Diplomáticos, activistas de los derechos humanos y organizaciones no gubernamentales (ONG) criticaron la propuesta de reforma de la ONU presentada por su secretario general, Kofi Annan, por poner excesivo énfasis en la reforma del Consejo y ceder a presiones de Estados Unidos.
Millones de personas mueren debido a las guerras y la pobreza, mientras los países ricos se disputan escaños en el Consejo de Seguridad, lamentó Nicola Reindorp, directora de la oficina de la organización humanitaria Oxfam en Nueva York.
Una de las principales medidas propuestas por Annan en el informe que presentó el lunes a la Asamblea General es la ampliación del Consejo de Seguridad, órgano ejecutivo de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), para lograr una representación más equitativa.
Sin embargo, ninguno de los dos modelos de reforma propuestos por el secretario general afecta el derecho de veto exclusivo de las cinco potencias nucleares declaradas (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China).
Según Reindorp, los países miembros de la ONU deben concentrarse este año en el combate a la pobreza y la protección de los inocentes en situación de guerra.
En referencia a las propuestas de Annan de crear un nuevo consejo sobre derechos humanos y un fondo de promoción mundial de la democracia y de facilitar el retiro de altos funcionarios tradicionalistas mediante la compra de sus contratos, un diplomático del sudeste asiático dijo a IPS que el secretario general parece ceder a las presiones de Estados Unidos.
La mano de Estados Unidos no se ve, pero sus huellas digitales son visibles, señaló el diplomático.
Phyllis Bennis, del Instituto de Estudios Políticos de Washington, coincidió en que aspectos clave del informe reflejan esfuerzos de la ONU por ceder a las presiones de Estados Unidos.
Por ejemplo, señaló, en cuanto a la definición de terrorismo, Annan exhortó a abandonar la discusión del concepto de terrorismo de Estado, identificado con frecuencia con los ataques militares realizados por Israel, Estados Unidos y a veces Rusia.
Aunque el informe señala que el derecho internacional vigente es suficiente para tratar las acciones de los Estados, el hecho es que los tratados internacionales y resoluciones de la ONU no han sido suficientes para obligar a Israel, Estados Unidos o Rusia a rendir cuentas por sus abusos, señaló Bennis, autora del libro Calling the Shots: How the U.S. Dominates Today's World (El que manda: cómo domina Estados Unidos el mundo de hoy).
El hecho de que el informe comience con la limitación autoimpuesta de abordar sólo aquellas reformas viables refleja una falta de disposición de los líderes de la ONU para rechazar de plano la dominación estadounidense, agregó.
Por otra parte, Bennis celebró la propuesta de Annan de vincular la expansión del Consejo de Seguridad con los aportes al desarrollo, aunque lamentó que sólo los países ricos tuvieran posibilidades de acceder a nuevos puestos permanentes en ese órgano.
Según Annan, los países que aspiran a obtener asientos permanentes en un Consejo ampliado, como Japón y Alemania, deben alcanzar o progresar sustancialmente hacia el objetivo acordado internacionalmente de destinar 0,7 por ciento de su producto interno bruto a la ayuda oficial para el desarrollo.
Además, señaló en su informe, los países que toman las decisiones más importantes de la ONU deberían ser aquellos que más contribuyen con el foro mundial en materia financiera, militar y diplomática.
El Consejo de Seguridad tiene actualmente cinco miembros permanentes, con poder de veto (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China, las cinco potencias nucleares declaradas) y 10 rotativos.
El informe de Annan propone dos modelos para reformar el Consejo. El primero prevé seis nuevos asientos permanentes sin poder de veto y tres nuevos puestos rotativos que se renovarían cada dos años, divididos entre África, Asia-Pacífico, Europa y América.
Según el segundo modelo, no habría más puestos permanentes pero se crearía una nueva categoría de ocho lugares con un mandato renovable de cuatro años y un nuevo puesto no permanente con un mandato de dos años (no renovable), divididos entre esas cuatro grandes regiones.
En su informe, Annan también pidió a los gobiernos que llegaran a un nuevo consenso para reducir los conflictos y el terrorismo y disminuir la pobreza mundial a la mitad antes de 2015, de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo del Milenio.