São Paulo acaba de convertirse en la capital de las luchas femeninas con el lanzamiento de la Carta Mundial de las Mujeres para la Humanidad, que recorrerá 53 países.
La presentación de la Carta culminó el martes una manifestación de 20.000 personas por las calles céntricas de la ciudad, promovida por la Marcha Mundial de las Mujeres, con apoyo de más de 70 organizaciones brasileñas.
Así se celebró el Día Internacional de la Mujer, reuniendo a representantes de varias partes de Brasil, Canadá, Comoras y Burkina Faso, países que tuvieron gran importancia en el movimiento internacional que elaboró el manifiesto.
La Carta, producto de debates en más de 60 países, llama a todas las mujeres y a todos los hombres, a todos los pueblos oprimidos del planeta a una movilización por relaciones de igualdad, libertad, solidaridad, justicia y paz.
Son estos los cinco valores que, según el documento, sintetizan el mundo que quieren las mujeres, sin sin la dominación, la explotación, el egoísmo y la búsqueda desenfrenada del lucro que traen injusticias, guerras, conquistas y violencias.
En sus 31 afirmaciones se defienden principios comunes, como el derecho de todo ser humano a vivir libre de todo tipo de violencia, pero también reclamos específicos de las mujeres, como la libertad de decidir sobre el cuerpo, la sexualidad y la fecundidad.
Las tareas no remuneradas, calificadas de femeninas, deben ser valorizadas y compartidas, ya que aseguran la vida y la continuidad de la sociedad, señala otra afirmación.
La Carta fue aprobada el 10 de diciembre en Kigali, capital de Ruanda, en el quinto Encuentro de la Marcha Mundial de Mujeres (MMM), movimiento iniciado en 1995 y hoy impulsado por una red de 5.500 grupos femeninos que coordinan acciones en todo el mundo, combatiendo la pobreza y la violencia familiar.
Ahora el manifiesto recorrerá 53 países, a partir de Sao Paulo y empezando por América del Sur, en una carrera de relevos que culminará el 17 de octubre, Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza, en Burkina Faso. Al mediodía local de esa jornada, mujeres de todo el mundo iniciarán actos de solidaridad que durarán 24 horas.
El país africano fue elegido como punto final del recorrido por tratarse de uno de los más pobres del mundo, situación agravada por variadas formas de violencia que sufren sus mujeres, como matrimonios forzados y precoces, mutilaciones genitales, levirato y agresiones familiares.
Pero el acto en Sao Paulo, que se prolongó toda la tarde, tuvo también acentos nacionales. Las mujeres se organizaron en grupos de colores distintos, cada uno con reclamos específicos, como trabajo decente, aumento del salario mínimo, derechos reproductivos incluyendo el aborto, equidad racial e inclusión de los discapacitados.
En esta y otras manifestaciones que tuvieron lugar el martes en Brasil, se destacaron principalmente la inequidad de género y la violencia doméstica que afectan a las mujeres, pese a sus avances en el mercado laboral y en escolaridad.
Varios estudios divulgados el martes revelaron que las mujeres brasileñas siguen ganando casi 30 por ciento menos que los hombres en funciones idénticas y pese a su mayor escolaridad. Entre las mujeres económicamente activas, las que estudiaron más de 11 años constituyen 39 por ciento del total, mientras los hombres con esa escolaridad son sólo 28 por ciento.
Las mujeres ya son dueñas de 46 por ciento de las pequeñas y medianas empresas formalizadas de Brasil y encabezan 55 por ciento de las nuevas empresas creadas el año pasado, según el Servicio Brasileño de Apoyo a la Pequeña y Microempresa.
La participación femenina en el mercado de trabajo ya se acerca a la de los hombres y crece a un ritmo más acelerado, según datos del gubernamental Instituto Brasileño de Geografía y Estadística.
En 253 grandes y medianas empresas que divulgan sus balances sociales, las mujeres empleadas pasaron de 28 a 32,5 por ciento del total, entre 2000 y 2003, reveló un estudio del no gubernamental Instituto Brasileño de Análisis Sociales y Económicos.
Pero en funciones de jefatura, las mujeres quedaron en posición muy inferior, su participación sólo subió de 13 a 14 por ciento en ese período.