No queda claro si el nuevo plan para el desarrollo de África patrocinado por Gran Bretaña será conciliable con la nueva política de asistencia de la Unión Europea (UE) que, de todos modos, aplaudió el proyecto.
Entre las propuestas de la Comisión para África presentadas el viernes por el primer ministro británico Tony Blair figuran un aporte de la comunidad internacional de 25.000 millones de dólares hasta 2010 y la cancelación de la deuda externa de los países del continente.
El presidente de la Comisión Europea —rama ejecutiva de la UE—, José Manuel Durão Barroso, se apresuró a saludar el informe titulado Nuestro interés común como una contribución importante a la lucha contra la pobreza.
Pero funcionarios de la UE cuestionaron las consecuencias que las recomendaciones de la Comisión para África podrían tener en la política de asistencia al desarrollo de bloque.
Durão Barroso aplaudió el lunes el énfasis de la Comisión para África en el papel del comercio como factor de crecimiento del continente.
La UE, que ya es un gran importador de productos de África, también es su principal proveedor de asistencia al comercio y aporta fondos adicionales específicos para ayudar a los países pobres del continente a desarrollar su capacidad, sostuvo el funcionario.
La Comisión Europea presentará en abril sus propuestas para acelerar los avances hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio, agregó.
De todos modos, el Parlamento Europeo, única institución de la UE elegida directamente por la ciudadanía, ubicó el plan de la Comisión para África en el centro de sus debates.
Poco después de conocerse el informe, la europarlamentaria socialista Glenys Kinnock dijo que sus conclusiones eran tanto radicales como realistas.
Son radicales porque los comisionados, actuando con independencia, realizaron un análisis detallado e identificaron áreas específicas en que se requieren acciones urgentes. Y son realistas porque el costo del cumplimiento de estas metas ha sido adecuadamente calculado y acordado con líderes africanos, agregó.
Al presentar los principales elementos del informe a miembros del Parlamento Europeo el martes, Myles Wickstead, jefe del secretariado de la Comisión para África, dijo que el documento marca una contribución importante para el debate sobre el desarrollo.
Lo importante del informe es que sus elementos deben considerarse en conjunto. La comunidad internacional no puede elegir los segmentos que quiera. Es un reporte completo y convincente sobre cómo el mundo debe reaccionar ante la pobreza, consideró.
Este año ha sido consagrado al desarrollo por la comunidad internacional. Una cumbre del Grupo de los Ocho países más industrializados del mundo (Alemania, Estados Unidos, Canadá, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia) se dedicará al asunto en junio.
Una reunión de alto nivel de la ONU analizará los avances hacia las Metas del Milenio en septiembre, y también la conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que se celebrará en diciembre en Hong Kong.
Mientras, la Comisión Europea realiza su propia revisión de su política de desarrollo. El comisario par Desarrollo y Asistencia Humanitaria de la UE, Louis Michel, anunciará el mes próximo un paquete de propuestas sobre la futura orientación en la materia.
El eurodiputado democristiano sueco Anders Wijkman apoyó el informe, Me gusta que se refiera a paquetes de metas. Las Metas del Milenio, por ejemplo, son atendidas de a una, lo cual no es muy efectivo, dijo.
Hay mucha atención al alivio de la deuda, pero deberíamos atender la coherencia y consistencia de las políticas europeas. Hay muy poca coordinación entre los donantes, agregó.
Por otra parte, sostuvo, deberían establecerse medidas contra la corrupción —ausentes del informe de la Comisión para África—, porque una enorme cantidad de recursos (de asistencia) no benefician a los pobres.
Mientras, el director de estudios del Centro de Políticas Europeas, Fraser Cameron, sostuvo que la acción y la coordinación resultan esenciales. No necesitamos más comisiones o informe. Debemos realizar lo que ya se ha acordado, advirtió.
El portavoz de la Comisión Europea para asuntos de desarrollo, Amadeu Altafaj Tardio, sostuvo que el informe de la Comisión para África enriquece el debate dentro del bloque, pero agregó que se requerían acciones concretas.
Las conclusiones del informe son muy interesantes, pero el diagnóstico es bien conocido. Ya hay muchas iniciativas sobre África y el desarrollo. Es tiempo de cumplir con las declaraciones, dijo a IPS.
Mientras, activistas indican que Gran Bretaña no está obligada a esperar acciones de la UE ni del Grupo de los Ocho, pues puede tomar la iniciativa.
En cuestiones de ayuda al desarrollo, Gran Bretaña puede actuar con independencia. El comercio es una cuestión difícil dentro de la UE, pero Londres tiene una voz poderosa dentro del bloque, dijo a IPS John Hilary, director de campañas y política de la organización War on Want.
El plan de la Comisión para África pide a los países ricos destinar 25.000 millones de dólares anuales a ese continente hasta 2010.
También propone la cancelación de 100 por ciento de la deuda externa de las naciones africanas y sugiere que los países ricos cumplan con su promesa de destinar 0,7 por ciento de su producto interno bruto a la asistencia oficial al desarrollo.
El plan prevé además una ayuda extraordinaria por otros 25.000 millones de dólares anuales hasta 2015, bajo la condición de que para ese período se constate en el continente una buena gobernanza.
La Comisión también llamó al Norte industrializado a brindar una ayuda unificada las naciones de África y levantar las barreras comerciales a sus productos, en especial los agrícolas.
No puede haber excusa ni defensa ni justificación al sufrimiento de millones de nuestros semejantes en África, dijo el viernes Blair al presentar el plan.
(*) Con aportes de Sanjay Suri, desde Londres
