Arabia Saudita, un reino islámico y prooccidental que siempre compró gran cantidad de armas a Estados Unidos, procura diversificar su provisión mediante contratos con Rusia.
Uno de los principales compradores de equipo bélico del mundo, este país árabe dependía para su abastecimiento de Estados Unidos, de donde se proveyó de 80.000 millones de dólares en armas desde 1950.
Pero Moscú se apresta ahora a cerrar su primer gran contrato de defensa con Riyad, informó la agencia de noticias rusa Itar-Tass.
Arabia Saudita es un país fervientemente islámico y declaradamente prooccidental. En ese carácter, revistó en el campo estadounidense durante la guerra fría y se opuso con fuerza a la hoy disuelta Unión Soviética..
El reino tomó la decisión de diversificar sus fuentes de armamentos en momentos en que Washington reduce su vínculo militar con Riyad, al trasladar más de 6.000 de sus soldados de sus bases en territorio saudita al vecino emirato de Qatar.
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No hay tensiones claras en la relación Estados Unidos-Arabia Saudita, dijo a IPS Natalie J. Goldring, directora ejecutiva del Programa de Estudios sobre Seguridad de la Escuela de Servicio Exterior Edmund A. Walsh, de la estadounidense Universidad de Georgetown.
Pero esta historia parece de mayor importancia política que militar. Los militares sauditas dependen de Estados Unidos para sus armas más esenciales, así como para piezas de recambio importantes y para el entrenamiento, explicó Goldring.
El analista militar Tom Baranauskas, dedicado a estudiar los asuntos de Medio Oriente para el instituto académico Forecast International, dijo que los seis países árabes ricos en petróleo del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) compran cada vez más equipos militares rusos.
Estos países —Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar— están dedicados a integrar sus comandos militares para contrarrestar el poderío bélico de Irán, en especial sus sistemas de defensa aérea, explicó Baranauskas a IPS.
El contrato entre Moscú y Riyad podría estar vinculado con el CCG, pues los sauditas tratarían de compatibilizar sus sistemas misilísticos de defensa aérea con, por ejemplo, el S-300 ruso comprado por Emiratos, agregó.
Además, Arabia Saudita ha asignado 900 millones de dólares al reequipamiento de su Guardia Nacional o Guardia Blanca, rama militar organizada de acuerdo con las tradiciones tribales y que suma 57.000 combatientes, algo más de la mitad de los uniformados en tierra.
En esa suma se incluye la compra de unos 1.000 vehículos artillados estadounidenses y unos 200 españoles, por un valor total de 440 millones de dólares.
Hasta donde sé, estos acuerdos no se han sellado. Definitivamente, no me extrañaría ver a los sauditas comprando vehículos artillados rusos, especialmente para una fuerza casi paramilitar como la Guardia Nacional, sostuvo Baranauskas.
De todos modos, este programa de modernización podría depender, en cierto sentido, de los fondos estadounidenses, lo que tornaría problemática la compra de equipo ruso, agregó.
El programa de modernización de la Guardia Nacional saudita incluye, además, la compra de artillería, sin proveedor aún confirmado, y la otra rama del ejército analiza varias opciones para ampliar su artillería, indicó el experto estadounidense.
También Rusia procura diversificar sus clientes más allá de China e India, que concentran entre 75 y 80 por ciento de sus ventas, sostuvo Sergei Chemezov, director general de la empresa estatal Rosoboronexport.
Ya el año pasado, Rusia vendió cantidades no especificadas de carros artillados a Riyadh. Pero las actuales negociaciones incluyen la adquisición de equipo letal, como aviones de combate, tanques y sistemas de defensa aérea, según la agencia Middle East Newsline, con sede en Abu Dhabi.
Rusia ya vende armas a varios países de Medio Oriente, como Irán, Kuwait, Yemen y Emiratos.
Washington expresó fuertes reservas cuando Kuwait, otro gran comprador de armas estadounidenses, decidió en 1994 diversificar sus compras al adquirir entre 600 y 800 millones de dólares en equipo militar ruso.
Arabia Saudita es objeto de sospecha por parte del sector más derechista del gobierno estadounidense tras los atentados que dejaron más de 3.000 muertos en Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001. La mayoría de los terroristas que los cometieron procedían de ese país.
Bajo la superficie de Arabia Saudita yace un cuarto de las reservas de petróleo del mundo. Dieciocho por ciento del crudo que Estados Unidos compró en 2003 era saudita.
El Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos anunció la creación de una prima por interoperabilidad de sistemas de armas para su máxima eficiencia y capacidad. Y mezclar armas rusas con estadounidenses reduciría esa prima, advirtió.
A pesar de las fluctuaciones del mercado petrolero mundial, Arabia Saudita ha mantenido un presupuesto militar bastante constante, con un promedio anual de 19.000 millones de dólares.
Pero Rusia no ha tenido hasta ahora el éxito deseado en materia de ventas de armas a Arabia Saudita, dijo Goldring a IPS. A pesar de los avances rusos, Estados Unidos continúa siendo el proveedor dominante en Medio Oriente, así como en todo el mundo.
Los principales compradores de armas rusas en los últimos años han sido Argelia, Emiratos y Yemen, con unos 400 millones de dólares en cuatro años, según el Servicio de Investigaciones del Congreso legislativo estadounidense, que analiza las exportaciones de equipo bélico de este país.
En cambio, Estados Unidos vendió en ele mismo periodo 7.100 millones de dólares en armas a Emiratos, 6.200 millones a Egipto, 5.100 millones a Israel y 2.700 millones a Arabia Saudita.
Estados Unidos ha vendido más de 75 por ciento de las armas compradas por la región y Rusia, apenas 10 por ciento, según el Servicio de Investigaciones del Congreso.
Preveo que Estados Unidos continuará dominando las ventas de armas a la región en el futuro previsible, dijo Goldring.