ECONOMÍA-CUBA: Pesos fortalecidos pero insuficientes

La población de Cuba reaccionó este viernes entre cautelosa y esperanzada ante la nueva cotización del peso, que aumentó siete por ciento en relación con el dólar.

En una casa de cambio estatal, sólo tres personas hacían fila para comprar los ahora más baratos pesos convertibles (llamados CUC, por las siglas en inglés de Unidad de Moneda Convertible), equivalentes al dólar estadounidense, que fue retirado de circulación el 8 de noviembre.

Una decisión del Banco Central de Cuba que entró en vigencia este viernes fijó la tasa de cambio de la moneda nacional en 24 pesos por un CUC (o sea, por un dólar) en operaciones de compra, y 25 pesos por CUC en las de venta.

La nueva cotización, anunciada en la noche del jueves por el presidente Fidel Castro, reemplaza a la de 26-27 pesos por dólar o por CUC, que se había mantenido sin variaciones desde 2001.

Castro también se había encargado personalmente de dar a conocer en octubre la salida de circulación del dólar, junto con un gravamen de 10 por ciento al canje forzoso de la moneda estadounidense por efectivo local.

”Que el dólar cueste menos no significa que la gente va a tener más dinero. Acá hemos tenido el mismo trabajo de siempre, sin más ventas que otros días”, señaló a IPS un empleado de una de las tiendas que vendían en dólares y ahora lo hacen en CUC.

”Vamos a ver”, ”Es muy pronto para saber”, ”A mí me conviene, pero los que cambian dólares van a tener ahora menos pesos”, fueron algunas frases recogidas entre compradores con pesos o con CUC.

María Rodríguez, jubilada de 68 años, relató a IPS que sacó sus cuentas de inmediato para ver si la medida haría rendir más su pensión de retiro, de 152 pesos mensuales.

”Yo no entiendo de economía. Lo que sé es que el dinerito del mes no me alcanza con estos precios”, dijo concluyente y señalando hacia un tablero donde se ofrecía un atado de cebollas a cinco pesos, una col mediana a tres, y una libra (0,45 kilogramos) de garbanzos a 10 pesos.

Rodríguez es contratada por días para cuidar personas enfermas, a fin de mejorar sus ingresos y no ser ”una carga” más para su hija, divorciada y madre de un niño de cinco años.

Su estrategia de supervivencia es similar a la de muchas personas ante el deterioro del poder adquisitivo de sus salarios y la carencia de otras fuentes de recursos, como las remesas familiares provenientes del exterior.

La crisis de los años 90, a partir de la desaparición de la Unión Soviética y el llamado campo socialista, redujo drásticamente la capacidad de compra de las remuneraciones a cargo del Estado, casi único empleador hasta ese momento.

Un estudio del Centro de Estudios de la Economía Cuba, dependiente de la Universidad de La Habana, indica que hasta 1989 los salarios eran en promedio 78 por ciento de los ingresos familiares, pero en 2002 esa proporción se había reducido a 49,1 por ciento.

Viviana Togores, autora de la investigación, afirma también que el aumento de precios determinó que el salario perdiera 32,3 por ciento de su poder de compra en el periodo 1991-2002.

En la noche del jueves, Castro dejó entrever que se analiza el problema de la inflación, y admitió que en el país hay muchos jubilados con pensiones de 60 a 70 pesos, además de 257.038 núcleos familiares (que suman 476.512 personas, en una población total de 11,2 millones) receptores de asistencia social.

La recesión empobreció a vastos sectores de la fuerza laboral, disminuyó el nivel de vida de la población e introdujo la desigualdad en la sociedad cubana luego de tres décadas de austero igualitarismo.

En 193, la libre circulación del dólar fue parte del paquete de cautelosas reformas diseñadas para reducir el impacto de la crisis, y en los primeros años de la misma, la moneda estadounidense llegó a cotizarse a 120 pesos en el mercado irregular.

El actual ajuste monetario se justificó en las perspectivas que se abren para el país, a partir, entre otras cosas, de acuerdos logrados a fines del pasado año con Venezuela y China, considerados estratégicos para el desarrollo económico.

Asimismo, se explicó por el hallazgo de nuevos yacimientos petroleros y el aumento de la producción de níquel a partir de un convenio firmado con la firma canadiense Sherritt International.

”Con esta medida se transita en la dirección estratégica trazada de fortalecer la moneda nacional y continuar acrecentando la extraordinaria confianza de nuestra población en la misma”, afirmó el Banco Central. (

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