Cientos de miles de mujeres jóvenes del norte de África, los Balcanes y Europa oriental terminan como esclavas sexuales en la Unión Europea (UE) cada año, un problema alimentado por la corrupción y la falta de políticas unificadas del bloque.
Estas víctimas son despojadas de todos sus derechos por los traficantes de personas, que las trasladan al bloque con promesas de trabajo y luego las obligan, en muchos casos bajo amenaza de muerte, a ofrecer su cuerpo en prostíbulos o en la pornografía.
Para ellas, el Día Internacional de la Mujer, que se celebra este martes, ha perdido significado.
La mayoría de las instituciones multilaterales y organizaciones no gubernamentales que luchan contra la explotación sexual concuerdan en que las víctimas de las redes de trata de personas en la UE son entre 200.000 y 500.000 cada año, explicó a IPS Matiada Ngalikpima, abogada francesa especializada en el tema.
La mayoría de las víctimas son mujeres jóvenes, pero también hay niños y niñas explotados sexualmente y obligados a traficar drogas.
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Sobre todo vienen del sur, del Magreb, de la costa europea sobre el Mediterráneo, de los Balcanes, Grecia, Italia y de Europa oriental a través de Alemania, afirmó Ngalikpima.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) calcula que entre 10 y 30 por ciento de todas las víctimas de esclavitud sexual procedentes de Europa oriental son niños y niñas.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) hace una distinción entre trata de personas y tráfico de migrantes.
El tráfico de migrantes, con frecuencia realizado en condiciones peligrosas y degradantes, involucra a personas que consienten en ser trasladadas por los traficantes. Pero en la trata de personas, aunque las víctimas hayan dado su consentimiento al principio, éste siempre es obtenido por medio del engaño y la coerción, explica la ONU en un estudio.
Otra importante diferencia es que el tráfico de migrantes cesa con la llegada de éstos a su destino, en tanto que la trata de personas implica una explotación continua de las víctimas.
La policía de la UE, Europol, estima que la trata de personas en el bloque genera miles de millones de dólares para los traficantes.
Es el problema de derechos humanos que más urgente solución requiere en la UE, afirma Ngalikpima en su libro L'esclavage sexuel: un défi à l'Europe (La esclavitud sexual: un desafío para Europa), que será publicado este mes.
El desafío de la UE es armonizar cuanto antes sus diversas legislaciones nacionales y poner en práctica las convenciones de la ONU sobre trata de personas, además de encarar el problema desde una perspectiva general, y no parcial como hasta ahora, sostuvo la autora.
Ngalikpima subrayó que la trata de personas prospera también gracias a la corrupción.
En 2001, el embajador francés en Bulgaria, Dominique Chassard, fue sumariado y removido tras comprobarse que prostitutas búlgaras en Estrasburgo y en otras ciudades del nordeste francés habían obtenido visas de negocios.
La investigación reveló que funcionarios de la embajada francesa en Sofía, en connivencia con agencias de viajes, emitieron ilegalmente las visas para los traficantes.
Alemania lleva adelante una investigación similar sobre un gran número de visas emitidas en Ucrania. La opositora Unión Demócrata Cristiana alemana acusó al ministro de Relaciones Exteriores, Joschka Fischer, de ser cómplice de los traficantes.
Ngalikpima sostiene que estos casos demuestran el fracaso de las políticas de control europeas.
Por un lado, los gobiernos europeos endurecen sus leyes contra la inmigración ilegal, un problema menor comparado con la trata de personas. Y por otro lado, las burocracias otorgan visas permitiendo la esclavitud sexual, señaló.
La experta sostuvo que, además de armonizar sus leyes y aplicar los protocolos de la ONU, los gobiernos del bloque deberían ofrecer una completa protección legal y programas de rehabilitación a las víctimas..
La lucha contra la esclavitud sexual y la trata de personas debe seguir los patrones usados contra otras formas de crimen organizado, con el bloqueo de las transferencias de dinero y el congelamiento de cuentas bancarias sospechosas.