Una novela prohibida en China por ridiculizar al Ejército Popular de Liberación y a la imagen del líder revolucionario Mao Zedong (1893-1976) es un éxito creciente en Internet.
El libro Servid al pueblo, escrito por el coronel retirado Yan Lianke, salió a la luz el mes pasado en China, pocas semanas antes de que la Asamblea Nacional del Pueblo aprobara una ley anti-secesión por la que Beijing puede usar la fuerza para aplastar todo intento de independencia de Taiwan.
Días antes, el presidente Hu Jintao había señalado que el ejército debía prepararse para la guerra y no tener miedo.
Pero el espíritu estoico y guerrero que Hu intentó infundir en sus soldados quedó en ridículo con la aparición de la novela.
El momento de la publicación fue probablemente accidental, pero ésta no era la imagen del ejército sobre la que el pueblo quiere leer, dijo un portavoz de la Oficina Central de Propaganda, el poderoso órgano de censura.
El libro de Lianke fue prohibido en vísperas de la sesión anual de la Asamblea Nacional del Pueblo. Todas las copias de la revista literaria Huacheng, que publicó la novela en su primer número de este año, fueron retiradas del mercado.
Los editores de Huacheng no quisieron dar opiniones sobre la novela ni sobre su impacto, mientras que Lianke se excusó de hablar con IPS señalando que le era muy difícil hacer comentarios sobre su obra en estos momentos.
El edicto de la Oficina Central de Propaganda, citado en la prensa de Hong Kong, señala que la novela calumnia a Mao Zedong, al ejército y está llena de sexo.
Está prohibido distribuir, comentar, extraer pasajes o informar sobre ella, señala el edicto.
Sin embargo, el libro fue publicado en Internet y se convirtió en el principal tema de conversación en los sitios literarios y salas de chat.
Servid al pueblo cuenta la historia de un joven campesino devenido soldado, Wu Dawang, quien es enviado a cumplir labores en la casa del jefe de su división. El general tiene una esposa mucho más joven que él, con la que siempre discute.
Como es de esperar, el joven soldado mantiene un romance con la esposa de su jefe, quien por asuntos políticos se debe trasladar a Beijing.
La historia transcurre en los últimos momentos de la Revolución Cultural, a fines de los años 50, cuando el Ejército se preparaba para atacar a los nacionalistas de Taiwan.
Esta sátira está llena de metáforas e ironía. Servid al pueblo es una de las frases más célebres de Mao, y fue adoptada como lema del gobernante Partido Comunista en 1944. En la novela, un cartel de madera colocado en la cocina con esa frase es el código secreto de la esposa del general por el cual requiere los servicios del soldado en el dormitorio.
Los dos amantes pasan días enteros en la cama, ignorando la tensa situación política del país, y se excitan rompiendo fotografías y bustos de Mao u orinando sobre su Libro Rojo.
¿Me preguntan si preví que mezclar las fotografías de Mao con las escenas de sexo provocaría la prohibición del libro? Cuando escribo no pienso en los asuntos relativos a la publicación. Lo que impulsa mi creatividad es expresar mis emociones y mi furia, dijo el escritor en la página web EastSouthWestNorth.
La novela mezcla sexo con sátira política, dos asuntos en especial sensibles para los censores comunistas. Pero observadores sostienen que en realidad es la indirecta crítica a la corrupción y los vicios del poder militar lo que molestó a las autoridades.
Las escenas de sexo no son gráficas. El problema está más bien en dónde ocurren y en el título del libro, señaló un crítico literario.
Es frecuente que los libros censurados por las autoridades chinas se conviertan en éxitos tanto dentro como fuera del país. Hace cinco años, los censores prohibieron la novela Candy, de la escritora Mian Mian, por su descripción del sexo y el consumo de drogas en las ciudades chinas. Esto no impidió que se siguiera vendiendo en el mercado negro.
El año pasado, también en vísperas de la sesión anual de la Asamblea, las autoridades prohibieron dos exitosos libros, uno que revelaba las purgas de intelectuales hechas en los años 50 por el Partido Comunista, y el otro sobre las dificultades que afrontan los campesinos en la China actual.
Sin embargo, estos dos libros siguen circulando en el mercado negro y en Internet. Además, a las autoridades chinas les es cada vez más difícil clausurar sitios web disidentes, pese a que invierten millones de dólares para perfeccionar su tecnología.