Grupos de derechos humanos aprovecharon el aniversario esta semana del escándalo de las torturas en la cárcel iraquí de Abu Ghraib para recordar que eso fue apenas la punta del iceberg en materia de abusos de prisioneros bajo custodia de Estados Unidos.
Asimismo, los grupos advirtieron que ningún alto oficial militar ha sido procesado por esos maltratos desde que éstos se divulgaron por todo el mundo a través de fotografías tomadas en esa prisión de Bagdad por los propios custodios.
Ahora está claro que ha habido abusos de detenidos en todas partes, desde la bahía de Guantánamo hasta mazmorras de terceros países adonde Estados Unidos ha enviado prisioneros. Y probablemente otros lugares que no conocemos todavía, declaró Reed Brody, asesor especial de la organización Human Rights Watch (HRW), con sede en Nueva York.
HRW resumió en un nuevo informe denuncias de malos tratos en instalaciones estadounidenses en Iraq, Afganistán y Guantánamo, Cuba, y reiteró su llamado a investigaciones independientes del secretario (ministro) de Defensa, Donald Rumsfeld, y otros funcionarios estadounidenses que pudieron tener responsabilidad en los abusos.
El informe citó datos del gobierno según los cuales 108 personas murieron bajo custodia de Estados Unidos en Iraq y Afganistán, entre ellas algunas por causas naturales, y 27 investigadas como posibles homicidios.
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Los abusos denunciados en Afganistán e Iraq incluyen golpizas, privación del sueño, exposición a frío extremo, sometimiento a posiciones dolorosas por tiempo prolongado y humillación sexual.
En la base naval estadounidense de Guantánamo, donde Estados Unidos retiene a cientos de supuestos miembros de los grupos extremistas islámicos Al Qaeda y Talibán en un limbo legal, sin acusación ni acceso a abogados, ex detenidos denunciaron amenazas de tortura y muerte, intimidación con perros y exposición a temperaturas extremas, dice el informe.
Al menos 11 sospechosos de pertenecer a Al Qaeda, y probablemente muchos más, permanecen detenidos en lugares no revelados sin supervisión alguna de su tratamiento, mientras que otros prisioneros han sido transferidos a países que practican la tortura, agrega el documento.
HRW había emitido el domingo otro informe en que exhortaba a realizar una investigación penal de funcionarios militares y de inteligencia que toleraron o ignoraron el abuso de prisioneros en Abu Ghraib, Guantánamo y otros sitios.
El Pentágono (Departamento de Defensa) sostiene que investigó los abusos en Abu Ghraib y otras partes, y que decenas de casos confirmados fueron obra de soldados de bajo rango y unos pocos oficiales de mediano rango.
El Departamento de Defensa ha demostrado que las acusaciones creíbles de conducta ilegal de personal militar estadounidense son tomadas en serio e investigadas, declaró el Pentágono.
Funcionarios miiltares alegaron que los abusos en Abu Ghraib se derivaron en parte de ambigüedades en los manuales de instrucción para los interrogadores.
El ejército estadounidense anunció el miércoles que está preparando un nuevo manual destinado a eliminar esas ambigüedades y determinar en forma clara los límites a los que se puede llegar en un interrogatorio para hacer que los prisioneros hablen.
Según funcionarios, el nuevo manual prohibirá en forma específica prácticas como la de desnudar a los prisioneros, mantenerlos en posiciones dolorosas o incómodas por largos períodos, intimidarlos con perros, privarlos del sueño o imponer restricciones a su dieta.
Estas prácticas no están permitidas en forma expresa en el manual vigente, pero tampoco están prohibidas.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), que demandó a Rumsfeld por abuso de prisioneros, criticó las investigaciones del Pentágono y lo que calificó de secreto sobre el tratamiento a los prisioneros.
Un año después de la divulgación de las fotos, se ha procesado a militares de bajo rango pero no se ha obligado a rendir cuentas a altos oficiales, y el tratamiento a los prisioneros continúa tapado por un manto de secreto, señaló Anthony Romero, director ejecutivo de ACLU.
Mientras, la organización Human Rights First afirmó que varios altos oficiales militares y funcionarios de defensa fueron promovidos en lugar de ser castigados por promover, tolerar o ignorar los abusos. El grupo, antes conocido como Comité de Abogados por los Derechos Humanos, se unió a ACLU para demandar a Rumsfeld.
Los encargados de la detención y los interrogatorios cuando se revelaron las torturas en Abu Ghraib han sido promovidos, sostuvo Michael Posner, el director ejecutivo de Human Rights First.
El ejemplo es el de Alberto Gonzales, que ayudó al gobierno a relajar las normas de los interrogatorios en la guerra contra el terrorismo y luego fue promovido a su actual cargo de procurador general de Estados Unidos, señaló.
Más de 11.000 personas están detenidas por fuerzas de Estados Unidos en Iraq, Afganistán y Guantánamo, según Human Rights First.
Sólo en Iraq, la población de detenidos se duplicó en los últimos cinco meses, y se aproxima rápidamente al nivel de cuando ocurrieron los abusos documentados por las fotos de Abu Ghraib, señaló la organización.