En Siria y Haití, un hombre puede matar a su esposa impunemente en caso de adulterio. En Nigeria, puede golpearla mientras no la hiera de gravedad.
En Israel, una mujer no pueden divorciarse sin el consentimiento de su esposo. En Guatemala y Líbano, un hombre puede raptar a una mujer, siempre que después se case con ella.
Estas son apenas un puñado de leyes discriminatorias de 45 países compiladas por la organización no gubernamental internacional Igualdad Ya.
Muchas de esas normas son violatorias de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), aprobada en 1979, y de la Convención sobre Derechos Civiles y Políticos.
Pero las reformas para adaptar las legislaciones nacionales a esos tratados ha sido extremadamente lenta.
Líderes mundiales reunidos hace 10 años en Beijing acordaron revocar cualquier ley que discrimine sobre la base del sexo, así como remover el sesgo de género en la administración de justicia.
En 2000, esos mismos gobiernos acordaron completar las reformas para 2005. Pero solo 14 de los 45 países analizados por Igualdad Ya —entre ellos Corea del Sur, México y Marruecos— reformaron sus leyes.
Una coalición de organizaciones no gubernamentales encabezada por Igualdad Ya presionaron por la aprobación de una resolución en ese sentido durante la 49 sesión de la Comisión sobre la Condición de las Mujeres, celebrada en Nueva York.
El 11 de marzo, jornada final de la conferencia de dos semanas, se aprobó una resolución que exhortaba a los gobiernos a considerar la creación de un relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre las leyes discriminatorias.
La propuesta incluía la creación del cargo para la 50 Conferencia, que se celebrará el año próximo. Estados Unidos rechazó la iniciativa.
La presidenta de Igualdad Ya, Jessica Neuwirth, dijo que la creación del cargo de relator —que en la ONU opera como asesor del secretario general— daría visibilidad política a la cuestión y alentaría el desmantelamiento de las leyes discriminatorias.
El mecanismo daría a la Conferencia un vehículo para interactuar con los estados de la ONU y desempeñaría un papel activo en la promoción de la equidad, explicó Neuwirth.
La activista atribuyó la lentitud del proceso de adaptación de las leyes a la CEDAW al carácter demasiado general de la revisión de los acuerdos de Beijing, así como la falta de referencias en ellos a la situación de países específicos.
La Conferencia sobre la Condición de la Mujer no puede convocar reuniones entre gobiernos, lo cual también limita su espacio de acción.
Informes emitidos por Igualdad Ya contemplan al relator especial como la figura responsable de convocar reuniones, compilar información sobre leyes discriminatorias, aplaudir los avances de los países y realizar recomendaciones anuales a la Conferencia.
Ruanda, que hace poco superó a Suecia como el país con mayor porcentaje de funcionarias electas, patrocinó la resolución, junto con Filipinas.
La portavoz de Estados Unidos en la Conferencia, embajadora Ellen Sauerbrey, adhirió a las metas de la resolución, pero no a la propuesta de que la Conferencia y la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos participaran como consultores del relator.
En cambio, el portavoz de la delegación ruandesa, embajador Stanislas Kamanzi, sostuvo que la Conferencia y el Alto Comisionado eran las autoridades reconocidas en la materia.
Neuwirth recordó que la Conferencia sobre la Condición de la Mujer no solo tiene la facultad de recomendar la creación de un relator especial, sino que ya lo ha hecho.
La Conferencia solicitó en 1968 la designación de uno sobre Condición de la Mujer y Planificación Familiar, que elevó un informe cinco años después.
Neuwirth atribuyó la oposición de Estados Unidos a la inclusión de CEDAW en la resolución al hecho de que se trata del único país industrializado que aún no ha ratificado la convención.
El ex presidente Jimmy Carter firmó el tratado hace 25 años. Pero no fue hasta 1994 que un comité del Senado recomendó la ratificación por 13 votos contra cinco. Desde entonces, los grupos de presión conservadores han impedido que se vote en el plenario de la cámara alta. El Comité de Relaciones Exteriores del Senado volvió a votar en favor de la ratificación de la CEDAW en julio de 2002, pero el periodo legislativo concluyó antes de que se propusiera la moción en el plenario del Senado. Ahora, el Comité debería aprobar la propuesta nuevamente.
El Departamento de Estado (cancillería) ha declarado que la convención es neutral en materia de despenalización del aborto, pero las resistencias se mantienen.
Estados Unidos figura en la lista de países que, según Igualdad Ya, poseen leyes que discriminan a las mujeres. Por ejemplo, las normas migratorias exigen requisitos más rigurosos a las madres inmigrantes que a los padres en la solicitud de ciudadanía para los hijos nacidos en el país.
La organización no gubernamental indicó que la adecuación de las leyes nacionales a la CEDAW implicaría un cambio significativo en las condiciones de vida de las mujeres, especialmente en Medio Oriente.
En Yemen, las mujeres están obligadas por ley a obedecer a sus maridos cuando se trata de salir de sus hogares o de atender las demandas sexuales.
A las mujeres de Arabia Saudita se les prohíbe conducir vehículos, y a las de Kuwait no se les reconoce el derecho al voto en elecciones parlamentarias. En Pakistán, solo la confesión o el testimonio de cuatro hombres adultos puede probar una violación ante un tribunal.