Milagros Rodríguez amanece cada primero de enero pendiente de la Letra del Año. Hija de Oshún, la diosa del amor en el panteón yoruba, ella es sólo una de las miles de personas interesadas por estos días en las profecías de Ifá.
Pero las noticias este año no son buenas. Ni los babalawos quieren hablar de la Letra. Para hacerlo hay que untarse la boca con manteca de corojo y así protegerse de todo lo malo que viene con ella, cuenta la santera a IPS.
Cada 31 de diciembre, los babalawos, sacerdotes de la Regla de Ocha o Santería, se reúnen para sacar la Letra del Año, especie de oráculo que determina las divinidades (orishas) que regirán en el período y, por ende, cómo viene el año.
La Letra la dicta Ifá, el intermediario entre los orishas y el hombre, a través de un tablero de madera que representa el mundo.
El babalawo con menos tiempo de iniciado es el designado para sacar la Letra con una hilera de 16 piezas o ikines, atadas por un cordel vegetal. Con esa cadena, se recogen unas 4.000 combinaciones, en una especie de teoría de las probabilidades.
Para este nuevo año, el oráculo pronostica epidemias, lágrimas, desastres naturales, conflictos familiares y guerra. Aunque la Letra haya sido sacada en diferentes casas y los orishas regentes no coincidan, el pronóstico no es bueno.
Las profecías suelen ser difundidas de forma escrita, pasan de mano en mano y se reenvían por Internet a un número incalculable de personas dentro y fuera de Cuba, interesadas en saber qué les depara el oráculo.
Sólo la Casona, una casa-templo situada en el municipio habanero de 10 de Octubre, distribuye cada año por lo menos de 70.000 a 80.000 copias de la Letra.
Yo no soy creyente, nunca lo he sido, pero desde que me enteré de la existencia de la Letra del Año siempre me ha gustado tenerla. Ver si se cumple o no se cumple, comenta Armando Fernández, técnico en computación de 32 años.
En Cuba es imposible definir el número de practicantes de la Regla de Ocha y otras religiones de origen afrocubano. Estudios especializados, sin embargo, dan cuenta de la extensión de elementos de religiosidad en amplias capas de la población.
Hace 40 años, la Letra del Año era de interés únicamente del grupo de religiosos que existían en ese momento. Pero la religión yoruba se ha ido abriendo espacio en la sociedad, dijo a IPS el sacerdote de Ifá y maestro masón Lázaro Cuesta.
Para Cuesta, la certeza de las predicciones de Ifá ha despertado el interés de personas de las más diversas capas sociales, religiosas o no. Son predicciones que llevan un mensaje a la familia, al soldado, al industrial y el comerciante.
Un total de 864 babalawos, en representación de la inmensa mayoría de las ramas o familias de Cuba, se reunieron la noche del 31 de diciembre para sacar la Letra del Año de la Casona de 10 de Octubre, la más respetada en medios religiosos.
Hay riesgo de grandes epidemias, sobre todo por la falta de agua o por aguas contaminadas, aunque la divinidad regente, Shangó, es dador de agua. Se recomienda purificarla, dijo Cuesta, portavoz de la Comisión Organizadora de la Letra del Año.
El signo del 2005 es Ofun Otura que, según Cuesta, puede traer tragedias entre vecinos, familias o países, rupturas de convenios entre naciones amigas por maquinaciones de un tercero e intervenciones militares.
La deidad regente será Shangó, orisha del rayo, la justicia y la guerra, acompañado de Oyá, divinidad de las tormentas y los vientos suaves.
Entre otros consejos, los babalawos recomiendan para el año que comienza aclarar la Letra: mejorar los sistemas hidráulicos y agrícolas, darse baños de hierbas, consolidar el matrimonio y tener cuidado con las personas a las cuales se les da albergue.
La Letra de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba, por lo general más optimista, tampoco salió buena.
El signo regente Iroso Meyi representa la tierra, la caída total del sol, sepultura, trueno, rayo, hecatombes, trampa, calumnias, tortura, suicidio y lágrimas. Hablan las furnias (fosas) del cementerio, dice el signo.
Para contrarrestar lo que trae la Letra se recomienda, entre otras cosas, poner una bandera blanca con la imagen de un sol rojo en el centro y botar con frecuencia agua caliente a la calle y agua fría dentro de la casa.
Cuando nos iniciamos, juramos salvar a la humanidad y por esa razón hacemos esto para transmitirles a ustedes y por medio de ustedes al mundo entero una forma de salvarlo, de hacer que lo malo se ponga bueno. Esa es la razón de nuestra Letra, afirmó Cuesta.
Cuba es el país donde mejor se conservan las tradiciones culturales de esta religión, heredada de los esclavos traídos desde África, principalmente de la etnia Yoruba, a finales del siglo XVIII.