China supera rápidamente a Estados Unidos como principal consumidor de recursos mundiales, impulsada por una economía que crece a ritmos sin precedentes, sostuvo el Earth Policy Institute.
China ya no es apenas un país en desarrollo. Es la superpotencia económica emergente que está escribiendo la historia de la economía, dijo el autor del informe, Lester Brown, uno de los pensadores más influyentes del mundo, según el diario The Washington Post.
Brown, fundador del Earth Policy Institute y considerado por expertos el gurú del actual movimiento ambientalista, sostuvo que si el XX fue el siglo estadounidense, éste parece el siglo chino.
La expansión constante del consumo y la creciente influencia del gigante asiático en la economía estadounidense constituyen, para Brown, un alerta temprana: el rápido crecimiento del país podría conducir a un uso insostenible de los recursos mundiales.
En otros tiempos no habría sido creíble ni siquiera formular estas preguntas, pero ahora que China sobrepasó a Estados Unidos en consumo agregado, y dado su gran crecimiento, uno tiene licencia para pensar qué sucedería si los chinos alcanzan el nivel estadounidense de consumo por habitante, dijo Brown a IPS.
Esto se debe a que Estados Unidos, la principal potencia económica mundial, tiene unos 270 millones de habitantes, mientras China, el país más poblado del mundo, tiene 1.300 millones.
El modelo de desarrollo industrial de Occidente —el de una economía desechable basada sobre los combustibles fósiles y el automóvil— no funcionará para China y, por lo tanto, no funcionará para el mundo, advirtió.
Por ejemplo, calculó, si el uso de papel por habitante de China alcanzara el nivel del de Estados Unidos, el país asiático necesitaría más papel de lo que produce todo el mundo.
Han alcanzado en cierto modo el consumo estadounidense para muchos recursos clave, aunque a nivel nacional. Pero, ¿qué sucedería si alcanzan el nivel por habitante, es decir, si multiplican el consumo por cuatro (en términos absolutos) respecto del actual?, se preguntó.
El informe indica que China ya consume más que Estados Unidos cuatro de los principales productos básicos: cereales, carne, carbón y acero.
Los estadounidenses consumen 20,4 millones diarios de barriles de 159 litros de petróleo, el quinto producto básico, tres veces más que los chinos.
Pero el consumo de petróleo en Estados Unidos aumentó 15 por ciento desde 1994, mientras el de China se más que duplicó en el mismo periodo. Hoy, China es el segundo consumidor de este producto, luego de superar a Japón.
Además, el país asiático también consume 800 millones de toneladas de carbón, otro combustible fósil, que cubre casi dos tercios de la demanda nacional de energía, según el informe presentado el miércoles, titulado China reemplaza a Estados Unidos como principal consumidor mundial.
Con tal uso de carbón, mucho más que el de Estados Unidos, y con el consumo de petróleo y gas natural creciendo con rapidez, es solo cuestión de tiempo que China se convierta en el principal emisor de dióxido de carbono, según el estudio.
El mundo podría tener pronto dos grandes perturbadores del clima, agrega. El dióxido de carbono es el principal de los gases que provocan el efecto invernadero y que son, según la mayoría de los científicos, la causa del actual ciclo de recalentamiento del planeta.
Este gas es emitido a la atmósfera por los procesos industriales y de transporte que apelan a la quema de combustibles fósiles. Estados Unidos es el principal emisor, con 25 por ciento del total mundial.
China consume 382 millones de toneladas anuales de cereales, y Estados Unidos, 278 millones. El país asiático es el principal consumidor de arroz y trigo, y el norteamericano le lleva la delantera en consumo maíz.
Mientras, China tiene apenas 24 millones de vehículos a motor, poco más de una décima parte de los 226 millones de Estados Unidos. Pero las ventas se duplicaron en los últimos dos años.
Hoy, China importa grandes cantidades de cereales, soja, mineral de hierro, aluminio, cobre, platino, fosfatos, potasio, petróleo y gas natural, productos forestales para madera y papel y el algodón necesario para mantener su pujante industria textil y de indumentaria.
Estas importaciones masivas pusieron a China en el centro de los mercados de materias primas. Su enorme apetito por estos productos elevaron sus precios y también los del transporte naviero de cargas.
También aumenta el uso de acero, indicador clave del desarrollo industrial. Hoy, utiliza más del doble que Estados Unidos, al impulso de la construcción de viviendas, edificios de oficinas e industrias.
Estados Unidos aún tiene la delantera en términos de consumo por habitante, fundamentalmente debido a la diferencia en ingreso por persona: 5.300 dólares anuales los chinos y 38.000 dólares los estadounidenses.
El informe también señala que Estados Unidos se ha vuelto fuertemente dependiente del capital chino para financiar su enorme y creciente deuda pública.
Si Beijing desviara su superávit a cualquier otro mercado fuera del estadounidense —tanto a inversiones internas como al desarrollo de la explotación de petróleo, gas y minerales en otras naciones—, la economía del país norteamericano estaría en problemas, según el estudio.
Los ahorros personales y familiares de China alcanzaron niveles sin precedentes y su gran superávit en el comercio con Estados Unidos son apenas dos de las manifestaciones más visibles de la fortaleza económica del país.
Las compras de China y Japón de bonos del tesoro estadounidense son lo que le ha permitido a ese país enjugar el mayor déficit fiscal de su historia.