Mientras el subsecretario de Defensa de Estados Unidos, Paul Wolfowitz, se encamina sin obstáculos hacia la presidencia del Banco Mundial, el candidato a embajador en la ONU, John Bolton, afronta dificultades para su confirmación en el Senado.
Organizaciones de la sociedad civil contrarios a la candidatura de Bolton aseguran tener el apoyo de los ocho senadores del opositor Partido Demócrata en el Comité de Relaciones Exteriores, que considera estas designaciones antes de su confirmación por parte de toda la Cámara.
Si un solo senador del gobernante Partido Republicano vota contra Bolton cuando el comité se reúna, en la primera semana de abril, la designación naufragará.
Por eso, las organizaciones Ciudadanos por Soluciones Globales (CGS) y Comité de Amigos para la Legislación Nacional (FCNL) intentan convencer a los senadores republicanos moderados, como Lincoln Chaffee y Chuck Hagel.
El presidente del comité, el republicano Richard Lugar, expresó sus reservas sobre la candidatura de Bolton, que habría sido impulsada por el vicepresidente Dick Cheney. Antes, Bolton había sido propuesto como subsecretario de Estado (vicecanciller), pero fue rechazado por la titular del cargo, Condoleezza Rice.
Creo que Bolton es un problema. Se convirtió en el símbolo de las más radicales tendencias unilateralistas de la administración de George W. Bush, y sabemos que muchos republicanos moderados y demócratas tienen reservas sobre su nominación, señaló el director de comunicaciones de FCNL, Jim Cason.
Mientras la nominación de Wolfowitz por parte de Bush para presidir el Banco Mundial gana apoyo de liberales y parece convencer lentamente a Europa, la designación de Bolton es considerada una bofetada de Estados Unidos al multilateralismo de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Bolton, confirmado en 2001 por el Senado como subsecretario de Estado para Control de Armas y Seguridad Internacional por una estrecha votación de 57 a 43, es conocido como el más belicoso de la administración Bush y como gran defensor del unilateralismo.
Bolton integró al Partido Republicano desde su juventud, ocupó cargos importantes en la gubernamental Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid) y en el Departamento (ministerio) de Justicia durante el gobierno de Ronald Reagan (1981-1989).
También se desempeñó como asistente del secretario de Estado para Organizaciones Internacionales en la presidencia de George Bush (1989-1993), padre del actual mandatario.
Durante el gobierno del demócrata Bill Clinton (1993-2001), Bolton ocupó altos puestos en instituciones privadas de derecha, en especial en el conservador Instituto de la Empresa Estadounidense (American Enterprise Institute), desde donde lanzó una serie de ataques contra todos los acuerdos internacionales para el control de armas.
También defendió la independencia de Taiwan y criticó a la ONU y a las organizaciones internacionales de socavar la soberanía de Estados Unidos al impulsar convenciones que limitan la acción de Washington en el planeta.
Su estilo y su visión del mundo quedaron expuestos en 1994, cuando mantuvo un debate con Erskine Childers, un ex asesor de la ONU, captado por una cámara de vídeo.
En la discusión, que puede verse en Internet a través del sitio http://www.stopBolton.org, Bolton afirmó que no existe algo llamado Naciones Unidas y señaló que si el edificio del foro mundial en Nueva York perdiera 10 pisos no habría diferencia.
Además, sostuvo que la ONU sólo serviría si beneficiara los intereses estadounidenses.
La filmación será utilizada por los grupos civiles opositores a Bolton en una campaña televisiva cuando comience el proceso de confirmación en el Senado.
Hay muchas personas indignadas por este vídeo. Sin embargo, una cosa está clara tanto para los opositores como para los defensores de John Bolton, y es que ese vídeo muestra verdaderamente quién es, dijo Harpinder Athwal, de CGS.
Ahora la pregunta es si queremos que un tipo como ése represente los intereses nacionales de Estados Unidos en la ONU, añadió.
En una recordada entrevista hecha en 1999 por el periodista Bill O'Reilly en la cadena televisiva Fox News, Bolton sostuvo que Estados Unidos no debía intervenir en crisis humanitarias en otros países si eso no servía a los intereses de Washington.
O'Reilly respondió afirmando que si Estados Unidos era una superpotencia mundial, tenía la responsabilidad de actuar en estos casos. No creo que sea correcto quedarse parado mirando una masacre, indicó el periodista.
Pero Bolton respondió: Nuestra política exterior debe defender los intereses estadounidenses. Dejemos que el resto del mundo defienda sus propios intereses.
Siendo subsecretario de Estado, Bolton asistió a una conferencia internacional sobre armas pequeñas y ligeras acompañado de representantes de la Asociación Nacional del Rifle de Estados Unidos, boicoteó una reunión de la ONU sobre un tratado contra armas biológicas y promovió el retiro de Washington del tratado anti-misiles balísticos de 1973.
Más recientemente, lideró la campaña contra la Corte Penal Internacional (CPI) que procesa crímenes de guerra y actos de genocidio, y se opuso a la reelección de Mohamed ElBaradei como director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica.
Bolton convenció a su antiguo jefe, el ex secretario de Estado Colin Powell, a que firmara la notificación formal del retiro de Estados Unidos del Estatuto de Roma, por el cual se creó la CPI, arguyendo que el tribunal podría ser usado contra sus soldados con fines políticos.
La firma de esta nota fue el momento más feliz de mi servicio al gobierno, dijo Bolton una vez al periódico The Wall Street Journal.
Powell varias veces se quejó con sus más estrechos colaboradores de que Bolton seguía órdenes de Cheney, socavando su autoridad en el Departamento de Estado, particularmente en el caso de Corea del Norte.
En una visita a Corea del Sur, Bolton llamó dictador y tirano al líder norcoreano Kim Jong Il, justo cuando Pyongyang había aceptado participar de negociaciones multilaterales sobre su programa de desarrollo nuclear.
Si se confirma su designación, Estados Unidos presentará un rostro y un estilo ante la comunidad internacional que estimulará en todo el mundo los sentimientos antiestadounidenses, alertó Cason.