Por primera vez en seis semanas, los precios internacionales del crudo descendieron este viernes a la marca de los 50 dólares por barril, ante señales de mayor aprovisionamiento y menor consumo en mercados tradicionales y emergentes.
En Nueva York, el crudo dulce ligero o West Texas Intermediate (WTI), marcador estadounidense, retrocedió 73 centavos de dólar por barril (159 litros) y la unidad se vendió a 50,40 dólares, en tanto el jueves llegó a negociarse a 49,75 dólares.
En el mercado de futuros de Londres, el crudo Brent del Mar del Norte, de referencia europea, bajó 75 centavos de dólar y el barril se transó a 51,54 dólares.
Diez días atrás, el WTI se había vendido a 58,28 dólares y el Brent a 56,35. Casi siempre, a diferencia de la jornada de este viernes, el precio del Brent escolta al del crudo dulce ligero, y no al revés.
Durante la semana que concluye los promedios fueron de 51,86 dólares para el WTI, 51,93 para el Brent y 48,38 dólares para la cesta de siete crudos —algo más densos— que emplea la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), informó el Ministerio de Energía en Venezuela.
Los precios se debilitaron por la expectativa de mayores suministros ante el continuo incremento de los inventarios de Estados Unidos, que alcanzaron su nivel máximo en tres años, y las especulaciones sobre una posible desaceleración del crecimiento de la demanda global para este año, indicó el informe semanal de la cartera venezolana.
Estados Unidos reportó que en la primera semana de abril sus inventarios comerciales de crudo llegaron a 320,7 millones de barriles, 25 millones de unidades más que hace un año y holgadamente distante del umbral crítico de ese país en materia de aprovisionamiento, que es de 270 millones de barriles.
Entretanto, las reservas estratégicas de crudo, que desde hace 30 años guarda el gobierno estadounidense como seguro para su maquinaria industrial en caso de que un conflicto interrumpa el flujo internacional de petróleo, rozan los 689 millones de barriles, cerca del nivel óptimo fijado por Washington, de 700 millones de unidades.
Es normal que en esta época del año (al avanzar la primavera en el Hemisferio Norte) la acumulación de stocks se incremente, observó la analista noruega Anette Einarsen, de la firma Nordea Bank. Se disuelve el temor de que la producción (de crudo) no pueda sostenerse junto con la demanda para elaborar gasolina, agregó.
Por esa razón, el ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez, considera que no había necesidad de un incremento de la producción, como el que pactó la OPEP en su reunión un mes atrás en Isfahán (Irán), cuando tomó medidas para llevar la producción del grupo de 29 a 29,5 millones de barriles por día.
La OPEP está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, y responde por un 36 por ciento de la producción mundial petrolera, que alcanza a 843 millones de barriles.
Iraq, que extrae unos dos millones de barriles diarios y ocupado militarmente por Estados Unidos desde marzo de 2003, está excluido de un sistema de límites grupales a la oferta y cuotas de producción entre los otros 10 socios.
La Organización dedicó los últimos meses a enviar señales de confianza al mercado, aunque sin lograr contener la escalada de precios: el barril de la cesta OPEP se vendió a 28,10 dólares en 2003, a 36,04 dólares en 2004 y a 45,09 dólares en lo que va de 2005.
Lamentablemente el mercado petrolero es afectado por factores que no están bajo el control de la OPEP, dijo Ramírez, y citó entre ellos una política muy agresiva (de Estados Unidos y sus aliados) en el Medio Oriente, así como la postergación de inversiones en refinación, que crea cuellos de botella en esa área del negocio.
Los mercados también atienden señales de ralentización en el crecimiento global, después de que el miércoles el Fondo Monetario Internacional estimara que el producto bruto mundial podría crecer 4,3 por ciento este año frente al 5,1 por ciento de 2004.
La Agencia Internacional de Energía (AIE), de países industrializados, ya rebajó 50.000 barriles diarios a los estimados de consumo petrolero para 2005, colocando el promedio en 84,27 millones de barriles por día. Aún así, es una cifra dos por ciento más alta que la correspondiente al año pasado.
La desaceleración en la demanda petrolera comenzó a sentirse en China, segundo consumidor mundial (Con seis millones de barriles diarios este año) y la AIE estimó que el crecimiento en el consumo chino de energéticos creció 5,4 por ciento en el primer bimestre de 2005, versus 20 por ciento en el mismo lapso del año pasado.
El presidente estadounidense George W. Bush comentó que China está creciendo a lo loco. Es una de las razones por las cuales los estadounidenses vemos subir la gasolina a dos dólares (el galón de 3,8 litros).
Según el Departamento de Energía de Estados Unidos, el galón de gasolina ya promedia 2,28 dólares.
Pero si esos valores despiertan la preocupación de Bush, más al sur, en América Central, el tema petrolero es un verdadero dolor de cabeza para los países que no producimos petróleo. Los países petroleros están quebrando nuestras economías, lamentó el presidente de El Salvador, Antonio Saca.
Los seis países del istmo importaron el año pasado 93,9 millones de barriles de petróleo y pagaron por ellos 3.900 millones de dólares. Si el precio del WTI, de referencia en el hemisferio, alcanzase este año 60 dólares por barril, los centroamericanos pagarían entonces más de 5.600 millones de dólares por ese insumo.