Un día después de la inesperada renuncia del primer ministro de Líbano, Omar Karami, la oposición sigue en las calles de la capital exigiendo la salida de las tropas sirias y la incertidumbre se cierne sobre este país castigado por la guerra.
La renuncia del gobierno prosirio era uno de los principales reclamos de los manifestantes, que culparon a Karami y sus ministros por el asesinato hace dos semanas del ex primer ministro Rafik Kariri, origen de una crisis política que aún no se detiene.
Algunos observadores consideraron que la sorpresiva renuncia de Karami, mientras el Parlamento debatía un voto de censura a su gobierno, es una señal de que la presión de Francia y Estados Unidos sobre Siria está rindiendo frutos.
Los gobiernos de Jacques Chirac y George W. Bush, pese a sus diferencias en otros asuntos internacionales, coinciden en que la ocupación siria de Líbano debe terminar. Siria ayudó a poner fin a la guerra civil de este país (1975-1990), pero dejó varios miles de soldados una vez finalizado el conflicto.
Otros observadores no creen que Siria haya exigido la renuncia de Karami. Informes difundidos este martes y no desmentidos por la presidencia señalaron que el presidente Emil Lahoud pidió al primer ministro que demorara su renuncia uno o dos días, pero no lo logró.
La repentina renuncia de Karami creó un vacío político que puede resultar peligroso, advirtió el ex primer ministro Selim Hoss.
Sí, es muy peligroso, dijo Hoss a IPS. Este vacío sólo puede llenarse si la oposición está dispuesta a participar en un proceso de consultas de acuerdo con nuestra Constitución, agregó.
Sin embargo, temo que eso no ocurra pronto, porque la oposición todavía es renuente a dialogar con el presidente, expresó Hoss.
El presidente Emil Lahoud iniciará este miércoles consultas con el portavoz parlamentario Nabih Berri sobre la elección de un primer ministro provisional hasta los próximos comicios, que se realizarán a fines de abril, anunció el portavoz presidencial Rafik Shalala.
Karami permanecerá oficialmente en su cargo hasta que el parlamento haya aprobado al nuevo candidato para el cargo, pero Hoss consideró improbable que el actual gobierno siga ejerciendo sus funciones, porque eso provocaría incertidumbre y hasta violencia, en su opinión.
En las actuales circunstancias, no puedo imaginar que ninguno de los ministros vaya hoy a su oficina para ocuparse de los asuntos cotidianos de su cartera, por eso temo que la falta de un gobierno mínimo en este país abra la situación a cualquier posibilidad, advirtió.
Shalala no mencionó en su declaración si el presidente está dispuesto a negociar directamente con el líder opositor Walid Jumblatt, aunque se cree que de manera informal e indirecta ya comenzaron las conversaciones.
Jumblatt declaró el martes que la oposición se reuniría este miércoles para decidir qué medidas tomar. La oposición ha tenido muy malas relaciones con el presidente, al que considera un aliado de Siria, igual que Karami.
El líder opositor trató de dejar claro que no está contra Siria y que sólo quiere que salgan de Líbano el ejército y el aparato de inteligencia sirios.
Estamos dispuestos a negociar con Siria, pero sólo sobre la implementación del acuerdo de Taif, de 1989, que puso fin a la guerra civil y estableció el retiro de las fuerzas sirias de territorio libanés..
Sin embargo, el camino a recorrer es muy escarpado, a juzgar por los actuales acontecimientos en Líbano.
Tras la renuncia de Karami, la oficina de uno de sus diputados fue saqueada en la noche del lunes, y un grupo atacó una estatua de Karami en Trípoli, la ciudad natal del primer ministro.
Hoss anunció que formará un tercer frente de intectuales, tecnócratas y algunos políticos. El nuevo movimiento, dijo, podría ser un terreno común entre los partidarios del actual gobierno y la oposición.
Si ese movimiento tiene éxito, pedirá a las tropas sirias que se retiren del valle de Bekaa, cerca de la frontera con Siria, y negociará un tratado con Damasco para el eventual retiro de las fuerzas militares y organizaciones de inteligencia sirias de Líbano, anunció.
Mientras, los manifestantes de Beirut exigen la retirada completa de Siria. Líderes opositores pidieron a la multitud que permanezca en la calle para mantener la presión sobre el gobierno, pero también que no agreda al ejército libanés desplegado en la capital para mantener la paz. (