Inundada por blusas, pantalones, abrigos, calcetines, ropa interior y tejidos chinos en general, la Unión Europea (UE) amenazó con sanciones comerciales a Beijing para frenar lo que llamó una ruinosa oleada de exportaciones textiles y proteger así a la industria del bloque regional.
Peter Mandelson, comisario de Comercio de la UE, exhortó a China a considerar medidas más estrictas para contener el aumento registrado en sus exportaciones textiles desde que terminó el sistema internacional de cuotas, el pasado 1 de enero.
Durante una reunión informal de ministros de Comercio europeos realizada el domingo en Luxemburgo, Mandelson confirmó que Bruselas lanzaría una investigación de nueve categorías de textiles y prendas de vestir afectadas por la competencia china.
Europa no puede sentarse a esperar qué pasa. Ha llegado el momento de la acción, dijo Mandelson a los ministros.
El comisario de Comercio anunció que esta semana recomendaría que la Comisión Europea, órgano ejecutivo del bloque, lanzara investigaciones formales sobre la oleada de importaciones textiles, con miras a la posible adopción de medidas de salvaguarda.
Si los hechos lo justifican, usaré las salvaguardas, amenazó, en referencia a medidas que permitirían al bloque regional de 25 miembros restringir las importaciones que amenazan a los productores europeos.
Exhorto a China a revisar las medidas que adoptó recientemente y a estudiar si no puede hacer más, agregó.
Si la Comisión decide que se justifica la aplicación de medidas de salvaguarda, podría introducirlas en 150 días.
De acuerdo con el antiguo sistema de cuotas del Acuerdo Multifibra (1974), cada país tenía límites de exportación.
Pero el sistema de cuotas terminó al comenzar este año, y China aprovechó su mano de obra barata y sus bajos costos de manufactura.
Según cifras de la Organización Mundial del Comercio (OMC), a China corresponden 20 por ciento de las exportaciones mundiales de textiles. La UE predijo que este porcentaje podría aumentar a 50 por ciento en los próximos cinco años.
De acuerdo con las normas de la OMC, la UE puede limitar las importaciones de textiles y prendas de vestir si aumentan entre 10 y 100 por ciento por encima de los niveles de 2004.
Beijing advirtió que sus vínculos con el bloque europeo podrían deteriorarse si Bruselas impone salvaguardas.
Invitamos a nuestro socio europeo a ser muy cuidadoso con el uso de las salvaguardas. No dañen nuestra relación bilateral con medidas unilaterales, advirtió Youhou Liu, asesor comercial de la embajada china, en una audiencia del Parlamento Europeo sobre el futuro de la industria textil, el pasado martes 19.
En un tono conciliatorio, Liu invitó a la Comisión Europea a profundizar el diálogo.
Pero la industria textil europea afirma que la oleada de importaciones chinas ha costado decenas de miles de empleos y exige acciones inmediatas.
Eurotex, la asociación textil europea, recibió con beneplácito y cautela la decisión de la UE de iniciar investigaciones sobre las importaciones textiles de China.
El anuncio de la Comisión es una primera señal clara de que las autoridades europeas no permanecerán pasivas ante el aumento sin precedentes de las importaciones chinas, de hasta 543 por ciento en algún producto, a precios que han caído hasta 47 por ciento, declaró este lunes Filiep Libeert, presidente de Euratex.
Libeert recordó que las salvaguardas son un instrumento legal, previsto justamente para estos casos excepcionales.
Algunos países miembros de la UE, como Italia y Francia, urgen a Bruselas a tomar medidas inmediatas, pero otros, como los escandinavos, se oponen a cualquier acción proteccionista.
Organizaciones no gubernamentales de desarrollo advirtieron que las medidas de la UE podrían amenazar el progreso de China hacia la reducción de la pobreza.
La industria europea tuvo más de 10 años para prepararse para el fin de las cuotas, señaló Phil Bloomer, director de la campaña por el Comercio Justo de la organización humanitaria Oxfam.
Pero decidió no hacerlo. China no debe ser castigada porque Europa mantuvo la mayoría de las cuotas hasta el último minuto, en lugar de reducirlas gradualmente, agregó.