DESARROLLO-ÁFRICA: De Johannesburgo a Escocia en autobús

La cancelación de la deuda de los países de África es hoy un lugar común en círculos de activistas, tanto en este continente como en el Norte industrial. Pero no es un tema de conversación habitual entre los propios africanos.

Eso es lo que han constatado los miembros de ”Suban a bordo”, un grupo de activistas que recorren África en un autobús de 14 asientos para recoger la opinión de la población rural y urbana sobre la deuda externa, la asistencia internacional y las reglas del comercio mundial.

El vehículo partió desde Sudáfrica rumbo a Mozambique y Malawi el 1 de abril. Ahora se encuentra en Tanzania. En Kenia lo esperan para este domingo, y luego se dirigirá a Uganda y, en la bodega de un buque, a Francia.

La intención de los pasajeros de ”Suban a bordo” es estar en la ciudad de Gleneagles, Escocia, para el 6 de julio, a tiempo para la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos del mundo.

La iniciativa corresponde a ActionAid, agencia internacional de ayuda al desarrollo con sede en Johannesburgo.

”'Suban a bordo' aporta un marco para que la población africana, incluidos los más pobres, articulen sus voces respecto de la cancelación de una deuda que hunde al continente en una pobreza cada vez más profunda”, dijo Asenath Omwega, director regional de ActionAid.

Los pasajeros rodarán un documental para presentarlo en la cumbre de Gleneagles, con el fin de convencer a los líderes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia de que se ”suban a bordo” de la cancelación de la deuda africana.

Este año, la presidencia del G-8 corresponde a Gran Bretaña, que se ha comprometido a presionar desde ese foro a sus pares industrializados para aliviar los graves problemas africanos.

”Suban a bordo” es parte de de la campaña ”Llamado mundial a la acción contra la pobreza”, integrado por cientos de organizaciones, entre ellas ActionAid, las que reclaman un aumento de la ayuda, el uso adecuado de esos recursos y la cancelación de la deuda de los países pobres.

”Queremos presionar a los líderes del G-8 y a sus gobiernos para que ubiquen la eliminación de la pobreza entre sus prioridades. Un modo de hacerlo es cancelando todas las deudas”, dijo Njeri Mwangi-Kinyoho, coordinador de la Campaña.

”La deuda de África es totalmente insostenible. Reclamamos su cancelación total. Ese dinero debería invertirse en mejorar la calidad de vida de los africanos”, agregó Mwangi-Kinyoho, de visita en Nairobi.

Según la coalición británica Jubileo 2000, consagrada a la condonación de la deuda de los países más pobres del mundo, África debe a sus acreedores externos 353.000 millones de dólares.

Según expertos y activistas, los pagos de la deuda impiden el desarrollo del continente, pues absorben fondos que deberían asignarse a la inversión social.

”Kenia usa 40 por ciento de sus ingresos anuales para el pago de la deuda. Eso representa una cifra superior a la suma de los presupuestos de salud y educación. ¿Es esto moral?”, se preguntó Ababu Namwamba, de la campaña keniata Cancelar la Deuda por los Niños.

El alivio de la deuda también está incluido en las recomendaciones de la Comisión por África, un organismo establecida por el gobierno británico en 2004 para delinear mecanismos de aliento al desarrollo del continente.

La Comisión de 17 miembros emitió en marzo su primer informe, que será discutido en la cumbre de Gleneagles. Entre sus conclusiones, figura la necesidad de triplicar la asistencia financiera a África, a 50.000 millones de dólares, y un aporte adicional de 10.000 millones de dólares por parte del Norte industrial para la lucha contra el sida.

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas contra el VIH/Sida estimó que más de 60 por ciento de los portadores del virus que causa la enfermedad se concentran en África subsahariana, región en que vive 10 por ciento de la población del planeta.

La Comisión también recomendó el cese de los subsidios agrícolas que dejan a los agricultores africanos fuera de los mercados, así como la repatriación de los fondos saqueados por los dictadores del continente.

De todos modos, muchos expertos observan que se necesitan iniciativas surgidas de los propios africanos para zafar de la trampa de la pobreza.

”África debe mejorar en materia de gobernanza”, dijo el experto ugandés Dani Nabudere. ”Todo el problema de la deuda surge cuando no hay políticas para que los presidentes y ministros sean responsables ante la gente.”

Nabudere cuestionó ”la falta de instrumentos para controlar cómo y en qué se emplea la ayuda de los donantes, y, en primer lugar, si esa ayuda era necesaria”. (

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