Delegados de 34 países exhortaron a la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la Unesco a aprobar en su reunión del mes próximo en París la creación de un Sistema de Advertencia contra Maremotos en el Océano Índico y un organismo coordinador intergubernamental.
Gobiernos donantes ya acordaron crear ese sistema en 27 países con costa sobre el Índico, que comenzaría a funcionar dentro de los seis próximos meses.
Finlandia, Bélgica, Noruega, Alemania, Italia Australia, India, China y Estados Unidos proveerán los 5,5 millones de dólares necesarios para el proyecto, según un compromiso adoptado durante una reunión de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) en Grand-Baie, Mauricio.
Los participantes de esa reunión, celebrada en marzo, recordaron el devastador maremoto del 26 de diciembre de 2004, que mató a más de 200.000 sólo en países del sudeste asiático, con costas sobre el Índico.
Los tsunamis (olas gigantescas) causados por el sismo submarino ocurrido cerca del extremo norte de la isla indonesia de Sumatra arrasó las costas de una decena de países de Asia y Africa y provocó cerca de 280.000 muertes, la mayoría en Indonesia, India, Maldivas y Sri Lanka, además de dejar a millones de personas sin hogar ni medios de sustento.
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Para evitar la repetición de una tragedia similar, los 200 participantes acordaron establecer un sistema de advertencia temprana en la región.
El primer paso para la creación de tal sistema es la identificación del punto focal de cada país para recibir información sobre sismos, explicó Patricio Bernal, secretario ejecutivo de la COI, dependiente de la Unesco.
Cada país recibirá información provisional de los dos centros de la COI en Hawai, Estados Unidos, y en Tokio, Japón. La información será retransmitida para su difusión cada 10 o 15 minutos, agregó Bernal.
El siguiente paso sería la instalación de indicadores de mareas para controlar cambios en el nivel del mar e intercambiar datos a intervalos de cinco minutos. Mauricio estableció ese sistema el mes pasado, una medida que beneficaría al resto de África oriental.
Crear ese sistema… cuesta entre 20 y 30 millones de dólares. Pero la mayor inversión es que cada país entrene personal calificado para trabajar 24 horas al día, siete días a la semana, todos los días del años, para detectar tsunamis y advertir a la población, explicó Bernal.
Esperamos poder proteger a estos países, porque las consecuencias económicas de los tsunamis es desastrosa y la reconstrucción puede llevar años. Causan más daño que las crisis económicas. No es algo para tomar a la ligera, resaltó el funcionario.
La COI espera que todas las evaluaciones para la creación de sistemas de advertencia temprana estén finalizadas para junio. Posteriormente, se elaborarán planes estratégicos nacionales.
Los delegados de otra reunión de la Unesco celebrada en París en marzo reclamaron la creación de centros nacionales de alerta en países sobre el océano Índico.
Las estaciones meteorológicas de esos países serían responsables de recibir los datos y alertar a la población, explicó a IPS el presidente de la COI, François Scindele.
Sin embargo, la decisión de evacuar a la población costera dependería de las autoridades de cada país, aclaró.
Bernal urgió a gobiernos y grupos de apoyo a educar a los residentes de zonas vulnerables sobre los maremotos, de modo que sepan lo que hacer en caso de una alerta.
Los hospitales también deben estar preparados para tales desastres, señaló. Este fue el elemento faltante más crucial tras el maremoto del 26 de diciembre.
Según expertos, dos tipos de tsunamis pueden afectar las costas de los países sobre el océano Índico. Una es el área sísmica de Indonesia, de 4.000 kilómetros de largo. La otra es la de Makran, cerca de Pakistán.
Australia, Indonesia, Malasia y Tailandia ya están desarrollando su propia capacidad técnica para detectar, analizar y ofrecer alertas sobre tsunamis generados en la zona de Indonesia, mientras India, Irán y Pakistán vigilan la región de Makran.