aumentar las exportaciones de acero, porque los únicos beneficiados son los exportadores (extranjeros) de hierro, exhortó Mei Xinyu, funcionario del instituto de investigación del Ministerio de Comercio.
En el futuro, sólo las empresas acereras con una capacidad superior al millón de toneladas y las firmas comerciantes con un capital registrado de 10 millones de yuanes (1,2 millones de dólares) podrán importar hierro.
Se prevé que las nuevas normas reducirán el número de importadores de hierro a 523 a unas pocas decenas. Ante la fuerte competencia interna, las fábricas más pequeñas no podrán comprar el mineral y se verán desplazadas del negocio. (