EEUU: Ambiguo aumento de ayuda al exterior

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, pidió al Congreso legislativo aumentar 17 por ciento el presupuesto de ayuda al extranjero, pero afronta una firme resistencia de sus propios correligionarios republicanos.

La mayor parte del incremento corresponde a un gran impulso al financiamiento de la campaña mundial contra el sida y a los 3.000 millones de dólares solicitados para la Cuenta del Desafío del Milenio (MCA), programa iniciado hace dos años y dirigido a una docena de países pobres.

La MCA alienta el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el Milenio, acordados en 2000 por la comunidad internacional. La asistencia está condicionada a reformas políticas y económicas de largo alcance.

Fuentes del Congreso consideraron que la MCA será particularmente vulnerable a recortes durante el proceso legislativo. El Congreso asignó 1.500 millones de dólares a la iniciativa para este año, 1.000 millones menos de los solicitados por Bush.

”Se asignaron 2.500 millones de dólares a la MCA en los últimos dos años, pero no se ha desembolsado ni un centavo”, dijo un funcionario del Congreso a IPS.

”Entonces, con todos los recortes a programas sociales dentro del país, al presidente no le será fácil convencer a los congresistas de que ahora se necesitan 3.000 millones de dólares más”, añadió.

Y, aun en caso de que logre el aumento pedido para los fondos de lucha contra el sida y para la MCA, Bush quedará muy por debajo de la promesa formulada en la cumbre mundial sobre financiamiento al desarrollo en Monterrey, México.

En esa ocasión, el mandatario estadounidense había anunciado que su país elevaría 50 por ciento la asistencia al desarrollo para 2006.

”El presidente dijo que financiaría estas nuevas iniciativas sin recortar los programas existentes. Desafortunadamente, no cumplió con ese compromiso. Hay cortes significativos”, dijo Stephen Radelet, del no gubernamental Centro para el Desarrollo Global.

El presupuesto de asistencia al desarrollo pedido al Congreso suma 22.900 millones de dólares en un presupuesto fiscal total de 2,57 billones para 2006.

La iniciativa prevé recortes en programas nacionales d educación, salud y ambiente, así como aumentos en los de defensa y seguridad interna.

Este proyecto no incluye varias normas de carácter presupuestario que serán presentadas luego, como la asignación de 80.000 millones de dólares a la financiación de operaciones militares en Iraq y en Afganistán, así como los cientos de miles de millones necesarios para la privatización parcial de la seguridad social.

El presupuesto de defensa del proyecto original para 2006 asciende a casi 420.000 millones de dólares, cinco por ciento más que en el presente año y 15 por ciento más que en el promedio de los años de la guerra fría, según Steven Kosiak, del Centro de Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias.

Pero si a esa cifra se le suman los 80.000 millones que se solicitarán para Iraq y Afganistán, resulta medio billón de dólares, casi la mitad de los gastos militares de todos los países del mundo.

Ante estas cifras, lo que pide Bush para asistencia al exterior parece bastante poco.

Los 3.000 millones solicitados para al MCA suponen duplicar la asignación del presente año fiscal, pero programas de asistencia al desarrollo y de carácter humanitario seguirán aplastados, según el proyecto presentado al Congreso.

El aporte a los programas de supervivencia infantil caerá de los 1.800 millones en 2004 y los 1.530 millones de 2005 a 1.250 millones el año próximo.

Al mismo tiempo, la asistencia al desarrollo de largo plazo —programas de educación, ambiente, agua potable y saneamiento— se recortará de 1.500 millones de dólares a 1.150 millones, a instancias de Bush.

”Estamos preocupados. Estos programas no solo ayudan a las naciones pobres, sino que constituyen un elemento estabilizador del mundo y redundan en la seguridad de Estados Unidos”, dijo Mary McClymont, coordinadora de InterAction, coalición que reúne a 160 organizaciones humanitarias de este país.

Al mismo tiempo, el gobierno pide aumentar de cero a 270 millones de dólares el financiamiento de programas dirigidos a refugiados, migrantes y asistencia a desastres, así como a ”iniciativas de transición” a ”estados frágiles” como Afganistán, Etiopía, Haití y Sudán.

El aporte a organizaciones internacionales se recortará a un total de unos 47 millones de dólares. La contribución al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) caerá de 124 a 114 millones, a pesar de que la secretaria (ministra) de Agricultura de Bush, Ann Veneman, sucederá a Carol Bellamy al frente de la agencia.

Los fondos dirigidos al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), agencia tradicionalmente encabezada por un ciudadano estadounidense, caerán de 108 a 95 millones de dólares, de acuerdo con la iniciativa del gobiernoi.

Al mismo tiempo, la contribución estadounidense a las misiones de paz de la ONU aumentaría 113 por ciento, a 1.030 millones de dólares.

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