Si Estados Unidos ataca instalaciones nucleares de Irán, una posibilidad que hoy parece bastante remota, afrontará una represalia de dimensiones impredecibles, advirtió el ex inspector de armas de la ONU Hans Blix.
La contención debe ser un factor a considerar, pues si Washington lanza un ataque podría haber una represalia, sostuvo Blix, en víspera de la reunión en que delegados de Irán negocian este martes en Ginebra con la Unión Europea (UE) el futuro de su programa nuclear.
Hay incertidumbre. Estados Unidos quizá no sepa que los iraníes pueden estar ocultando algún prototipo (de arma nuclear). Tienen los diseños y la tecnología, dijo el ex funcionario de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en el Club de la Prensa Extranjera en Bangkok.
El público iraní está dividido respecto de la teocracia. Una gran mayoría está harta y cansada del régimen y le gustaría ver una liberalización. Pero en el momento en que Estados Unidos los enfrente con fuerza, despertaría una actitud patriótica, un contragolpe nacionalista, sostuvo.
Para Blix, quien viajó a Indonesia invitado por la Fundación Internacional para la Paz con sede en Viena, ya hay una actitud considerablemente negativa hacia Estados Unidos en Medio Oriente y un ataque empeoraría las cosas.
La secretaria de Estado (canciller) estadounidense Condoleezza Rice dijo el viernes que un ataque contra Irán no está, simplemente, en la agenda en este momento. Pero el presidente George W. Bush no ha descartado esa eventualidad.
La UE, dirigida en las negociaciones por Alemania, Gran Bretaña y Francia, exhorta a Irán a desmantelar su programa nuclear, pero el régimen islámico ha acotado que tiene derecho a hacerlo con fines de producción de energía, de acuerdo con los tratados internacionales.
Teherán ha suspendido sus actividades de enriquecimiento de uranio, en cumplimiento de un acuerdo alcanzado con Berlín, Londres y París que tiene como contrapartida beneficios comerciales, de seguridad y de modernización tecnológica.
La reunión de este martes en Ginebra es la tercera desde que se iniciaron en diciembre en Bruselas.
De acuerdo con el Tratado de No Proliferación Nuclear, los países pueden, sometidos a inspección de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), enriquecer uranio a los niveles requeridos para producir electricidad.
Pero la mayoría de los países prefieren comprar el combustible nuclear a otros.
De todos modos, la misma tecnología necesaria para enriquecer uranio sirve para fabricar armas nucleares.
Irán, un fuerte productor de petróleo, aspira a desarrollar fuentes de energía alternativas a los combustibles fósiles. Además, quiere enriquecer uranio por sus propios medios para no depender de otros países.
Blix cuestionó a Estados Unidos por ubicarse al margen y dejar a los europeos la negociación.
Los europeos han hecho lo correcto. Como ya he dicho, no puedo garantizar que los iraníes no estén tratando de ganar tiempo con la discusión. Pueden estar construyendo algo. Uno debe ser escéptico en este negocio, sostuvo.
Según Blix, habrá presión de los países árabes para que Irán no desarrolle armas nucleares.
El mundo árabe no quiere que Irán se mueva en esa dirección porque saben que, si eso sucede, las posibilidades de que Israel elimine sus armas nucleares serán mucho menores, consideró.
Blix, abogado experto en derecho internacional y en desarme que encabezó la cancillería sueca a fines de los años 70, ha sido considerado por la cadena televisiva árabe Al Jazeera el hombre al que Estados Unidos le encanta odiar.
Aun antes de que fuera designado en 2000 al frente del equipo de la ONU que verificaba el cumplimiento de las promesas de desarme pronunciadas por Iraq, Estados Unidos se oponía a su candidatura.
Para Washington, Blix no pudo impedir, al frente de la AIEA entre 1981 y 1987, impedir que Iraq desarrollara armas de destrucción masiva. Pero este ciudadano sueco fue designado como jefe del equipo, cargo en que permaneció hasta junio de 2003.
Pongamos los pies sobre la tierra. ¿Las armas de destrucción masiva son la mayor amenaza del mundo?, preguntó Blix durante su reunión con los periodistas en Bangkok.
Tenemos amenazas nucleares menores de las que pendían sobre el mundo de la guerra fría, cuando regía la doctrina de Destrucción Mutua Asegurada (MAD —loco—, por sus siglas en inglés). Estados Unidos y la hoy disuelta Unión Soviética podían haberse eliminado mutuamente durante la guerra fría, agregó.
Si le preguntan a alguien en África, les dirá que la mayor amenaza es el sida. Si me preguntan a mí, diría que la amenaza al ambiente mundial es más peligrosa que la amenaza de las armas de destrucción masiva, sostuvo Blix. (