COMERCIO: Europa se pone al abrigo ante textiles chinos

La Unión Europea (UE) estableció un sistema de ”alerta temprana” ante el crecimiento de las importaciones textiles y de vestimenta desde China, con el fin de imponer salvaguardias si éstas alcanzan la ”zona de peligro”.

”Las grandes posibilidades de que China aumente sus exportaciones tras el levantamiento de las cuotas textiles el 1 de enero de este año preocupan a países y productores de la UE”, dijo el comisario de Comercio del bloque, Peter Mandelson.

”Mi intención es asegurar una transición suave a un mundo post-cuota, sin daños a nuestra industria y a países en desarrollo vulnerables”, según Mandelson.

”Los criterios que nos guían reconocen las legítimas preocupaciones de los gobiernos y el sector textil de los países miembros, al tiempo que permite a China beneficiarse del levantamiento de las cuotas. Eso nos ampara para establecer una respuesta efectiva”, agregó.

Al cabo de la Ronda Uruguay de negociaciones multilaterales comerciales —que dieron origen en 1995 a la Organización Mundial del Comercio (OMC)—, se estableció el 1 de enero como la fecha de extinción del sistema de cuotas que durante 30 años limitó las importaciones de textiles e indumentaria por parte de los países industriales.

China, que produce 20 por ciento del total mundial de esos productos, es el principal beneficiado. Expetos calculan que duplicará su porción del mercado antes de 2007.

Pero las propias normas de la OMC permiten a sus miembros hasta 2008 limitar las importaciones desde China si demuestran que éstas perturban sus mercados.

De acuerdo con los criterios fijados por la UE, la Comisión Europea, rama ejecutiva del bloque, podría limitar las importaciones textiles y de vestimenta si aumentan entre 10 y 100 veces respecto de los niveles de 2004.

”Si se alcanza la zona de peligro, la Comisión lanzará una investigación e iniciará consultas informales con los chinos”, dijo Mandelson. ”Luego de las consultas, podremos decidir si avanzar un paso e imponer medidas formales de salvaguardia.”

China concentra actualmente 20 por ciento de las exportaciones textiles mundiales. Mandelson pronosticó que esa proporción podría elevarse a 50 por ciento en los próximos cinco años.

Tal aumento perjudicaría a países en desarrollo como Bangladesh y Sri Lanka, que se han beneficiado del extinto sistema de cuotas. En África subsahariana también habría daños en la economía de Mauricio, Lesotho y Kenia.

Por otra parte, expertos de la industria textil estadounidense calcularon que ese país podría perder 600.000 empleos si no se toman medidas de salvaguarda para controlar las importaciones chinas.

”Llegó la hora de limitar el aparentemente voraz apetito de los exportadores chinos por el mercado europeo”, dijo el mes pasado Bill Lakin, director general de Euratex, la asociación de fabricantes de textiles de Europa.

Pero Mandelson afirmó que no se tomaron medidas inmediatas. ”Apenas tenemos dos meses de datos recopilados. Es, por lo tanto, demasiado pronto para establecer qué tipo de diferencias en el flujo comercial o de perturbación del mercado surgirá”, explicó.

Por lo tanto, agregó, las medidas de salvaguardia serán el último recurso.

Organizaciones no gubernamentales especializadas en el desarrollo afirmaron que eventuales medidas de la Comisión Europea podrían amenazar el avance de China hacia la reducción de la pobreza.

”La industria europea tuvo más de una década para prepararse hacia el fin de las cuotas, y decidieron que no”, dijo este miércoles Phil Bloomer, director de la campaña Comercio Justo de la organización humanitaria católica Oxfam.

”China no debería ser castigada porque Europa mantuvo la mayoría de las cuotas hasta último minuto, en lugar de determinar una reducción gradual”, consideró Bloomer.

Aunque la economía China creció con suma rapidez en los últimos 20 años, el ingreso promedio equivale apenas a cuatro por ciento del francés, y 100 millones de los 1.300 millones de habitantes sobreviven en la más absoluta de las pobrezas, según Oxfam.

”La UE se dice comprometida con que las actuales negociaciones comerciales en la OMC beneficien a los países en desarrollo, pero cualquier incremento del proteccionismo europeo frente a China y otros países pobres desmentirán ese compromiso”, según Bloomer.

De todos modos, Oxfam manifestó su preocupación por las malas condiciones de trabajo en las fábricas chinas.

”Pero eso no es justificación para bloquear las exportaciones de vestimenta chinas, lo que perjudicaría a los obreros pobres, en particular millones de mujeres trabajadoras”, dijo Bloomer.

En un aparente esfuerzo por disipar los temores a su dominación mundial del mercado, Beijing anunció en diciembre que la mayor parte de sus productos textiles serían gravados con dos centavos de dólar por artículo.

El impuesto entró en vigor el 1 de enero, al mismo tiempo que caía el sistema de cuotas, pero sus críticos lo consideran muy pequeño para tener un impacto significativo.

Dado que la industria textil y de la vestimenta de China se cuenta entre las más eficientes del mundo, es improbable que un incremento de dos centavos en el costo de cada prenda ponga freno a las exportaciones del país más poblado del mundo. (

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